Los legendarios de Sacred Reich, Exciter y Razor se dejaron caer como un huracán en nuestro país y vaya que los daños se apreciaron de principio a fin
18 de febrero 2017 | Arena Recoleta
Nota: Litta | Fotos Mauricio Donoso
El fin de semana recién pasado vivimos una inolvidable jornada de demoledor metal al puro estilo de la vieja escuela, con una trilogía al borde de la locura, acompañados de dos nacionales del mundo under del Thrash.
Fue entonces Warth el encargado de la apertura del magnánimo show, con una presentación bastante simple, que lamentablemente tuvo que lidiar con problemas de audio, pero aun así el peculiar crossover que se dejó entre ver, logró partir con energía musical lo que pronto seria una verdadera batalla campal.
Era el momento de Enforcer, estos under se traen entre manos siempre un rápido y furioso thrash, pero tal potencia para su desgracia se vio en peligro por la ausencia del bajo durante el inicio de su show, por lo que esto nos alertaba de lo complejo que podría ser el panorama técnico para el resto de la jornada, aunque a los asistentes eso pareció no importarles.
Cuando ya caía el atardecer y la hora avanzaba a las 20 en punto, llegaba el momento de no moverse más, el mar de gente que inundó Arena Recoleta ya estaba en posición, la tensión y ansiedad desbordaron cada rincón del lugar.
¡Puntuales! Se suben Phil, Wiley, Jason, Greg, los legendarios de Sacred Reich. Quienes conocemos su grotesco sonido al escuchar el primer acorde de American Way, nos mandó a dirigir rápidamente nuestras miradas al centro del pequeño coliseo, un tornado de chascones/as se comenzó a formar, un circle pit que no pararía nunca más de girar y de lanzar seres hacia las alturas.
En lo personal, el apretón de tripas que me produjo ver a estas leyendas hizo que en varías oportunidades evaluara la decisión de participar del mosh, con un setlist que nos brindó un recorrido por su vasta trayectoria, tanto de ayer y hoy, las piezas musicales Ignorance, One Nation, Love… Hate, Free, Crimes Against Humanity, Independent, Death Squad, más un no tan pulcro cover a Black Sabbath War Pigs y un cierre a cargo de Surf Nicaragua, nos hicieron prender todo aquello que yacía inmóvil, así entonces el asombro en las caras de los míticos músicos dejó al descubierto su fascinación hacia el público chileno, tanto que en una oportunidad Phil expresó su parecer con una frase, “We comeback…you are insane”, es así como finaliza una tremenda presentación, que dejó encendida la llama del Thrash.
Desde el 2015 hemos esperado el retorno del trío canadiense de Exciter, ansias es lo que se sintió en la espera y para nuestra fortuna, una vez más la puntualidad nos acompaña y es el momento de partir el segundo certamen internacional.
Los 80’s a flor de piel, a diferencia de Sacred, este grupo no pierde su esencia y mucho menos su estética, cae la noche y los históricos papis del speed se lanzan con un setlist de fino corte, con temas como I Am the Beast, Heavy Metal Maniac, Rain of Terror, Violence and Force, Beyond the Gates of Doom, Pounding Metal, Long Live the Loud, Iron Dogs, Stand up and Fight, hicieron de una hora y fracción un verdadero viaje al pasado.
El ambiente ya estaba hostil, el hacinamiento más la atmósfera musical comienza a hacer florecer las primeras peleas y moshas de la noche, la ansiedad del show final se comienza a percibir a través de gritos y silbidos, por el público aparece la rubia cabellera de Rob y los gritos se acompañan de palmadas, con un retraso de tan sólo 15 minutos se suben al escenario para solidificar la esquizoide jornada.
Razor, acompañados de una cortina de humo colocan la primera nota para Instant Death, tema que desata rápidamente la furiosa avalancha de headbangers, los piqueros al escenario iban y venían, los surfistas de humanos se hicieron presente de principio a fin, mientras un incansable mosh se gestaba en el ojo de la cancha, una escena al puro viejo mundo del Thrash ochentero, pero que no dejó fuera a las nuevas generaciones, incluso un afortunado niño puedo presenciar desde los pies del escenario a lo que claramente eran los ídolos del padre, bien por esos nuevos futuros thrasher.
Majestuoso el aguante que dio Dave Carlo con la guitarra, dejando instaurada las boquiabiertas en todo el sector izquierdo de la barricada, una ovación que acompañaría la voz de Rob Reid hasta las últimas consecuencias, haciéndonos olvidar en varias oportunidades la ausencia del gran Stace McLaren.
Un setlist que contempló varios éxitos pero que dejó a otros fuera y eso en lo personal me dejó un gusto a poco, aunque fue una presentación de lujo y a la altura de grandes ligas, al listado compuesto por Instant Death, Cross Me Fool, Violent Restitution, Behind Bars, Cut Throat, Violence Condoned, Stabbed in the Back, The PugilistIron Hammer, Hot Metal, City of Damnation, Gatecrasher, Take This Torch y finalmente Evil Invaders, le faltaron temas de álbumes maestros como el gran Malicius Intent, quizás más del noventero Shotgun Justice e incluso del controversial “badass” Custom Killing. Pero bueno, para quienes duramos hasta el final aún estamos reponiéndonos de esta extensa y brutal velada, en donde la sordera, el dolor de cuello y piernas es parte de las secuelas de una producción de gran escala, sin ostentar grandes lujos, que dejó en evidencia la ejecución de todo un cuerpo técnico comprometido. Una gran sensación de satisfacción entre los y las asistentes.
iRockers, sin duda alguna ver a estas tres bestias del Thrash metal, comprende un excelente inicio de conciertos para el mundo del metal, una bola de nieve que crecerá sin reparos y que dejará a su paso un sinfín de satisfechos/as. Hell yeah…
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