14 de octubre 2016 | Bar de René
Nota: Freddy Veliz – Fotos Miguel Fuentes
Una de las bandas que se ha transformado en una de las últimas revelaciones rockeras provenientes de Valparaíso llegaba a Bar de René, el más importante punto de encuentro rockero de la capital. Tephiret se encuentran en pleno proceso de lanzamiento de Dual, su segundo álbum de estudio, que fue estrenado en su ciudad de origen hace algunos meses, y este 14 de octubre tuvo su parada en Santiago. Un lanzamiento con sabor a celebración, luego de que la agrupación porteña fuera notificada de ser una de las finalistas a nivel latinoamericano del concurso Viva Rock Latino, organizado por la cadena Hard Rock Café.
El cuarteto que integran Catalina Blanco en voz, Boris Valenzuela en guitarra, Ricardo Peña en bajo y Diego Bustamante en batería, además de debutar en el mítico bar de Av. Santa Isabel, era su primer show extenso y en solitario en Santiago, motivos que hicieron de esta noche una velada ampliamente especial, para los que se han ido sumando como seguidores, como para la banda misma. Y eso se hizo sentir desde la partida con “Umbral”, tema que inicia el álbum, y que abrió un acto repleto de energía y entrega por parte de un conjunto que este 2016 ha ido ganando terreno con su sonido enmarcado dentro del rock progresivo con clara influencia de música de raíz, y tintes de metal.
Un potente debut en Santiago, donde la oscura y enigmática sensualidad de “Deseo” – segundo single de Dual – va cautivando a un público entremezclado entre seguidores y parroquianos que se encontraron de frentón con una banda que en vivo logra con fidelidad mantener, y a la vez potenciar lo que nos muestran en estudio. Catalina posee un desplante seductor y un carisma que se suman a la gran calidad vocal, imponiendo un sello distintivo a la puesta en escena del conjunto, sin menoscabar el certero trabajo instrumental de los demás integrantes, indudablemente la impronta de la cantante destaca de sobremanera en el escenario.
Con el peso de “Cenital” se continúa revisando ‘Dual’, para luego dar paso a la presentación de un adelanto de lo que Tephiret se trae entre manos para un próximo álbum, Ares es el título de un corte vibrante, sabático en momentos, cuya extensión está provista de diversas atmósferas y cambios de ritmo que lo hacen bastante dinámico y mantiene el sello que viene madurando la banda con positivos resultados.
“Ocaso”, el poderoso y estimulante instrumental “Y” junto a “Nadiral” van completando parte de lo que es el repaso del disco celebrado, con el crimsoniano “Fracturado”, deambulamos hacia Regeneración, el debut discográfico de los porteños, editado el 2013, y que Catalina dedica a Cristian Mardones, cotizado ingeniero responsable de que esta presentación destacara justamente por el buen sonido que pudimos apreciar, donde cada instrumento mantuvo el nivel equilibrado de protagonismo, sin pasar uno sobre otro.
Volvemos al álbum ‘Dual’ con “Rito”, track final de esta segunda placa donde cada uno de los miembros logra una compenetración entre sí. Ricardo Peña entrega una ejecución a destacar con sus líneas de bajo, aunque soslaya una mayor actitud sobre el escenario, concentrándose específicamente en su instrumento, quedando en un delicado segundo plano frente a, como ya dijimos, la personalidad avasallante de Catalina Blanco. Por su parte Boris Valenzuela dirige nuestra atención hacia sus interesantes solos, y constantes guiños a Fripp en sus riffs. En el caso del baterista Diego Bustamante, nos encontramos ante un músico que provee de gran fuerza a la banda, con el bombo desprovisto del parche frontal, dejaba a la vista del público su doble pedalera que en permanentes pasajes deleita con su síncope, siempre en función de crear una base sincronizada y profunda hacia la música de Tephiret. Sorpresivo para los asistentes fue el anuncio de que esta era la última actuación de Diego junto a la banda, esperemos que su suplente logre estar a la altura y se acople al gran trabajo que vienen realizando.
Como una forma de homenajear a los profesores, Catalina anuncia la interpretación del clásico “Inmigrant Song” de Led Zeppelin, una versión muy bien lograda, potente, y con la frontwoman desatando un gran despliegue vocal tributando a una verdadera escuela en la historia del rock. Como despedida el primer single de ‘Dual’ titulado “Tierra” nos conmina a corear en masa y a reencontrarnos con nuestras golpeadas y más profundas raíces, un tema de una rítmica y canto envolvente que contagia, funciona perfecto en vivo, dejando el termómetro al máximo de su nivel.
Los músicos se retiran, pero el público continuaba con el apetito de más canciones, para lo que regresan e interpretan la intensa “Fénix” proveniente de su álbum debut. Un final con una ovación merecida por parte de los presentes, en una velada de encuentro con esta banda en pleno crecimiento, con dos placas de estudio que dejan entrever una evolutiva propuesta, que está encontrando el sello de identidad necesario para marcar la diferencia en un país donde el circuito rockero se está empapando de ideas que buscan en nuestras raíces la fórmula para innovar y definir el sonido, separando aguas con respecto a lo que importamos desde el mundo anglo, sin negar el lazo que inevitablemente de allá proviene.
Tephiret cautiva, provoca y conquista desde un trabajo bien encaminado, sumándose así a las bandas que con acierto se encumbran entre los planteamientos más interesantes del rock chileno actual.
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