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Internacional

[Live Review] Soen: una máquina pagando sus deudas

La esperada banda entregó el primero de tres conciertos en Chile.

Nota: Felipe Panda / Fotos: Andie Borie

Un compromiso que por fin comenzó a saldarse. Y de qué manera. Ya van 2 años desde la fecha original de este concierto, siendo esta la segunda reprogramación que sufría, pero el tiempo avanza y las deudas se pagan.

La noche comenzó a las 19:30 junto a la banda Habitante, quienes dispusieron un potente set basado en su repertorio cercano al death y al doom, con un sonido nítido en general, aunque los solos de guitarra no se apreciaban 100% claros. De todos modos, las canciones se entendían de excelente forma, ante un Teatro La Cúpula con aproximadamente la mitad del público. la banda Habitante viene desde Temuco, y dedican el tema “Espíritu resiliente” a sus ancestros, haciendo mención a la cosmovisión mapuche, en un muy aplaudido set, que no dió respiro.

A las 20:30 sale a escena Lapsus dei, los últimos ganadores del premio pulsar a mejor banda de metal, y vaya que hacen honor al galardón. La ejecución es tremenda, el sonido pulcro y las canciones van mezclando metal extremo cercano al doom, con secciones melódicas, redondeando un show brutal y emotivo a la vez, adornado por gráficas gigantes a cada lado del escenario, con el arte de su último disco “Sea of deep reflections”, creado por el reputado estudio Médu1a.

Y así, llegaba la hora tan esperada, tan ansiada, que dejará una estela de 3 shows agotados y que se comenzaron a vivir con todo. Se oscurece el teatro y suena la intro de “Monarch”, la banda ingresa y comienzan a tocar el tema de último lanzamiento, “Imperial” de 2021, con un sonido asombrosamente claro. La gente desata sus emociones contenidas y se pone de pie rápidamente. El vocalista Joel Ekelöf es recibido con una ovación y empieza a cantar de manera soberbia. Escuchamos todo con claridad, a un volúmen preciso, sin exageraciones, que permitirá apreciar cada detalle a lo largo del show. Hacia el segundo tema, “Rival”, la compenetración con el público aumenta, participando cada vez de manera más activa. Un respiro, se escuchan los primeros “olé olé”, se anuncia “Deceiver” y seguimos disfrutando de una entrega total de parte de la banda, de una ejecución perfecta y del ya mencionado sonido que permite apreciar todos los riffs y arreglos, los toms, los cencerros, armonizaciones y cada nota como debe ser, incluyendo los teclados que hace Lars Ahlund, notable en guitarras, teclas y segundas voces. Esta última función la cumple junto a Cody Lee Ford, primer guitarrista, que se luce con sus riffs y armonías. Notable.

Dentro del repertorio, suena “Savia”, de su disco debut “Cognitive”, la época en que los comparaban hasta el hartazgo con Tool, y aunque la banda siempre aceptó la influencia de los estadounidenses, esta búsqueda de estilo propio dejó grandes composiciones.

“¿Cómo estai weón?” fue el primer saludo de Martín López al público. El chilenismo de parte del histórico baterista uruguayo fue recibido con risas y ovación, además se mandó un ceacheí y recibió las cientos de muestras de cariño de la gente, que ansiaba verlo, y no sólo desde hace 2 años. Recordemos que cuando Martín militaba en Opeth, debían tocar en Chile, en la extinta Laberinto, y nos quedamos con las ganas en la fila misma para el show. Luego cancelaron otra vez, y cuando por fin debutaron por estos lados, Martín ya no estaba en la banda. Soen comenzó a forjar su amor en Chile junto a muchos seguidores de Opeth que querían conocer a la nueva banda del baterista, y ese público en común se hizo notar, gritándoles apodos a los integrantes a la misma usanza que con la banda de Mikael Akerfeldt. El más notable, el grito de “pelado, pelado” a Joel, causando las risas de Martín López, que entendió de inmediato lo que decían.

El bajista Oleksii Kobel se lució antes del comienzo de “Modesty” dejando en claro su tremendo aporte. La canción crece y atrapa, con un doble bombo que retumba en el pecho. “Lucidity” bebe de la herencia Gilmour, y presenta voces armonizadas de una altísima calidad, en un tema cautivante. “Antagonist” lleva el ambiente a un éxtasis máximo, con la gente saltando y coreando llenos de emoción. Se presenta a la banda, se demuestra el cariño, y se cierra con la enorme y cristalina “Illusion”. Porsupuesto que los gritos se repiten y llega el bis, con “Lascivious”, una gran composición, que quiebra hacia el final con un peso tremendo y un coro épico. “Sectarian” es recibida como se debe, la espera ha sido mucha y las deudas se siguen pagando. Y el final, ahora sí, es con “Lotus”, del disco del mismo nombre. La entrada con voz y teclado de sonido tipo Hammond, es conmovedora. La canción y sus preciosas melodías y guitarras llenas de alma, vacían dentro de la audiencia toda su fuerza y emoción, una emoción que se contuvo demasiado, y que seguirá explotando en las restantes noches de esta inédita e inolvidable comunión.

FOTOS SOEN

FOTOS LAPSUS DEI

FOTOS HABITANTE

Written By

Veterinario de profesión, músico y periodista de corazón. Amante del rock y metal, me apasiona leer sobre música, escribir sobre música, escuchar y tocar. Bajista de la banda Bismuto. | Mail: felipe@irock.cl

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