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Chile

LIVE REVIEW | WEICHAFE: La historia se escribió en el Caupolicán.

WEICHAFE

13 DE DICIEMBRE 2014 | TEATRO CAUPOLICAN

 

weichafe-25El 2009 la noticia de la disolución de Weichafe golpeó fuerte a sus seguidores y a la escena nacional. Una banda que desde la independencia había logrado reclutar un sinnúmero de devotos que convirtieron cada show en una cita obligada, no aparece todos los días en nuestro país. El trío había llegado alto como pocos en Chile, pero por motivos expuestos por la banda en su momento, WEICHAFE no continuaba, y se despedía en un histórico show en el Teatro Novedades.

A pesar de que la banda no seguía, siempre existió la sensación de que el guerrero solo estaba dormido, y en cualquier momento despertaría para volver al lugar al que pertenece. La noticia llegó en abril pasado cuando se anuncia el esperado regreso después de cinco años. Había que esperar ocho meses para que el regreso se hiciera patente, en un show agendado para el 13 de Diciembre. La fecha quedó grabada en la mente de los más acérrimos seguidores, que contaban los días, y las expectativas se acrecentaban.

Al fin, y casi sin darnos cuenta la fecha llegó, y las redes sociales se inundaron de enlaces y comentarios referentes a la banda. Weichafe volvía en gloria y majestad.

En las afueras del Teatro Caupolicán tempranamente se comenzó a congregar una gran cantidad de público, vistiendo poleras con la W en el centro, otros con pancartas o banderas para saludar a la mítica agrupación, la fiesta estaba por comenzar.

A las 21:00 hrs. en medio de la ovación Angelo Pierattini, Mauricio Hidalgo y Marcelo Da Venezia despiertan al guerrero con la poderosa “Festín de Muecas”, convirtiendo de inmediato el interior del teatro en un hervidero, los rostros de alegría en el público no se podían disimular. Un carnaval que continuó con “Opción Laverna”, “Salvador” y “5:30 A.M.”. Marcelo va marcando el camino desde el peso del bajo que junto a Hidalgo desde la batería se asocian con el público que sigue a ritmo cuequero con las palmas en “Me Voy a Encerrar”, mientras en el fondo del escenario la gran pantalla led inunda de color el recinto.

Una cuidada producción en todo sentido, desde la iluminación al nivel del sonido, que aunque acusó algunas falencias, pasa a un segundo plano, nada más importa que celebrar en grande.

Weichaafe!!Weichaafe!! se escuchó fuerte por largos momentos durante el concierto, el público canta al unísono “Pajaros de Papel”, cantos que se doblegan con el clásico “Tierra Oscura del Sol” que termina con Pierattini acribillándonos con su guitarra, mientras su figura se dibuja en trazos rojo-amarillos en la pantalla. Efectos visuales muy bien trabajados.

Un video en blanco y negro nos lleva a recorrer rincones de Santiago, para dar paso a un set acústico con la banda en medio del público en platea alta. El concepto de la cercanía que ha caracterizado al trío con sus seguidores queda plasmado en este preciso instante donde se despachan cortes como “Dios es solo para algunos”, “Paño de Luis” y “De Espalda al Cielo”. Un fan se acerca a dar testimonio de la importancia de Weichafe en su vida, al ser los responsables de conocer a su pareja, y ahí mismo se dirigió a ella para comprometerse. No sé qué tan buena idea pueda haber sido, ya que se ganó el troleo del público por su decisión, pero  si ahondamos en el tema, llegamos a la conclusión que los mismos músicos han repetido una y o otra vez, Weichafe y todo lo que los rodea, son una familia, una que creció en la primera década de este siglo, y queweichafe-12 seguramente seguirá creciendo en los años venideros.

Terminada la sección, Pierattini nos invita a voltear hacia el escenario y anuncia a los primeros invitados especiales, como el mismo lo afirma “Los padres de todo esto”, Aguaturbia, Carlos Corales y Denisse suben al escenario, y mientras nos deleitan con un lisérgico diálogo voz-guitarra, el trío vuelve al escenario y juntos interpretan “El Rock del Poncho”, clásico homenaje al desaparecido Poncho Vergara (Tumulto). Ver a la legendaria pareja rockera sobre un escenario siempre es un deleite. Pierattini interactúa con Corales acercando sus guitarras, Denisse por su parte con su voz le da el toque sicodélico en los coros. Uno de los highlights de la noche sin lugar a dudas.

En “Ñuñork”, tal como apareció en la versión original de Weichafe (2002), el invitado es Gonzalo Henríquez (González y Los Asistentes), quien frente a una pantalla de televisión, tiene la misión de teatralizar y poner su voz en la narración. Buena puesta en escena.

Todo fue fiesta y rock and roll, de ese que no necesita trucos de glamour, porque lo que Weichafe hace es algo mucho más orgánico y humano, escrito en la vereda con gente de verdad, como reza parte de la frase ícono del trío.

“Respiro la Luz del Sol”, la sublime “Harto de Todo” (con sección de cuerdas a cargo de Lolita Ponce y Magdalena “Maggie” Rust en violín y cello respectivamente), “Pan de la Tarde” coreada a viva voz por los presentes, quienes no acusan cansancio para seguir cantando  con “Silencio” ni para desatar un eufórico mosh en “Pichanga”, sin antes ovacionar a Mauricio Hidalgo que se despacha un poderoso solo de batería para entrar de lleno a “Suicidio General”.

Como adelanto a lo que se viene el 2015, la banda presenta “Incendiando Infiernos” para proseguir con dos de sus más reconocibles clásicos, “No es Malo” “3 Puntas” ,los que convierten al teatro en una marea de melenas y puños elevándose en saltos, renacían así con toda la fuerza de la banda en vivo sobre un escenario.

La banda se despide, y muchos comienzan a emprender la retirada, pero luego de un par de minutos, Ángelo, Marcelo y Mauricio retornan emocionados y agradecidos de la tremenda recepción del público, al que entregan la gran bandera roja, y entran de lleno a la última parte del show, cuando se cumplían dos horas de actuación.

“Sin Dormir”, “Las Cosas Simples” y “Ripio y Soledad” continuaron elevando los decibeles. La mezcla vocal de Pierattini y Da Venezia es un sello que los identifica, y es clave en el amplio espectro sonoro por el que se desenvuelven. Para el final “Hazme Dormir” hace temblar el Caupolicán en una revuelta del público que pocas veces se arma frente a una banda nacional.

Pierattini en algún momento confesó estar orgulloso de lo que la banda logró en este show, yo creo que además el público y Chile, debe estar orgulloso de que pasen cosas como las de anoche. Más allá de la convocatoria, creo que Weichafe logra crear una cohesión con sus seguidores a través de la honestidad con la que trabajan. Este regreso confirmó que todo lo construido desde que se formaron en 1997 hasta la despedida el 2009, fue un trabajo que trascendió a su tiempo, y que siempre estuvo presente en la conciencia de los que forman esa llamada familia weichafera. Un trabajo que más allá de lo musical, también va en la preocupación por entregar un show de calidad a nivel de producción, atreviéndose a mucho más que solo subirse al escenario. Algo que en Chile a muchas bandas les hace falta. WEICHAFE sin el apoyo grandilocuente de los medios, y manteniéndose siempre fuera del mainstream, se han ganado un lugar importante en la historia musical de nuestro país.

Que la historia se siga escribiendo en la calle, y también en nuevas obras para el deleite de la gente de verdad.

Review: Freddy Veliz O.

Fotos: Mariela Sandoval A.

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Noticia publicada por el área editorial.

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