Por @pvpularmonster
La banda sueca de metal, que difícilmente se logra encasillar en un único subgénero, posee la particular característica de mantener su sonido en constante evolución, en lo que parece ser la búsqueda de su sello personal más que una experimentación aleatoria para ver lo que resulta.
A continuación te dejamos 8 canciones para evidenciar su desarrollo:
Bound To The Wall – Thoughts of No Tomorrow (2005)
Remontándose a los orígenes de Avatar, esta o cualquier otra canción del álbum, permite escuchar múltiples influencias, en especial aquellas más ligadas al post hardcore, metalcore, deathcore, y todos los otros core que puedan existir. Es un sonido jovial, que deja en claro las influencias admiradas por unos adolescentes de tan solo 15 a 19 años. Es enérgico, pero también genérico, sin llegar a ser demasiado original o prolijo, y sin caer en algo blasfemo o desagradable de escuchar.
Los discos que siguen, Schlacht y Avatar, ambos del 2009, no muestran un cambio significativo más allá de la propia evolución que vivió en ese entonces el subgénero -core, inclinándose incluso hacia las tonalidades más emo. Algunos también consideran que durante esta época Avatar estuvo ligado al death metal.
Torn Apart – The Black Waltz (2012)
Primer punto de giro para la sonoridad de la banda, en este punto no sólo hubo un salto cuántico en su música, sino también en su propuesta escénica, añadiendo el arte circense como parte de su estética.
Las técnicas instrumentales y también aquellas relacionadas a la producción e ingeniería del sonido, se vuelven indiscutiblemente pulidas y prolijas. La técnica vocal encuentra una nueva dirección, el conjunto instrumental genera un ritmo antes desconocido para Avatar, pero que comienza a establecer su huella sonora.
Bloody Angel – Hail The Apocalypse (2014)
Habiendo establecido un nuevo rumbo, este álbum viene a dejar en claro dicho camino. El timbre se vuelve más estable, con menores variaciones que el anterior, limpiando impurezas para volver evidente que han encontrado la particularidad que buscaban. La voz de Johannes Eckerström presentada anteriormente se mantiene, volviéndose parte del sonido característico e inigualable de Avatar, acompañado de un movimiento mucho más melódico y que llega a ser incluso bailable, sin perder la pesadez propia del metal.
The Eagle Has Landed – Feathers & Flesh (2016)
El por qué Avatar botaría todos los cimientos que ya construyó es un misterio. Quizá no obtuvieron la respuesta esperada anteriormente y sintieron que debían remodelarse. O tal vez es justamente lo que querían provocar.
La música que se plantea en este álbum se vuelve la otra cara de una misma moneda de sus últimos dos trabajos. Cambia la voz, que ya habíamos establecido como sello, por una más seca y tosca; y la instrumental se acerca a un rock alternativo con toques de thrash metal. A apreciación personal, un retroceso más que un acierto.
A Statue Of The King – Avatar Country (2018)
Una obsesión con El Rey, titular de cada canción de este disco, y con seguir proponiendo algo que no son. Una melodía pesada, alternativa, quizá progresiva, una ensalada llena de aderezos que no pegan ni juntan. Esto es el resultado de escuchar la crítica ajena, y no la inspiración que nace dentro de sí.
Hunter Gatherer (2020)
Tras varios años finalmente se dieron cuenta de que por ahí no iba la cosa, pero aún con miedo a escuchar su voz interna, de este álbum resulta una mezcla entre su propuesta más bailable y la dureza del metal tradicional. Todavía nublados por el temor a innovar, se mantienen estancados en su sonido que, ya se reconoce, no les pertenece.
Nota: resulta relevante destacar que ninguno de estos 3 álbumes anteriormente mencionados carece de técnica, composición o una buena producción. Son, simplemente, ajenos a la identidad que Avatar ya había conseguido establecer para sí.
The Dirt I’m Buried In – Dance Devil Dance (2023)
Gracias al paso de los años y la madurez por desarrollar, Avatar se dio cuenta de que la música que crean es distinta, y debe ser así para que todo funcione. Con unas melodías exquisitas, la voz ya descubierta de Eckerström y su mundo circense, Avatar redescubre su identidad en este álbum y propone un verdadero carnaval para todo el que oye su música.
El mismo Johannes menciona que con este disco tiene “una sensación de que nos hemos centrado de verdad“. Reconoce que parte fundamental de la música de Avatar es la creencia de que el metal es parte del Rock ‘n Roll y que el R&R es para bailar.
Independiente de las apreciaciones personales o colectivas, se podría llegar a un consenso sobre dos verdades:
1) La calidad técnica e instrumental de Avatar ha innegablemente progresado y perfeccionado
2) Están dispuestos a explorar todos los terrenos necesarios hasta encontrar su verdadera esencia, algo en lo que aún parece ser se encuentran en búsqueda, pero están cercanos a lograrlo, y es esta cualidad la que les ha otorgado un creciente podio dentro de las bandas más aclamadas de la actualidad. Y no tienen intenciones de dejar de sorprendernos, como es el caso de su más reciente sencillo ‘Make It Rain’.
Avatar realizará su debut en nuestro país el próximo viernes 26 de abril, entradas disponibles por TicketPlus+.
