LA ROCKOLA:
Canción: Luminol
Artista: Steven Wilson
Álbum: The Raven That Refused to Sing (and Other Stories)
Año: 2013
“Here we all are born into a struggle. To come so far but end up returning to dust” reza el primer verso de “Luminol” corte que abre la última y elogiada producción de Steven Wilson “The Raven That Refused To Sing (And Other Stories)”.
“Luminol” había sido la pieza escogida como adelanto en la gira que lo trajo a Chile el 2012, y fue tal el impacto que dejó claras las expectativas con respecto a lo que se venía. Y no estábamos para nada alejados con nuestra percepción, puesto que Wilson nos atestó un golpe que pocos imaginaban, entregando una producción soberbia, como pocos pueden hacerlo, y el disco ha sido elogiado por los más renombrados medios y lo más importante, por su público, realzando la figura del cantante, multiinstrumentista, compositor, productor e ingeniero en sonido, como una de las mentes más brillantes de la música del siglo XX y lo que va del XXI.
Si investigamos el significado del título de la canción, encontraremos que el término se utiliza para definir una reacción química causada por la unión de dos componentes, que al generar altas dosis de energía, esta se libera en forma de fotones de luz.
Podríamos asociar ese tipo de autoluminiscencia con lo etéreo y fantasmal de la temática abordada en este corte que toma lo mejor de una carrera bastante fructífera del británico, que comenzó a fines de los 80s con los sonidos alternativos de No-Man, para luego protagonizar uno de los capítulos más elogiados de los 90s junto a Porcupine Tree, banda que comenzó casi como un juego irónico, y que pasó a ser un referente obligado en el renacer del rock progresivo.
Marco Minneman y Nick Beggs en batería y bajo respectivamente dan inicio a esta pieza con una impresionante performance, sonando explosivos, en especial las cuatro cuerdas del ex Kajagoogoo, que nos va abriendo camino a una experiencia sonora electrizante, con tempos que van cambiando constantemente en una carrera sincopada de una elegancia admirable. Lo progresivo, el jazz, el rock más duro, se unen en una alquimia que suena perfecta. El contenido gira en torno a un personaje que luego de su muerte sigue presente en el mismo lugar en que se sentó durante su vida a tocar “canciones mal aprendidas”, es ahí donde la idea de lo etéreo comienza a rondar en esta obra. Narrada además a través de los arreglos musicales, que nos cuentan la historia con un comienzo plagado de energía, para bajar las revoluciones en los momentos de introspección, en que Steven canta con voz suave y profunda, acercándose a los momentos mas reflexivos de Pink Floyd. No podemos dejar de mencionar el gran trabajo de Guthrie Govan en las guitarras y por supuesto a Theo Travis que aporta con increíbles pasajes de flauta, al igual que Adam Holzman desde los teclados. Steven Wilson logra su objetivo al desafiar a las nuevas formas de grabación para atreverse a grabar en directo, tal cual lo hacían las grandes bandas progresivas de comienzos de la década de los 70. Sin ir más lejos, contratando a Alan Parson para que se hiciera cargo de las perillas, todo un ícono de los años dorados del movimiento.
En resumen esta pieza pasa a formar parte de los comienzos de antología de un álbum, que en su totalidad es una obra de magnificencia absoluta, un trabajo que va creciendo en cada escucha, siempre encontrando detalles y emociones nuevas. Emociones que se podrán vivir en pleno este próximo 16 de Mayo en el Teatro Caupolicán, en que nos reencontraremos con esta figura que se ha ganado un lugar dentro de los genios más importantes de los últimos años. Un iluminado musicalmente hablando, sin lugar a dudas.
[youtube]http://youtu.be/wYfQ1I-VV7M[/youtube]
Here we all are
Born into a struggle
To come so far
But end up returning to dust
Oxfam (?) and tipsy’s head
laces undone
He has no truck with idle chat
work to be done
The songs he learned from scratched LPs
Stops him mid-flow to sip his tea
The chords he plays with lesser grace
Songs we all know
Each passing year etched on his face
Sun, rain, and snow
The words he sings are not his own
We speak of things he’ll never know
