Por Belén Muñoz
Banksy llega a Chile desde tierras inglesas para exponer en GAM más de 160 obras registradas en una exposición visual, sensorial y reflexiva. El artista, aún anónimo, es uno de los más reconocidos del arte contemporáneo actual, marcando tendencias y dando importantes vuelcos culturales a través de su fuerte crítica social hacia lo conservador, el capital, la policía, la política, el arte académico, y más.
El rock desde sus inicios fue un importante símbolo de rebeldía, de incomodidad, de crítica y distopía, incluso más cerca del metal o el punk, podemos hablar de corrientes anti-sistémicas y revolucionarias. Banksy es ese punky de los años 70’s que con mohica neón y chaqueta entachada que inquieta y llama la atención al instante, es esa figura que molesta, que estorba, que sobra, que irrita, que prefieres no mirar para perturbar tu acomodada realidad.
Lo primero que se nos viene a la mente cuando observamos este arte, es el espíritu Sex Pistols, con panfletos de fanzine fotocopiados para las tocatas, y el mismo logo en stencil que nos habla de un producto callejero, de garage, artesanal, pero con alma rebelde de presencia fuerte.
Para hablar de Banksy, no sólo hay que hablar de lo que el arte plástico puede lograr, si no la importancia de transmitir un mensaje de relevancia cultural a través de las obras. Los monos, la policía y las ratas son las musas del artista, siendo estas últimas una gran fuente de inspiración: “Las ratas existen sin permiso. Son odiadas, cazadas y perseguidas. Viven en silenciosa desesperación entre la inmundicia. Y sin embargo, son capaces de poner de rodillas a civilizaciones enteras” comentó Banksy en 2006 respecto a su colección de ratas ilustradas. Además, añade romanticismo al concepto, indicando que “RAT” (rata) es un anagrama del término “ART” (arte). Y con estas criaturas viviendo entre nosotros, la exposición nos muestra un baño mugroso y cubicular, acaparado por las ratas, y un efecto dimensional de reflejo espejado que Velázquez (“Las Meninas”) aplaudiría. Esta zona especialmente nos recuerda al “Metal Up Your Ass” de Metallica, siendo el mismo logo original de la banda, una extensión del stencil punk de la época.
Si vinculamos directamente el contenido visual y conceptual de la exposición, podemos pensar en Ramones, Sex Pistols, Suicidal Tendencies, Green Day, Kiss, Jimmy Hendrix, The Exploited, e incluso The Beatles, sin embargo, el sentido de “Without Limits” va mucho más allá de lo estético, pues el graffiti y el muralismo no son precisamente una consideración presente en Las Bellas Artes.
Tópicos controversiales como la guerra forman parte importante de la exposición, donde la niña desnuda, símbolo de la guerra de Vietnam, o el hombre de los tanques en China, vuelven a ser protagonistas fundamentales 50 años después. Los tópicos de guerra en esta exposición nos recuerdan a las historias narradas por Iron Maiden, Sabaton o System of a Down, con un dejo de crudeza e ironía, donde se refleja muy bien el cómo los ganadores son quienes cuentan la historia.
Lo mismo sucede con temas policiales, donde Banksy no pierde oportunidad para burlar a la autoridad, pensando “quién tomaría en cuenta a un policía si su casco parece bola disco?”, o la antítesis del registro de identidad, donde parte del storytelling de la exposición es ver como una niña se muestra vulnerable ante la inspección de la autoridad, para después mostrarnos al policía siendo registrado por la niña.
En cuanto a los monos, estos son representantes directos de la política, simios al poder, con sociedades completas en sus manos y un congreso digno de zoológico metropolitano, “ríanse ahora, pero algún día estaremos a cargo” se repite varias veces a lo largo del recorrido. Nos recuerda bastante a Rage Against The Machine, Accept, Pink Floyd, The Clash, e incluso Bob Dylan y Frank Zappa, con sus críticas permanentes a la autoridad y el capital.
Finalmente, parte de la experiencia fue ver obras clásicas como el David de Miguel Ángel, intervenido bajo el particular concepto de guerra que nos plantea el artista, o la intervención de cuadros impresionistas y con curiosos stencils y graffitis, que cambian totalmente la estética pulcra y académica de las obras, también una imponente crítica al dogma religioso y a la iglesia católica, a Disneyworld y su imperio capitalista, a la burguesía, al sistema carcelario, al sistema educacional, a la corona inglesa a través de distintas y muy creativas formas de blasfemar, viajando por el sinfín de temáticas que abarca Banksy desde la crítica, la ironía, la rebeldía, el vandalismo y la distopía vista desde la comodidad. Su propósito es la reflexión, el cambio cultural, la concientización sobre todo aquello que ha sido incuestionable a lo largo del último siglo. Una presentación consecuente con la realidad del Chile actual, expuesta en lo que en algún momento fue un escenario fundamental para Estallido Social en 2019. Si bien, podremos apreciar obras clásicas como “La niña del globo” o “Cocktail Molotov” del encapuchado con el ramo de flores en sus distintas versiones, las atracciones visuales y sensoriales son variadas y con un gran potencial performático.
La exposición, que se ha presentado con holgado éxito a más de 1.2 millones de asistentes en lugares como Australia, EEUU y Europa, estará disponible en el centro de exposiciones del Museo GAM, ubicado en Universidad Católica, desde el 25 de Mayo hasta el 31 de Julio. Las entradas van desde los $10.000 pesos y estará abierta al público de Lunes a Domingo entre las 10:00 y las 21:00 hrs. Entradas disponibles vía Passline.
Fotos Constanza Ragal
