Conciertos

Guns N’ Roses en Chile: tres horas de pura historia del rock

La banda liderada por Axl Rose, Slash y Duff McKagan conquistó una vez más al publico chileno.

iRock

15 Octubre, 2025

Por Cristián García A.
Santiago, 14 de octubre de 2025

Casi cuarenta años después de irrumpir en la escena mundial con su mezcla inconfundible de desenfreno, virtuosismo y actitud, Guns N’ Roses volvió a confirmar en Santiago que sigue siendo una institución viva del rock. El grupo liderado por Axl Rose, acompañado por Slash y Duff McKagan, ofreció un concierto de alto nivel en el Parque Estadio Nacional, bajo la producción de The Fanlab, en el marco de su Latin America Tour 2025.

Un comienzo explosivo

El público, compuesto por varias generaciones, esperó pacientemente la aparición de los íconos del hard rock. La antesala estuvo a cargo de la banda nacional La Mala Senda, que con un pop rock de acordes sencillos logró ganarse la aceptación del público, cumpliendo con el rol de encender los ánimos antes de la avalancha eléctrica que se avecinaba.

A las 20:42 horas, comienzan los primeros acordes de “Welcome to the Jungle” que estremecieron el recinto. Miles de voces cantando al unísono marcaron el inicio de una noche cargada de emoción y potencia escénica.
Las pantallas proyectaban gráficos tridimensionales con colores intensos y un cráneo rojo que reaparecía entre canción y canción, símbolo de una estética fiel al espíritu Guns, pero actualizada con tecnología de vanguardia.

La formación actual

La banda hoy se compone de siete músicos que sostienen la versión más sólida y estable de Guns N’ Roses desde su reunión en 2016:

• Axl Rose – voz principal, piano, teclados (63 años)

• Slash (Saul Hudson) – guitarra líder (60 años)

• Duff McKagan – bajo y coros (61 años)

• Richard Fortus – guitarra rítmica (58 años)

• Dizzy Reed – teclados, piano (61 años)

• Melissa Reese – teclados, sintetizadores y coros (34 años)

• Isaac Carpenter – batería (45 años), reciente incorporación que reemplazó a Frank Ferrer en marzo de 2025.

Durante el concierto, Axl presentó uno a uno a los integrantes, destacando el aporte vocal de Melissa Reese, quien asumió partes de acompañamiento con solvencia y energía escénica.

Técnica, espectáculo y memoria

Con un repertorio que recorrió casi toda su discografía, Guns N’ Roses demostró por qué sigue siendo una de las bandas más emblemáticas del género.

El virtuosismo de Slash fue uno de los ejes del espectáculo, pero Richard Fortus también se lució en “Rocket Queen” con un solo vertiginoso al estilo shred. Luego Slash realizó una performance muy teatral: colocó una manguera en la boca junto al micrófono, casi “haciendo hablar” a la guitarra con vibratos y efectos de talk box. Además, incorporó una guitarra híbrida tipo piano, similar al instrumento que aparece en el clásico “Sleep Walk”(Santo & Johnny), para enriquecer las texturas y dar un carácter único a la interpretación.

Y si hablamos de “Rocket Queen”, no se puede omitir su leyenda: la grabación original de 1987 incluye los sonidos reales de una relación sexual entre Axl Rose y Adriana Smith, pareja del baterista Steven Adler. Ese detalle, parte del álbum Appetite for Destruction, permanece como uno de los mitos más comentados del rock.

Entre clásicos y homenajes

Uno de los momentos más intensos llegó con “Live and Let Die”, la versión de Paul McCartney & Wings que Guns convirtió en un himno propio.

Otro punto alto fue “You Could Be Mine”, tema que los catapultó al éxito mundial en los noventa gracias a Terminator 2: Judgment Day. Slash desplegó riffs precisos, Duff sostuvo la base rítmica y Axl recuperó por momentos el filo vocal que lo hizo inconfundible.

“Don’t Cry” tuvo su momento emotivo: miles de luces de celulares iluminaron el estadio y el ambiente se llenó de emotividad.

En un guiño especial, Guns incluyó un cover de Black Sabbath, interpretando “Sabbath Bloody Sabbath”. Al terminar, Axl incitó a corear “Ozzy, Ozzy, Ozzy”, y el estadio respondió en masa, reconociendo a uno de los pilares del heavy metal y recientemente fallecido, Ozzy Osbourne.

Por su parte, “Civil War” cerró con un fragmento del riff de “Voodoo Child” de Jimi Hendrix, subiendo la intensidad y la energía del show.

Tras los anteriores clásicos, “Sweet Child O’ Mine” y “November Rain” dfueron parte de los momentos más emotivos del show. En “November Rain”, un piano llegó al escenario y las pantallas proyectaron lluvia mientras Slash ejecutaba el solo central. Miles de asistentes corearon cada estrofa, transformando el instante en un momento colectivo inolvidable.

El concierto culminó con “Paradise City”. Slash inició con algunos acordes sueltos antes del inicio oficial, casi como provocando al público, y luego atacó la intro seguida del clásico golpe de batería. El Parque Estadio Nacional estalló en saltos y cantos a todo pulmón. A las 23:34 horas, la canción terminó y con ella, tres horas exactas de rock puro,sin artificios, confirmando que Guns N’ Roses sigue siendo una leyenda viva.

En deuda con “Patience”

El único vacío fue “Patience”, ausente del repertorio y lamentado por muchos. Sin embargo, esta falta no empañó un espectáculo impecable, donde la ejecución técnica, la puesta en escena y la entrega hacia el público permiten que se perdone dicha ausencia.

Bonus Track: La voz de Mickey Mouse

Axl Rose mostró matices distintos a los de su juventud. Su voz aguda —una “voz de cabeza”— mantiene afinación y expresividad, aunque sin el raspado característico de los ochenta y noventa.
Especialistas atribuyen este cambio al desgaste natural de las cuerdas vocales y a la pérdida de flexibilidad en la faringe. Pese a ello, Axl conserva su poder escénico, de hecho, durante el show, se cambió de chaqueta varias veces, un gesto casi ritual que refuerza su impronta visual y estética rockera.

SET LIST: