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Iron Maiden: El fenómeno más grande del Heavy Metal

La banda británica se ha convertido en un legado de música e inspiración

Por Freddy Véliz

A estas alturas del siglo XXI, cuando los británicos Iron Maiden se acercan a las cinco décadas desde su formación , en nuestro país no es sorpresa que en un nuevo anuncio de visita, logren agotar un Estadio Nacional, y agendar una segunda fecha en el mismo recinto. No existe otra banda ligada al metal, a excepción de Metallica (quienes todavía no se han presentado en el principal coliseo capitalino), que pueda cumplir con tal hazaña, y haya llegado a un nivel de transversalidad como lo ha hecho la banda fundada por Steve Harris en 1975.

Iron Maiden formación 1980

El conjunto inglés publicó su primer álbum, de título homónimo, en 1980, marcando el inicio de una década en que el Heavy Metal fue amo y señor. La Doncella, como tradicionalmente se ha denominado a la banda en el mundo latino, fue parte de una camada de agrupaciones que construyó la base de lo que conoceríamos como la New Wave of British Heavy Metal (NWOBHM): Saxon, Def Leppard, Diamond Head, Raven, Tokio Blade, Blitzkrieg, Girlschool, Samson y una larga lista de artistas jóvenes ingleses, que influenciados por bandas asociadas al hard rock, ensombrecido por el auge del punk en la segunda mitad de los 70, le dieron un nuevo respiro a las guitarras pesadas, una nueva estética, un sonido mas agresivo y líricas que iban desde los castillos, dragones y caballeros medievales, a la imaginería satánica, anti religiosa, narraciones épicas o simplemente experiencias de diversión y desenfreno que cautivaron a la generación adolescente de la época. 

En Chile vivíamos en plena dictadura, éramos prácticamente un país aislado de todo lo que pasaba en Europa, pero gracias a algunos especiales radiales, revistas y programas de tv dedicados a la música, tímidamente  se iban filtrando estos sonidos que para los más adultos eran solo una música estridente y sin sentido, pero como para un adolescente no hay nada mejor que escuchar lo que a tus padres les molesta, el heavy metal era ideal. Poco a poco en los colegios, en los barrios y entre los amigos, nos encontrábamos con símbolos, logos, uno que otro vinilo (Lp en la época) de estas bandas, y Iron Maiden siempre destacaba por la figura de Eddie, esa enigmática y monstruosa mascota, que terminó atribuyendo a la banda acusaciones de satanismo por parte de la iglesia, sumado a títulos como The Number of The Beast, que asustaba a una sociedad pacata, ignorante y llena de tabúes. 

Puerta entrada a tienda Rock Shop (1989/90)

Eddie era utilizado incluso en afiches anunciando fiestas escolares. Algún fanático inició una tradición de esa época, dibujando a mano a ese personaje que muchos no sabían de su origen y fotocopiándolo para formar parte de la promoción de eventos de colegio, donde lo menos que escucharías sería a Iron Maiden o cualquier otra banda de heavy metal. En esos años el new wave, el rock latino, el pop de Madonna o Michael Jackson eran los infaltables en estos casos, algo diametralmente contrario a lo que significaba la Doncella de Hierro y sus contemporáneos dentro del género, pero ahí estaban los afiches pegados en postes de luz, árboles, paredes de colegio, etc. Disquerías como Circus, Fusión o la recordada Rock Shop lucían las flamantes carátulas de los discos de Iron Maiden en sus estantes, fuesen en formato vinilo o cassette.

Comenzó a crecer una fanaticada que con la salida de Paul Di’anno y la entrada de Bruce Dickinson, se dividió entre los que preferían a uno u otro, y la banda crecía a pasos agigantados, se desmarcaba de su generación tomando una delantera que los tiene liderando la escena del Heavy Metal hasta el día de hoy. Una gran estrategia de marketing, junto a grandes producciones discográficas, extensas giras, creación de himnos significativos para el movimiento, hicieron de Iron Maiden lo que es hoy, una agrupación que propone líricas inspiradas en grandes hechos históricos , o de importantes literatos, filósofos y obras cinematográficas, muy lejanas del culto a Satán como fueron acusados por la iglesia cuando prohibieron el que sería su primer concierto en Chile en plena gira del emblemático Fear of the Dark.

Los noventa fueron complejos para el Heavy Metal tradicional, la llamada música alternativa que aglutinaba a artistas de diversos mundos estilísticos tomaba las riendas de la década, Iron Maiden sufría la salida de Bruce Dickinson, sus grandes producciones en vivo se redujeron a pequeños teatros, y presentaban a Blaze Bayley como reemplazo, y con él debutan en Chile para casi 5000 fanáticos que llegaron al Teatro Monumental (Caupolicán), para una experiencia agridulce, porque si bien estaba el entusiasmo y la alegría de por fin tener a la Bestia en nuestro país, Blaze no convencía, en especial a la hora de enfrentar los clásicos donde Bruce mandaba. Un show discreto, con problemas entre la banda y el público debido a que aun persistía la idiota costumbre de escupir a los artistas, o de pifear a los teloneros hasta obligarlos a salir del escenario como sucedió con Héroes del Silencio. Una visita que nos mostraba a una banda que iba de capa caída, y con un futuro incierto.

Blaze Bayley y Steve Harris en Chile 1996

Tras su fallida segunda visita en 1998, los años finalmente dijeron lo contrario respecto a la alicaída carrera del conjunto, Bruce Dickinson regresó a la alineación en 1999, junto con Adrian Smith quien también había abandonado a la banda tiempo antes que el histórico vocalista, y el 2001 se anuncia el regreso a Chile, esta vez como siempre quisimos verlos, además venían con un elogiado álbum bajo el brazo, “Brave New World”, un regreso en gloria y majestad, que no estuvo exento de problemas, luego de un apoteósico show de apertura a cargo de Rob Halford, quien por primera vez llegaba a Chile, que dejó la vara alta para los anfitriones, quienes tuvieron una fallida salida por problemas técnicos, y a pesar de ofrecernos un concierto memorable, no dejó del todo conformes al público por evidentes falencias en la calidad del sonido. Desde ese momento, Iron Maiden comenzó a venir a Chile en cada gira mundial anunciada, cada vez sumando a más fanáticos de distintas generaciones, Pista Atlética y Club Hípico fueron escenarios recurrentes hasta que debutan el 2011 en el Estadio Nacional, ante casi 60.000 personas, un concierto inolvidable que fue registrado para un dvd oficial de la banda más admirada por los chilenos amantes del rock y el metal en general. Desde ese instante, el conjunto británico se ha adueñado del recinto deportivo de Ñuñoa, su última visita fue el 2019 en el mismo estadio, sumándose un show extra en Movistar Arena, concierto considerado por muchos como el mejor que Steve Harris y compañía ha ofrecido en nuestro país.

La banda más grande del heavy metal mundial, se ha ganado el corazón de los chilenos, y los chilenos se han ganado el corazón de la doncella, quienes no se restan elogios hacia el público nacional, convirtiéndose en un fenómeno musical pocas veces visto. Este conjunto de chascones amenazantes y peligrosos para los adultos de los ochentas, aterrorizados por una iglesia con poder que los catalogaba como satánicos y un mal ejemplo para la juventud, actualmente son considerados la banda más transversal del metal mundial, disfrutada por los actuales adultos, jóvenes, adolescentes y niños, que son cautivados por esta música que ha llegado a inspirar a miles de personas en encontrar sus vocaciones.

Periodistas como el reconocido Rafael Cavada, en varias oportunidades ha revelado que Iron Maiden lo llevó a estudiar periodismo e interesarse en la historia, asi como ilustradores vieron su interés en el dibujo y el arte gracias a lo cautivante de las carátulas creadas por Derek Riggs, o muchos llegaron a estudiar literatura inglesa al descubrir que tras letras como la de “Rime of the Ancient Mariner” o “The trooper” estaba el nombre de importantes poetas británicos. También nos ha motivado a conocer historias épicas, a hurgar en la obra de Edgar Allan Poe, en conocer sobre el antiguo Egipto, a componer música o simplemente a tomar un instrumento. El legado de Iron Maiden no es menor, es una fuente de cultura, ejemplo de disciplina y dedicación en una carrera artística fascinante, con todos los ingredientes para una aventura musical de cinco décadas.

Estamos ad portas de reencontrarnos con la Doncella de Hierro en Chile, sin lugar a dudas, serán dos jornadas inolvidables, donde nuevamente hordas de seguidores peregrinarán hacia el histórico coliseo deportivo ubicado en el centro de Ñuñoa, enarbolando la bandera del heavy metal para recibir a sus máximos emperadores.

Las entradas para el Future Past World Tour de Iron Maiden en Chile, las puedes encontrar por sistema Ticketmaster, aun quedan tickets para el 28 de Noviembre, ¡No te quedes fuera!

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Esta noticia fue publicada por el área editorial de iRock.CL

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