REVIEW: ROBERT PLANT & THE SENSATIONAL SPACE SHIFTERS
7 de Noviembre 2012, Movistar Arena.
Por Freddy Veliz
Hace 32 años que Led Zeppelin dejó las pistas luego de la muerte de John Bonham, pilar fundamental en la potencia y sonido de la banda más importante e influyente de la historia del rock duro. 32 años en que las especulaciones de un regreso siempre terminan siendo desmentidas por la banda, sólo dando paso a contadas actuaciones especiales como el recordado aniversario 25° de Atlantic Records en 1988, o la celebrada reunión el 2009 en el Arena de Londres. La negativa de un regreso tiene a Robert Plant como el principal responsable, y el miércoles quedó demostrado, como alguna vez lo aclaró, ya no tiene la energía ni la actitud de cuando eran un veinteañero como para reformar Led Zeppelin . Pero tiene las ganas de seguir creando y reinventándose, eso está claro.
Desde su proyecto junto a Page, que lo trajo por primera vez a nuestro país en 1996, ya se vislumbraba el camino elegido, al presentar nuevas versiones de sus antiguos clásicos, seguido de su trabajo en conjunto con la cantante Alisson Krauss en que se acercó al blue grass, sembrando dudas entre sus seguidores mas rockeros. Todo ese currículum está a todas luces a la vista enla SensationalSpaceShifters (una suerte de continuación del proyecto Strange Sensation), que lo tiene embarcado en el viaje sonoro que lo trajo de vuelta a Chile.
Llegó el día tan esperado por todos, ya se había anunciado que Los Jaivas eran los elegidos para abrir los fuegos en el Movistar Arena, una noche mágica era la que se venía, los chilenos, con unos 15 minutos de retraso salen al escenario ovacionados por el público que aún no llenaba al completo el recinto.La VidaMágica¡Ay si!,La PoderosaMuerte, Amor Americano, Arauco tiene una pena (Perdonado Mutis por su olvido de la letra), Sube a nacer Conmigo Hermano y Todos Juntos fueron los elegidos por la banda que deslumbra como siempre.
Pasadas las 21:00 hrs. se apagan las luces y la ovación no se deja esperar y uno a uno salen los músicos al escenario, la leyenda estaba ahí frente a frente al incondicional público en su mayoría mayor de 30 años. “Tin Pan Valley” (Mighty Re-Arranger 2005) suena perfecta, veía rostros que ya estaban al borde de las lágrimas, incrédulos de poder ver y oír en vivo a la voz que más ha influido a los cantantes del rock a partir de 1970, y que desde un comienzo nos dejó perplejos por mantener el timbre intacto. Desde ahí en adelante todo fue experimentación, renovación, reinvención, sentimiento, pasión. A TPV le sigue “Another Tribe” del mismo disco del 2005 que a su vez es seguida por el primer clásico zeppeliano de la noche “Friends” (Led Zeppelin III) en una versión bastante apegada a la original, destacando la guitarra acústica y el bendir (instrumento de percusión africana) a cargo de Justin Adams. De a poco nos adentramos en la aventura de reinventar clásicos, y “Spoonfool” compuesta por Willie Dixon y popularizada por Howlin’ Wolf es la primera en ser cercenada con maestría por Plant, hace su ingreso además una de las estrellas de esta Sensational Space Shifters, el músico gambiano Juldeh Camara ejecutando el Ritti, (una especie de arcaico violin africano de una cuerda) y seguido con la mirada de admiración por parte del mismo Plant, uno de los grandes momentos de la noche.
“Somebody Knocking” es seguida de uno de los grandes clásicos de Led Zeppelin “Black Dog” en una versión que ha más de alguno dejó perplejo, ya que es de las que menos se acerca a la original, una deconstrucción, que a mi parecer es la menos lograda, aunque interesante de apreciar ya que nos delata a un Robert Plant inquieto e impredecible, que no da concesiones, y se pone al servicio de la música que evoluciona y es consecuente con sus argumentos con respecto a una vuelta de la legendaria banda británica.
Las revoluciones se calman con “All the King’s Horses” tema que el 2009 fue parte del soundtrack del film “Hazme Reir” (Funny People) del 2009 y que protagonizó Adam Sandler. La atmósfera creada por la banda era seguida con devoción por el público presente, casi como si de una misa se tratara, pegada a esta suenan las primeras notas de “Bron-Y- Aur Stomp” nuevamente de Led Zeppelin III, seguramente por la característica acústica, este álbum fue del que se extrajeron la mayoría de las canciones de Zeppelin en esta nueva mirada de Plant, otro momento de hipnótica calma.
Luego Justin Adams desde los acordes de su guitarra nos adentra en “ The Enchanters”, Juldeh Camara con el Ritti sigue armando ese juego de sonidos africanos que coparon la atmósfera en gran parte del concierto. Sensacional riqueza de matices sonoros que no dejaba a nadie indiferente.
Desde aquí en adelante fueron quizás los momentos más altos de la velada, “Four Sticks” es la encargada de despertar al público del trance, y Camara en perfecta ejecución del Kologo (banjo africano) pone la cuota de sonoridad étnica a esa tremenda obra de Led Zeppelin IV. El excelente álbum II se hace presente con la maravillosa versión de “Ramble On” ovación total, la cuota de rock entremezclada con los matices acústicos hacen de esta una de las mejores nuevas miradas a los clásicos por parte de R.P. Una de las que se llevó los mayores aplausos.
John Baggot (Massive Attack – Portishead) desde los teclados y perillas pone la cuota de electrónica a la versión del blues “Funny in my Mind” ( I Believe I’m Fixin’ to Die” original del bluesman del delta Bukka White. Potentísima.
“You Shook Me/You Need Love/ Whole Lotta Love” unidas como medley hicieron explotar el Arena en emoción, Robert Plant luciéndose a los 64 años con una voz impecable. Era la hora de descansar y los músicos se retiran del escenario dejando a los atónitos seguidores en estado de shock.
El blondo vocalista vuelve para despacharse el momento más emocionante y mágico de la noche. Junto a Baggot en el teclado, Liam “Skin” Tyson en guitarra y Justin Adams en mandolina, interpretan “Going to California” calcada a la original, con Plant cantando como en sus mejores años, inmejorable experiencia. Y para culminar nada mejor que con “Rock and Roll” en una versión bastante distinta a la original pero no menos potente como para no hacer que todos se pongan de pie y tarareen el clásico “Lonely lonely lonely lonely lonely time….”
Lo más probable es que no todos hayan quedado conformes porque iban con las expectativas de escuchar a Led Zeppelin tal como lo han oído durante su vida, en gran parte culpo a los medios publicitarios que manipulan la información para confundir, no olvidemos que el aviso radial iba acompañado con Black Dog de fondo en su versión original, y justamente esa canción era la más alejada de su raíz. Debemos entender que Robert Plant durante su carrera como solista ha pasado por distintas etapas, y eso lo ha nutrido para lograr confluir todo ese bagaje en lo que construyó en este proyecto.
Además si lo analizamos a fondo, y volvemos a los años de Led Zeppelin, nos daremos cuenta que lo celta, el blues, las referencias hindúes también estaban presentes en la banda con que Plant junto a Bonham, Page y Jones cambiaron la manera de hacer rock. Claro ahora el rock pasa a un segundo plano y la evolución del vocalista invirtió los roles sonoros y la importancia se centra en el lado mas étnico, cercano ala World Music.Y eso enriquece aún más la postura de este hombre que se niega a vivir del pasado, y si bien tiene claro que gran parte de su audiencia pide a gritos escuchar los clásicos que lo hicieron famoso hace mas de 40 años, el entrega esos clásicos, pero no cede por completo y nos hace abrir los oídos a nuevas propuestas, las que a él le acomodan con más de seis décadas en el cuerpo.
La música es un arte infinito, en que las posibilidades de reinterpretarla pueden ser interminables, los resultados pueden ser extraordinarios o desastrozos, dependerá de quién está detrás de esta reinterpretación. Robert Plant tomó el camino correcto, demostrando que tiene el talento y la magia para tener la autoridad y libertad para dar a los clásicos esa necesaria otra vuelta de tuerca.
