ADRIAN BELEW EN CHILE
2 DE DICIEMBRE 2013 | TEATRO NESCAFÉ DE LAS ARTES
Por Freddy Véliz
Luego de tres años de su última visita, Adrian Belew, el destacado músico norteamericano, integrante esencial en la etapa ochentera de los ingleses King Crimson, regresaba a Chile con su Three as a perfect tour. Los amantes de las estructuras progresivas tendrían una nueva oportunidad de disfrutar de este importante referente del género, que en su currículum además se destaca su colaboración con artistas y bandas tan disímiles como Talking Head, David Bowie, Tom Tom Club, Frank Zappa, Tori Amos y Nine Inch Nails entre otros.
En esta oportunidad se daría espacio en la apertura a una banda chilena, elección que recayó felizmente en una de las mejores agrupaciones de nuestro país, me refiero a los porteños TRYO, quienes con una carrera que bordea los 30 años de trayectoria tendrían el honor de compartir escenario con este verdadero emblema de la guitarra.
A las 20:50 aprox. la banda formada por los hermanos Ismael y Francisco Cortéz en guitarra y bajo respectivamente, más Felix Carbone en la batería, suben al escenario para encender la noche partiendo con “Valparaíso Psicodélico” un verdadero clásico de su discografía. El power trío venía de cerrar el Festival La Plata Prog en Argentina, y en una sólida presentación repasaron parte de su repertorio más eléctrico y cercano a sus raíces crimsonianas: “Espacios”, “Tierra”, “Niebla” y “Orbitas” son los cortes que ejecutadas magistralmente por los nacionales, frente a una audiencia que se dividía entre conocedores de su carrera y otros que debutaban con entusiasmo ante estos músicos dueños de un nivel superior dentro de la escena nacional, sin nada que envidiar a los grandes exponentes extranjeros. Un gran acierto el tenerlos abriendo a Belew.
Con unos minutos pasadas las 21:30 horas, Adrian Belew en solitario hace su aparición en el escenario, acompañado tan solo de su Parker Fly, y con el público ovacionando al reconocer los primeros acordes de “Matte Kudasai” perteneciente a “Discipline” de King Crimson, y en una personal versión comienza a echarse al público en el bolsillo.
Rápidamente aparecen la talentosa bajista Julie Slick, quién destaca en la formación de la Crimson ProjeKct, y el baterista Tobias Ralph, quien demostró ser un aporte de primer nivel. Y de la carrera en solitario de Belew, extraen “A Little Madness”, con esto se vislumbraba ya la dirección que tomaría el concierto, un repaso por estos dos mundos del versátil cantante y guitarrista estadounidense, que dejó a todos en un trance hipnótico con su inmensa capacidad y recursos para crear distintas sensaciones sonoras a partir de los efectos que logra sacar de su instrumento.
Atmósferas que cambiaban de lo más ambient a voladas psicodélicas, todo en perfecta armonía para mantener al público en vilo, deslumbrando con excelentes versiones de “Frame by Frame”, “Dinosaur” o “Neurótica” de su etapa con el rey carmesí. Los aplausos se hacían sentir con fuerza en especial cuando repasaba esos clásicos de la banda de Robert Fripp.
Slick y Ralph se robaban las miradas con la perfecta sincronía de la base rítmica, la melenuda bajista por momentos provocaba potentes tensiones que marcaban fuertemente los pasajes que Belew dirigía como solo hacen los grandes maestros.
Con “Writing on the Wall”, “Beat Box Guitar”, “Futurevison” y la hipnótica “E” Belew repasaba parte de su carrera solista, la que, seamos sinceros, no ha logrado destacar ni capturar mayor atención de los fanáticos que siempre han apostado más por su labor con King Crimson, y de eso claramente anoche fuimos testigos, en especial cuando luego de despedirse, vuelve para un encore con geniales interpretaciones de “Three of a Perfect Pair” y la contagiosa y tremenda “Thela Hun Ginjeet”, logradas con una potencia admirable en este formato de trio, que no se amilana ante esas magníficas obras crimsonianas.
Belew y sus acompañantes se despidieron así de Chile, con el público de pie, coreando y acompañando con las palmas en un teatro repleto, en los rostros de estos tres músicos se reflejaba el momento de satisfacción que sentían con la respuesta del público, Slick con celular en mano y con una gran sonrisa grababa el momento. Un concierto de gran magnitud instrumental y sonora, donde Belew utilizó cada unos de sus recursos, tanto vocales como en su guitarra, muestra de virtuosismo y empatía. Una noche donde los amantes de la música de avanzada tuvieron su reencuentro con un trozo importante de la historia, alguien fundamental en cada proyecto donde colabora, influyendo en los resultados finales desde su particular e innovadora manera de expresarse desde las seis cuerdas. Todo un privilegio.
Fotos: Natalia Olivares
[nggallery id=109]
