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LIVE REVIEW | ANTHRAX y TESTAMENT…unidos por un solo mosh

ANTHRAX + TESTAMENT EN CHILE

10 DE MAYO 2013 | TEATRO CAUPILICÁN

Por Freddy Veliz

Cuando los norteamericanos Testament, comenzaban a dar que hablar por esos recordados 80s, con su álbum debut The Legacy, tuvieron la oportunidad de girar con una banda que ya estaba posicionada como las grandes del Thrash Metal, algo que para la novel banda de Chuck Billy y sus secuaces era todo un acontecimiento. Con los años seguramente esas giras o actuaciones en conjunto se han repetido varias veces, y este 10 de Mayo no fue la excepción, y tal como ocurrió el año pasado en The Metal Fest, se volvían a reencontrar en Chile.

El Teatro Caupolicán fue el elegido para recibir a estos monstruos del metal, que desde su anuncio, ya se esperaba un acto imperdible, y no era para menos, si estas dos bandas tienen una gran cantidad de seguidores en Chile, además de estar entre las más legendarias e influyentes del thrash a nivel mundial. Otro plus, que se confirmó mientras se acercaba la fecha, es que Anthrax había elegido nuestro país para grabar su próximo dvd.

Siendo las 20:30 del viernes 10, se apagan las luces y se escucha la intro de una guitarra que prontamente se va convirtiendo en “The Star Spangled Banner” el himno de los Estados Unidos, y mientras esto sonaba, hace su entrada en la batería Gene Hoglan sucedido por el resto de la banda para comenzar una atronadora presentación con “Rise Up” de su último trabajo de estudio, el que activó rápidamente el switch de los que repletaban el teatro para los primeros mosh pit de la noche, que se mantuvieron con “More Than Meets the Eye” y que llegaron a uno de sus máximos momentos con la clásica e imperecedera “Over the Wall” uno de los más exitosos cortes de su disco debut.

Testament-6Una arrolladora potencia sonora (demasiado para mi gusto, debido a que por momentos costaba definir con claridad los instrumentos) y un contundente arsenal de directos trallazos ,  “Native Blood” (presentada por Billy como Sangre Nativa), seguida de “True American Hate” y el que da título a la última placa “Dark Roots of the Earth”, Chuck, luego de los saludos de rigor, mira al público y dedica “Into the Pit” a todos los que incansablemente se enfrascan en la lucha del mosh pit, generando el más violento y multitudinario ciclón humano de la presentación de los del Bay Area de San Francisco. Los clásicos no se detienen y “Practice What You Preach” se encarga de mantener en alto la adrenalina, y así se repite con “The Haunting” y con Skolnick y Peterson cruzando sus Les Paul y FlyingV respectivamente, crean un puente de distorsión para pasar a “The New Order”, recordemos que justamente este día se cumplieron 25 años de la publicación del imprescindible segundo álbum de la banda. Tremendo momento vivíamos en el Caupolicán, TESTAMENT estaba dando su mejor show desde el 98’, año en que debutaron en nuestro país. La intensidad no daba tregua y la tremenda “Alone in the Dark” invitaba seguir el caos en la pista, desde donde se levantan los puños y banderas coreando al unísono con Chuck, de ahí al encore, para volver y seguir pateando cabezas con la veloz “D.N.R. (Do not Resuscitate)” del álbum The Gathering de 1999, placa de la que además extraen “3 Days in Darkness”. Para despedirse la demoledora “The Formation of Damnation” fue la elegida, para no dejar trasero de pie. Gene Hoglan una verdadera máquina que no deja de sorprender con su ejecución, con sus característica y elogiada performance que lo hace ser reconocido como uno de los más importantes bateristas del mundo del metal.

Repito, esta ha sido la mejor presentación de los norteamericanos en nuestro país, un set que a pesar de dejar fuera una imprescindible (opinión personal) como “Trial by Fire”, fue perfecto, nunca dejando espacios para que la intensidad y la atmosfera decayera. Con un Chuck Billy paseando su imponente figura por el escenario, derramando toda la furia con su potente garganta, los problemas con el micrófono en algunos pasajes, no fueron motivo para ensombrecer esta nueva pasada de Testament por nuestro país. El telón de fondo con la imagen de la portada de la última obra de la banda es retirado, para dejar libre los clásicos pentagramas que caracterizan las puestas en escena de los neoyorkinos ANTHRAX. Después de la carnicería humana dejada por los anteriores, las energías debían ser recuperadas en por lo menos 15 minutos.

A eso de las 22:30 horas, el momento esperado llegaba y desde la oscuridad el escenario se baña de un intenso azul, y desde los Anthrax-9parlantes se escucha la intro pregrabada de “Among the Living” provocando la euforia inmediata de un teatro que parecía venirse abajo, la banda sale al ataque y una arrolladora masa humana comienza a correr en círculos, desde el centro de la pista activan una bengala de humo que ciega la vista hacia el escenario, en una imagen caótica con los riff de fondo, la masacre estaba dada, Anthrax se llevaría sin lugar a dudas una filmación de antología, el himno “Caught in a Mosh” aumentaba la catarsis de la fanaticada, que no paraba de correr en círculos por la pista al completo, demostrando porque fuimos los elegidos para inmortalizar el show en nuestro país. El carismático Joey Belladonna introduce “I’Am the Law” la que no da tiempo para tomar un mínimo descanso, mientras en la pista los el circle pit no paran, desde la platea las cabezas se sacuden incontrolablemente. El thrash metal de la vieja escuela, ese que tiene entre sus cuatro grandes héroes a los protagonistas de la noche, está de fiesta, y los que llegamos a repletar el recinto de calle San Diego, lo tenemos claro, también así la banda que refleja estar disfrutando un momento único. Joey desde el escenario hace corear al público el siguiente corte, al que todos responden pronunciando las siglas NFL!! Con todo el poder de sus gargantas…sentía que todo recién empezaba, y ya estábamos viviendo un momento de máximo éxtasis, “Efilnikufesin (NFL)” seguía con el repaso del tremendo Among the Living, que en esta primera parte culminaba con “A Skeleton in the Closet”, en una versión que al final provocaban una atmósfera de hipnotismo caótico a través de los riff extendidos a cargo del gran Scott Ian,  acompañado de Jon Donais (Shadows Fall) que ocupó el lugar del renunciado Caggiano.

Scott Ian y Charlie Benante retroceden a mediados de los 80s cuando conformaron un proyecto paralelo más ligado al hardcore o al crossover, en unión con Danny Linkler y Billy Milano, hablo de S.O.D. una de esas bandas que se convirtieron en una referencia de culto, a la que en el Caupolicán tributan con “March of the S.O.D.” todo un himno de la old school, el que termina con un fade out en que suena una intro de sellos, y entre la tenue iluminación vemos que en cada costado se instalan lienzos con los rostros de Ronnie James Dio y Dimebag Darrel, un sentimiento de emoción caló en los hasta ese momento atribulados comensales, y comienza a sonar “In the End”, tributo de la banda a estos dos grandes cultores de los sonidos que  hacen que nuestras vidas tengan mayor sentido. Belladonna imitando la postura del enano maldito refleja la admiración que sentía por estos genios que, por lo menos físicamente, ya no están con nosotros.

Luego Scott Ian agradece al público el estar ahí, y retrocediendo a Fistful of Metal (debut discográfico de la banda) anuncia la poderosa Deathrider, volviendo al huracán avasallador de la cancha.

Los tributos continúan y repasando Anthem, su último trabajo basado en covers, y tal como lo vienen haciendo en la gira, llega el momento de interpretar uno de los grandes clásicos de los australianos AC/DC, me refiero a “TNT” desatando el delirio de todos que corean saltando y levantando puños, es impresionante como Belladonna logra un timbre de voz muy cercano al recordado Bon Scott, impecable presentación, que finaliza con un guiño a Back in Black, dejando a todos pensando que seguirían con esa, pero era momento de continuar con el repertorio de los dirigidos por el calvo Scott y “I’Am Alive” es el encargado de no dejar que el show decaiga.

Llegaba uno de esos momentos que está claro es de los más álgidos, y uno de esos himnos imprescindibles se hizo presente con “Indians”, asegurando así que nadie se iría con su cuello sano. Belladonna con un desplante que sólo lo da la trayectoria y la empatía con su público, bromea y con gran forma física corre y salta por el escenario, hace muecas hacia la cámara que lo sigue en la carrera imparable, para registrar los momentos que en un futuro disfrutaremos a través del prometido dvd. Joey las hace de director y dirige al camarógrafo para que  voltee el lente hacia el público, estimulando así a que los fanáticos levanten sus manos en forma de saludo. Momentos que ya quedaron grabados en nuestra retina.

“Medusa”, In my Mind”, la punketa “Got the Time” y “Fight’em” continúan aplanando cabezas. Frank Bello en todo el show entrega su performance aparte, saltando, haciendo slam con el poderío de su ejecución desde las cuatro cuerdas, imponiendo su estilo.

Anthrax-12Se apagan las luces y Joey Belladona presenta a Benante quien desde una poderosa muestra de talento desde la batería nos introduce, con Bello e Ian al frente, a los fraseos rapeados de “I’m the Man” llenos de ironía poniendo la cuota de humor, que siempre ha caracterizado a la agrupación norteamericana, que termina con el escenario teñida por el intenso rojo de la iluminación, Benante golpea sus toms, y uno de los momentos más emotivos de la noche, y que de alguna manera se esperaba, desciframos que se trata de la intro a “Reign in Blood” de Slayer, provocando quizás el más violento y explosivo moshpit de la noche, fue una postal impresionante, que de seguro la banda no olvidará fácilmente, Ian levantaba su mano con la señal de los cuernos hacia el cielo, y con la frase “We love you Jeff!” terminaba su sentido tributo al recientemente fallecido guitarrista, ícono indiscutido de la historia del thrash metal. No podíamos aún creer el tremendo show que estábamos presenciando, ni siquiera me cuestiono, que es lo mejor del año hasta ahora.

La locura no termina y “Madhouse” es interpretada de manera impecable, sonando poderosa de principio a fin, coreada con la garra que ya nos tiene considerados entre los mejores (sino el mejor) públicos del planeta.

Para despedirse no podía ser otra que la contagiosa y coreable versión del clásico de los franceses Trust “Antisocial”, incluida en el álbum de 1988 State of Euphoria. Un final esperable para un concierto que, al igual que otros que han pasado por el Caupolicán (Monster of Rock del 95’, Pantera, Motorhead, The Gathering, entre otros), quedará registrado en la historia como uno de  los emblemáticos realizados en el recinto de Santiago Centro. Un concierto en que no faltó nada de lo que pudiese menoscabar su espectacularidad, banderas, circles pit apoteósicos, gritos de arenga, bengalas (aunque cuestionadas dotan de  una atmósfera carnavalesca al show), la banda afiatada y empática con el público, las dos bandas, para no aminorar la importancia de Testament. Sonando siempre bien dentro de lo que se puede exigir a agrupaciones de tamaña importancia. Tampoco olvidemos a los responsables de la producción que sin dudas, deben haber quedado totalmente conformes, logrando repletar el recinto y haciendo un trabajo ejemplar en este tipo de eventos, eso siempre se agradecerá.

Una noche que no olvidaremos fácilmente, de hecho mis oídos seguramente sufrirán un par de días más las consecuencias, de una velada en que estuvimos un poco más cerca del holocausto infernal de dos leyendas que mientras más pasa el tiempo, más poder acumulan para imponer su liderazgo de entre los grandes de la historia del metal.

Fotografías por Cristian Carrasco Sepúlveda

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Noticia publicada por el área editorial.

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