ARCH ENEMY “Latin AméricaKhaos Tour2012”
Teatro Caupolicán, 21 – 11 – 2012 Santiago –Chile.
Por Freddy Veliz Olea.
Luego de 3 años de su última visita, los suecos volvieron a nuestro país presentando su más reciente placa titulada “KHAOS LEGIONS” , placa que como ya se viene haciendo una constante entre sus fans, ha tenido un recibimiento dividido en cuanto a su apreciación, convengamos que Arch Enemy ha mutado bastante desde los años de Black Earth o Stigmata, lo que ha provocado estas divisiones naturales entre los que prefieren esos primeros años en desmedro de sus últimos trabajos y viceversa, como también están los más acérrimos y fieles seguidores que han aprendido a convivir y apreciar cada una de sus obras.
Para esta cuarta presentación los invitados nacionales a telonear fueron los excelentes BREAKDOWN, quienes como se esperaba, entregaron una intensa actuación de media hora frente a la mitad de la audiencia que colmaría luego el sector de cancha del Caupolicán. Con un prendido Eddie Montana que no escatimó recursos para lanzar algunos “cariñosos” saludos a la madre de Piñera y sus secuaces, para salir luego despidiéndose del público que los recibió con mucho respeto.
Por los micrófonos se anunciaba que habría un retraso de 15 minutos por ajustes de iluminación, provocando las tradicionales pifias de los que ansiosamente esperaban el plato de fondo. Y algunos minutos pasadas las 21:00 hrs., se escucha la secuencia pregrabada de “Khaos Overture” con un teatro que solo logró ocuparse en el sector cancha, con los miembros de la banda apareciendo uno a uno, siendo el primero Daniel Erlandsson quién saluda desde la batería, provocando la algarabía de la fanaticada, que vuelve a expresar su cariño cuando aparece Angela Gossow y parten con “Yesterday is Dead and Gone” respetando el orden en que aparece en Khaos Legions y tal cual lo hicieron en la parte europea de la gira. Y ese setlist es respetado al continuar rápidamente con un clásico del álbum en que debutó Angela “Wages of Sin” (2001) me refiero a “Ravenous”, muy bien recibido por el público que saltaba y coreaba en conjunto con la blonda cantante que se mostraba cómoda y como en familia derrochando toda su energía vocal, que en mi opinión, carece de matices abusando en demasía de su indiscutible técnica en el manejo de lo gutural. Los densos riff de las guitarras nos anunciaban “My Apocalipse” confirmando el respeto que tienen los legionarios seguidores con la banda nórdica que seguían a coro ala Gossow, que se desplazaba constantemente por el escenario, levantando sus brazos e interactuando con gestos y abrazos con sus compañeros de banda.
Angela Gossow una vez terminado My Apocalipse, saluda al público y anuncia otra de su última placa, la demoledora “Bloodstained Cross” que fue una injección a la vena de energía sobre el público que hasta ese momento se había mantenido algo discreto. Uno de los mejores cortes del último disco y además uno de los momentos altos del concierto, que seguía al pie de la letra el setlist de Barcelona (su última parada europea) hasta “The Day You Died”, aquí hay un cambio en el orden de las canciones con respecto al tour europeo y se lanzan con “Revolution Begins” también del Rise of the Tyrant” del 2007, disco de cambios y contrastes que tuvo tantas buenas críticas como malas, evidenciando las diferentes aristas que tiene la evolución discográfica de la banda liderada por el talentoso guitarrista Michael Amott.
Es hora de un descanso para parte de la banda y Erlandsson toma su turno para mostrar sus dotes tras la bataca, en un solo bien ejecutado y discreto que da paso a “Under Black Flags We March” otra de Khaos Legions (2011), que es seguida por una no incluida en el tramo del viejo mundo, “Burning Angel” de Wages of Sin, seguida de la brutal y antibélica “Dead Eyes See No Future” incluida en el alabado Anthems of Rebellion del 2003.
Nick Cordle, el guitarrista que debutó este año en la banda es el encargado de crear el ambiente y la atmósfera desde un melódico solo de guitarra que de a poco va interactuando con Amott y el público, para que las riendas las tome Mike y quede solo en el escenario para despacharse con notable ejecución desde las seis cuerdas su solo de rigor, él es el jefe y lo dejó de manifiesto en el escenario del Caupolicán.
Rápidamente descargan la furia con “Dead Bury Their Dead” del Wages of Sin…A estas alturas quedaba claro que Angela Gossow es endemoniadamente poseída desafiando los límites vocales, impresionante la performance de la alemana, que es magistralmente acompañada por las poderosas guitarras de Amott y Cordle.
Con la declaración de principios de la melódica “No Gods No Master” seguida de la animalista “Cruelty Without Beauty” (las dos de Khaos of Legions) que desde las dos pantallas dispuestas en cada uno de los costados, nos mostraban imágenes de animales cruelmente torturados.
Anthems of Rebellion se vuelve a hacer presente a través de la excelente “We Will Rise”, todo el peso de la canción puesta al servicio de los pies de Erlandsson quién destaca aquí con un sólida sincronización desde el doble bombo, para dar paso a las guitarras que a la vez nos llevan al primer encore por medio de la notable “Bridge of Destiny”.
Como es de esperar, la banda inmediatamente vuelve al escenario y “Blood on your Hands” es la encargada de hacer explotar el histórico teatro santiaguino, que aunque no estaba a su capacidad máxima, logró mantener la atmósfera de brutalidad que los headbangers exigen vivir en cualquier concierto de metal que se precie de calidad, la banda opta por una segunda salida, para volver con “Snowbound” y la clásica y siempre celebrada “Nemesis” convirtiendo el recinto en un hervidero de potentes riff y con Gossow dejándolo todo en el escenario, que era testigo además de una grabación que será publicada próximamente en Dvd. Ya se sentía venir el final, y así lo entendieron todos cuando comienza a sonar la outro con “Fields of Desolation” en que los músicos se despedían levantando las manos desde el escenario y Angela se paseaba con bandera chilena en mano agradeciendo así a los presentes por una velada que para muchos fue quizás su primera vez frente a los nórdicos, la mayoría de esos indudablemente quedaron satisfechos con el potente pero a la vez discreto show, no así los fanáticos más antiguos que esparaban más clásicos, los que quedaron fuera del set, para dar paso a temas de su última obra, que en sí, es la que están promocionando, y por lo visto a eso están abocados.
Este no fué ni por mucho el mejor concierto del año, pero cumplió con lo que cualquiera de nosotros exige a la hora de disfrutar de una buena presentación en vivo. Un muy buen sonido, buena puesta en escena con visuales que no eran muy innovadoras pero cumplían el objetivo de complementar desde las pantallas cada uno de los temas, la entrega de los músicos, con notables ejecuciones de cada uno de ellos, Angela robándose la película con ese vozarrón, que si matizara más, la haría mucho mas interesante.
Si el día fue marcado por la cantidad de temblores en la zona central, el epicentro mayor fue el que se vivió en el Teatro Caupolicán junto al metal atronador de Arch Enemy, de eso no cabe duda alguna.
Galería Fotográfica gentileza Julián Pacheco
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