5 de octubre 2016 | Teatro Coliseo
Nota: Juan Guillermo Carrasco | Fotos: Fernanda Rodriguez
El ex “templo evangélico que hoy está inaugurado… por mi”, como brillantemente acertó el ex Teleradio Donoso convocó, junto a Javiera Mena y unos casi nacionales Capital Cities, un público entregado a la celebración que copó de lado a lado los flamantes espacios del exorcizado “Pare de Sufrir” a punta de baile y carrete como toda inauguración merece. Y con respecto al sonido, no entraremos en mayor análisis pues a grandes rasgos y muy por encima, al menos iguala el estándar del circuito a gran escala, aunque con más evento de por medio, perfectamente se podría llegar a un punto de mayor precisión.
Alex Andwanter: triunfo moral
Tras un leve desgaste por su seguidilla de presentaciones (cabe recordar que la noche anterior estuvo en las celebraciones del Día de la Música), su actuación no mermó en el ángel que pone en sus contingentes letras de plano nacional, o en las más profundas perdidas amorosas. “¿Quieren bailar? ¿Quieren llorar? ¿Mejor las dos?” preguntó tras pasar ‘Tatuaje’ posterior a ‘Casa latina’, como parte de los destacados highlights que a más de alguno golpeó desde adentro.Además de ‘Cordillera’ (“Amiga”, 2016), nuevas versiones de su ex banda (‘Bailar y llorar’), ‘Rebeldes’, o la desgarradora ‘Tormenta’, entregaban la mejor justificación para invertir el grado de importancia en los carteles del show (razones hay de sobra, como su nominación al Grammy, por ejemplo). Felicia Morales es ovacionada por “su fan club” -bromeó Alex- tras ser presentada principalmente por su aplaudido registro 2014 “Agosto” y su impecable trabajo en teclas, al igual que la formación ampliada a siete, si sumamos su frontman.
‘Eras mi persona favorita’ a un paso de su primera década, ‘Cabros’, y una que ya pasó a la historia, ‘Como puedes vivir contigo mismo’ (a tres teclados), justificaban la noche en que Alex recibió el trofeo más importante de su vida: darlo todo en un ya extinto recinto construido bajo el alero del prejuicio y la eterna misericordia. Alto número.
Javiera Mena: sin miedo
Con el pasar del tiempo, y mirando su constante evolución luego de graduarse en “El festival más importante de América”, pareciere que no topa techo su desplante creativo. No por nada es cotizada con ansias en importantes festivales (Primavera Sound) debido a su impronta de recompensar la inversión de verla en vivo. Nada es porque sí; desde la posición de la coreografía, luces sincronizadas, hasta el más preciso touch por parte de la percusionista de Amanitas, Natalia Pérez (representantes nacionales del “Latin America and Caribbean 2016 Year of Cultural Exchange, en China), son lo que a grandes rasgos cautiva a la autora de ‘Sol de invierno’.
Su onda, con partidarios y detractores, postula nada más que honestidad de su protagonista, y caer en críticas sería perder el tiempo en vez de apreciar su calidad en las pitas. Por lo demás, agradecimientos de sobra para su iluminador que traspasó la esencia de Mena (en ‘Nueva Era’, la canción) a los focos y estrobos del eximio recinto de cultos (al igual que el antiguo convento de Montecarmelo en Providencia, actual espacio cultural). Los movimientos de su cuerpo de baile y el ambiente que generó, estuvieron fuera de órbita en su propuesta ajena a esta tierra, musicalmente hipnótico, aplicando –al menos en el en vivo- las fórmulas madres de la electrónica.
Finalmente el trabajo tras la toma extendida de ‘Espada’, y con toda la carne a la parrilla, tuvo la atención del lugar de punta a cabo. Natalia lo golpea todo, sabe que es buena y lo extrapola sin aires de alarde a cada beat de máquinas. Para qué decir del leit-motiv artístico sobre Star Wars que dejó a varios y varias con la boca abierta. Fresca.
Como embajadora del “hagas lo que hagas, te lo van a criticar igual”, la teenager chic del siglo XXI lo hizo nuevamente. La fiesta ya estaba desatada.
Capital Cities: desgastando la formula
Tras una gira mundial que los trajo por sexta vez promocionando su único disco lanzado tres años atrás (“In a Tidal Wave of Mystery”), es porque el modelo funciona… y es quizá actualmente lo más rescatable del conjunto estadounidense a excepción de sus primeros dos shows. Pero en lo netamente musical salvo su versión de ‘Breath’, muy buena por lo demás, no hay nada más que ofrecer, aparte del estreno lanzado coincidentemente el día del show (‘Volwels’). El resto, es redundar a lo ya escrito tantas veces…
Teniendo en cuenta lo importantísimo que es para la comunidad y el turismo un nuevo punto cultural al centro de todo, más la sobresaliente performance del escuadrón “Paraíso Pop” (o al menos así lo dicta El País de España), la bienvenida a un nuevo punto histórico cumplió con todas las certificaciones. Y en lo netamente musical, Capital Cities cumplió con el protagonismo, más no con el alma de la fiesta. Bajo este concepto, es hora de mirarnos más.
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