30 de septiembre 2017 | Estadio Monumental
Nota: Litta | Fotos: Eugenia Luppichini . AgendaMusical.cl
Años de espera, décadas que se transformaron anoche en un sueño cumplido para muchos y es que desde mi subjetividad puedo expresar que, en lo que va del año, Def Leppard es hasta el día de hoy el mejor show en vivo que ha pisado Chile este 2017, más allá de lo lamentable de la bajada de Aerosmith, el clima y cuanta negatividad intentaron posicionar como relevante, lo que vivimos ayer fue de otra era y sí, de otra galaxia.
Una ornamentación que no ostentaba gran parafernalia, sin bulliciosos despliegues, polémicas o pirotecnia, el quinteto británico nos devolvía esa gran sensación que hemos perdido, -un gran show más allá de la rimbombante estética es aquel que se valida desde la perfección en la ejecución, el sonido, el prolijo acabado en los cierres y matices-. Muchos pensábamos que tales atributos vendrían sólo desde The Who!, pero entonces la sorpresa para varios, tanto desde quienes no les conocían hasta quienes no les consideraban, asaltó las mentes.
Clásicos del ayer y hoy, sonando como en calidad 320 kbps, con el despliegue de históricas imágenes desde el fondo del escenario, que nos mantuvieron la nostalgia a flor de piel. El gran debut de Def Leppard nos brindó un hermoso viaje a la mágica escena del Glam de los 80’s, pero con un brillo que no dependió solo del colorido espectáculo de leds y luces, el cual en esta oportunidad fue parte de la escenografía pero que no significó para nada lo más grande del show como suele pasar con otros artistas.
El magnífico setlist, que homologó las mejores piezas de una trayectoria, con 17 canciones que nos entregaron lo mejor desde el Hysteria del 87’ hasta el homónimo del 2015, hicieron inflar pulmones para corear de principio a fin, el magnánimo romanticismo de Foolin’ y Love Bites, la energía de Armageddon It, el cover de David Essex, Rock On, en donde las extensiones en los solos de guitarra consolidaron la mutua performance entre los capos de Phil Collen y Vivian Campbell.
Al momento de sonar Hysteria, más allá de lo significativo de escuchar por primera vez en vivo este clásico himno de los 80’s, nos entregaron sorpresivos retazos de Heroes de Bowie, subrayando junto a Let’s Get Rocked y Pour Some Sugar On Me, que la magia de la experiencia no es una fórmula sólo alcanzada por la longevidad, sino más bien es fruto de un constante trabajo que no deambula en los espacios del exitismo en base a la polémica, porque a pesar de ser muchas veces recordados solo por la singularidad de su baterista Rick Allen, quién es un ejemplo de lucha y amor por la música, estos músicos van más allá de sus capacidades y se plantean como verdaderos titanes del Rock.
Finalmente un cierre que avasalló junto al clásico, Photograph, aplastaron por completo la desilusión tras la ausencia de Aerosmith y nos hacen decir fuerte y claro, “fue el mejor show de éste primer Stgo Rock City y también de lo que va del año”, la mejor decisión que pudieron hacer muchos fue olvidarse del mal tiempo y los sorpresivos impases del cartel, y haber llegado al Monumental, porque fueron testigos de lo mejor de lo mejor. Para los iRockers que no les conocían, bienvenidos al estado Leppardette y para nosotros quienes esperamos años por esta visita, bienvenidos a la increíble emoción que nos durará hasta una próxima y ansiada visita.
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