Dream Theater | Foto Facebook Transistor – Aceituno
03 de julio 2016 | Teatro Caupolicán
Review: Celeste Jamacg
The Astonishing Live, es la gira que trajo nuevamente a los norteamericanos Dream Theater, y que corresponde a su décimo tercer álbum de estudio editado en Roadrunner Records y que vio la luz en enero de este año. En esta oportunidad el Teatro Caupolicán, fue el lugar elegido luego del cambio de recinto (en primer lugar sería en el aún, no terminado Teatro Coliseo). Un show para seguidores de Dream Theater y aún más, seguidores de esta tremenda historia “The Astonishing”.
Este trabajo conceptual, consta de dos partes, el Acto I y Acto II, es una historia futurista y trata de una épica batalla en el año 2285 en un mundo dominado por máquinas de ruido o mejor dicho “Nomacs”. La batalla se da entre los bandos “The Great Northen Empire” y “The Ravenskill Rebel Militia”, este último se revela en contra el imperio y se desata la batalla.
Bajo esta premisa, existen varios conceptos subyacentes en la historia, por un lado la exacerbada industrialización, un guiño fuerte a nuestra forma de vivir hipnotizados (o robotizados) bajo el encanto de las tecnologías y por otra parte, queda otra enseñanza, tenemos grave la pérdida del juicio individual de la humanidad, que se ha visto doblegada por el “Emperador Nafaryus”, que en la historia es un personaje fuerte y temeroso. Eso, en breve, es The Astonishing y en vivo, la propuesta en escena se pone más interesante.
El quinteto, compuesto por el canadiense James LaBrie, y los norteamericanos Jordan Rudes, John Myung, Mike Mangini y John Petrucci, le dieron vida en el escenario a este trabajo conceptual de 34 canciones divididas en estos dos actos, en el que la expresión progresiva se apodera de cada rincón de la historia, con pasajes extremos con baterías mortíferas, como también tiempos más lentos, que traducen baladas hermosas y cambio de voces a cargo de LaBrie, según la historia y personaje. Una gran trabajo que en detalle, tiene un sinfín de sorpresas.
La decoración de recibimiento fue impresionante, como es de costumbre con Dream Theater, que siempre ha traído consigo, escenografías que se condicen con el estilo visual del álbum que están promocionando. Recuerdo las grandes hormigas en el Movistar Arena cuando vinieron con el Sistematic Chaos en el 2008. En esta oportunidad, las gráficas que se vieron durante todo el show a través de pantallas rectangulares dispuestas al fondo del escenario, tamaño tan grande para que nadie perdiera algún detalle, ya que en ellas siempre se estuvo reproduciendo la historia, los personajes animados en 3D, conjugados con siluetas negras, patrones y formas con colores elementales convirtiéndolo en un espectáculo de primera.
Prolijidad y arte. Además, pudimos ver los estandartes, banderas con el logotipo de la banda que le dieron un toque más vivido de la historia, aprovechando el espacio del escenario. Me dio una sensación conocida, puede ser a Pink Floyd con su magnífico The Wall.
Un elemento que fue parte importante de la historia y la puesta en escena, fue el show de luces y el sonido impecable, que le otorgó intensidad en la medida que sucedía la historia. Bien sabemos de la gran acústica del Teatro Caupolicán que reluce mejor con un equipo de primer nivel, como el que trajo Dream Theater. Las ubicaciones son cómodas desde cualquier ángulo, lo que permite poder apreciar placenteramente el espectáculo este talento del que ya hemos sido testigos en otras ocasiones.
Se propuso sillas para los asistentes y hubo un par de reglas para todos incluyendo a la prensa; no usar flash, dispositivos móviles o cámaras profesionales, ni grabar videos. En el caso de la prensa, tuvo un cómodo lugar desde el “Palco C” del teatro, para respetar el formato del concierto. Al ser una pieza audiovisual especial, una ópera rock, y como los asistentes estaban en silla, no existió barricada. Cada fotógrafo se les dio explicitas instrucciones para realizar su trabajo desde el palco para prensa para no interponerse con la visual de los asistentes, ni disparar frente al escenario.
Por un lado se entiende, este recital es completamente diferente a los anteriores, y han sido en extremo cuidadosos con su público y el material que están presentando, por otro lado, es algo incómodo. Este sería un concierto que iría casi en contra a la cultura de “bootlegs”, muy por el contrario a los conciertos pasados.
Hay un buen contingente de vigilancia dentro de los espacios donde están los asistentes. Pude ver cómo llamaron la atención de varios “porfiados” usando flash o fumando, (esta última) acción que por Ley, está prohibida para espacios cerrados. Otra diferencia, es que esta sería la primera vez que un show de Dream Theater, al menos en nuestro país, que ha diseccionado a su público con las entradas.
Si hoy van a ir a contemplar esta ópera, dejen sus celulares a un lado, aprovechen la instancia para las fotografías antes del show y en el interludio de 20 minutos, que se dará luego de finalizado el Acto I.
Como les mencioné, esta propuesta audiovisual cuenta la historia en dos partes, la primera es el contexto de los habitantes de Ravenskill, que se introduce con la aparición de los androides Nomacs, que desde generaciones han estado comandados por el Emperador Nafarryus. En la historia los habitantes han sido controlados por un chip incrustado en sus cerebros, lo que ha permitido la sumisión del pueblo al servicio de este emperador y se les ha arrebatado el placer de la música.
Como antítesis, a esta situación hay un “salvador”, Gabriel El Elegido, el que tiene la habilidad única de reproducir una melodía que puede acabar con el sometimiento del pueblo de Ravenskill.
Sumando a esta historia, la hermosa hija del maléfico emperador, “Faythe” traiciona la dictadura de su padre y pasa a ser parte de la lid de la rebelión, más conocida en esta placa como “The Ravenskill Rebel Militia”.
En esta historia, es el poder de la música es el catalizador de esta batalla, ya que el pueblo de Ravenskill, no tenía ese privilegio. Lo que da pie a esta segunda parte, a la guerra y dolor por recuperar el “regalo de la música” música, logrando apagar a los Nomacs para siempre y liberando a Ravenskill por siempre de la dominación, con el perdón al emperador, que logra abrir sus ojos antes el error de someter al pueblo a través de los androides, logrando el perdón, redención y jurando protegerlos a través del canto de su gente. Es un final inesperado.
Un trabajo que sale de los márgenes a los que Dream Theater nos tenía acostumbrados. Es un trabajo y propuesta como ópera, ambiciosa y muy bien ejecutada. La calidad de estos artistas es incuestionable, estamos hablando de una trayectoria exitosa y que están en constante creación. Hay distintas posturas con respecto al álbum, la más común, que es muy extensa y se hace difícil seguir el hilo de las 33 canciones. Es por eso chicos, que este espectáculo es así. La prolijidad de los actos, la ejecución de estos músicos llega a ser impresionante, tenemos un punto de creación, en el que deja “chico” al que acostumbra a escucharlos, llega a ser abrumador, sin embargo, posee una riqueza tácita en la composición y en cada parte de las escenas, que aunque se haga difícil, termina encantando en la medida que uno se sumerge en la historia junto con ellos.
La banda apostó al detalle, que es lo que finalmente hizo un filtro natural de quienes siguen a la banda y quienes, hoy siguen a “The Astonishing” y es por eso que la advertencia “real fans only”.
Nota del Director:
Lamentablemente no contamos con fotografías del primer show, ya que la producción del evento decidió dividir en dos grupos a los gráficos (uno para cada día), decisión que se tomó a solo horas del primer show, alterando todos nuestro tiempos. Por lo tanto nuestra galería estará disponible el martes 5 de julio y corresponderá al show del lunes 4 de julio.
