MAYHEM EN CHILE
30 DE NOVIEMBRE 2013 | CLUB KMASÚ
Por Freddy Véliz
Luego de un recordado y accidentado debut el 2008, los legendarios MAYHEM regresaron a Chile para celebrar sus 30 años de historia. Estos verdaderos emblemas del Black Metal escandinavo tenían una deuda con nuestro país, y esta era la oportunidad para hacer valer de buena forma sus pergaminos.
Las dudas comenzaron a sentirse en el ambiente cuando la hora convenida para el inicio del show comenzó a postergarse, y cientos de fanáticos que se apostaban en las afueras de la discoteque de Blanco Encalada, esperaban con ansias y también con algo de temor a que se repitiera lo de hace cinco años atrás en el mismo recinto.
El relajo se hizo sentir cuando se abren por fin las puertas y en orden comienza el ingreso de los sedientos del metal más oscuro.
A eso de las 21:20 aprox. (El horario inicial era a las 20:00hrs), Los nacionales de Maledictum, banda proveniente de Viña del Mar, suben al escenario y en algo más de media hora despachan toda su furia frente a un público que escuchó con respeto un repertorio un tanto plano en su propuesta, pero tan brutal como para no dejar indiferente a nadie de los que esperaban el plato fuerte de la jornada.
Cerca de las 22:30 los noruegos suben al escenario en medio de las tétricas percusiones de “Silvester Anfgan” y la ovación fue instantánea, Attila Csihar , con un cráneo sostenido en su mano izquierda y cual maestro de ceremonia nos invitaba a participar del ritual, a contraluz se dibujaban las sombras de cada uno de los músicos, creando un clima de infernales notas emanadas de temas como “Pagan Fears”, “Buried by Time and Dust” y la ensordecedora “Deathcrush”. Todo un arsenal de violentos y brutales cortes acompañados de una puesta en escena con todos los clichés que se le puedan atribuir a una banda del género. Y como es una tradición en Mayhem. No podía faltar la cabeza de cerdo que incluso terminó siendo lanzada por Csihar a su devoto púbico.
Con una calidad de sonido bastante aceptable para lo que se puede lograr en esa sala, la banda prosiguió con la arrolladora “Ancient Skin”, y la más arrastrada “My Death”. El viaje a los infernales terrenos de Mayhem ya era toda una realidad, y escapar de esos poderosos riffs, más la exigida voz del húngaro Csihar, se transforma en algo casi imposible. Nadie puede, ni quiere salir del endemoniado show que estábamos presenciando, todo de alguna manera te atrapa sin misericordia y tus oídos deben mantenerse firmes ante la furiosa pared sonora que nos acribilla desde el escenario.
“A Time to Die”, “Iluminate Eliminate” y “Symbols of Bloodswords” nos invitan a sacudir las cabezas y adentrarnos en las oscuras sombras del metal noruego con esas atmósferas que gustan tanto en una buena camada de metaleros de este lado del hemisferio, el otro lado del mundo para la banda misma, quienes luego de entregarnos , quizás el momento más alto de la noche con “Freezing Moon” apoyados por el público coreando y arengando con manos en alto, comienzan a acercarse al final con “Carnage”, sucedida de “De Mysteriis Dom Sathanas” y despidiéndose con “Pure Fucking Armageddon”. El show concluía, con el público bastante satisfecho con lo vivído, una noche en que uno de los máximos exponentes del Black Metal asoló el club Kmazú de sonidos extremos y de vestimentas negras, ofreciendo un teatral y poderoso ritual pagano.
Fotos: Cristian Carrasco
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