ESCUDO MASTER – TERCERA FECHA
29 DE AGOSTO 2014 | TEATRO CAUPOLICÁN
Foto: Mauricio Villarroel (Rockerio.cl)
El metal chileno tuvo su fiesta y fue grandioso, un teatro Caupolicán que terminó repleto de fanáticos que llegaron a sacudir sus cabezas en un evento que congregaría a tres de las bandas más importantes de nuestra escena, junto a dos agrupaciones que comienzan a abrirse camino en un circuito donde el camino es pedregoso, bastante pedregoso diría yo, pero que con prestancia, sapiencia y profesionalismo se pueden sortear obstáculos y obtener grandes logros. OBSCENE y CRIES OF DEATH fueron las bandas ganadoras del Escudo Masters 2014, y tuvieron la responsabilidad de abrir los fuegos a una noche que se teñía de largas melenas y poleras negras. Antes de las 20:00 hrs ya la fanaticada comenzaba a formarse en fila en las afueras del Teatro, fanáticos hambrientos de metal (y muchos sedientos también), querían presenciar desde el comienzo el espectáculo y no perderse a ninguna de las bandas.
Cuando OBSCENE sube al escenario a las 21:00 hrs, el teatro lucía una discreta cantidad de público que alcanzaba a colmar algo más de la mitad del sector cancha, lo que no fue excusa para que a los primeros sones de “The Convolution Day” los presentes comenzaran a sacudir sus cabezas. De inmediato comenzamos a apreciar el alto nivel de la producción que teníamos al frente. La banda sonando impecable, potentes, y decididos a echar abajo el recinto. Con “The Inception” y “Seeing the Truth” se despiden luego de intensos quince minutos de presentación que se hicieron demasiado cortos.
La posta la tomaron los viñamarinos de CRIES OF DEATH, con algo más de público, que paulatinamente comenzaba a ubicarse por los distintos sectores del teatro. Se respiraba la efervescencia y se creaban los primeros mosh, ayudados por la, aunque corta, brutal performance. La agrupación formada el 2008 aprovechó el breve espacio para presentar “Caerás” nuevo tema, que estará incluido en su próxima placa, que esperan publicar entre Enero y Febrero del 2015, y también promocionar “Entre Sombras” single de Slave (2013), del cual presentaron un video clip hace algunos días.
Dos bandas que demuestran que el metal en Chile sigue vivo, y con claras esperanzas de un recambio generacional prometedor.
Se venían los platos fuertes, y así se hacía notar en el interior del recinto cuyos últimos rincones comenzaban a ser ocupados por la horda de metaleros que apenas sale a escena NUCLEAR, despliegan un masivo mosh al son de “Belligerence”. Sonando a todo cañón la banda liderada por Matías Leonicio, avala su tremenda carrera en constante ascenso. Luego de deambular en una gira por Europa, este era el momento propicio para la bienvenida en sus tierras. Un repertorio vuela cráneos, recorriendo parte de su discografía a base de guitarras que con una pulcritud y claridad admirable, resonaban en nuestros oídos.
“Inner Hate”, “11th Block”, “Heaven Denied” fueron parte de esta plausible actuación de elevados decibeles, que culmina con “Apátrida” todo un himno de la banda a estas alturas, y que dejó sin aliento a los 4000 asistentes al encuentro.
La debida pausa para preparar el siguiente número, daba tiempo para saciar la sed con una helada Escudo, que esta vez estaba a un valor mucho más accesible en comparación a los precios que normalmente se manejan en el recinto, una medida que tiene sus pro y sus contras, lamentablemente quedó de manifiesto que aún existe un grupo de personajes que terminan empañando estos eventos con actitudes como el hecho de lanzar latas desde platea o hacia el escenario. Una actitud que debemos erradicar a tiempo, para que no terminemos con prohibiciones que tengamos que lamentar.
30 años de carrera hacen de DORSO toda una institución, y por ende, una leyenda del metal chileno, su frontman
Foto: Mauricio Villarroel (Rockerio.cl)
Rodrigo “Pera” Cuadra es un ícono respetado en el ambiente y eso se manifiesta en cada actuación de la banda que se sale de todo parámetro convencional en el género. Tirando toda la carne a la parrilla la agrupación que completan Álvaro Soms, Gamal Eltit y Fran Muñoz, nos acribilla con la explosiva “Terror Carnaza”, que a pesar de notorios problemas técnicos, hicieron que el público desatara su furia en un inmenso mosh que no se detuvo en toda la actuación del cuarteto santiaguino. Contra toda tradición, en medio del show incluyeron “Hidra” verdadero himno de la banda y del metal nacional, que tomó por sorpresa a la fanaticada que acostumbra esperar este clásico hacia el final de los shows.
“Vampiro del Cogollo” de Recolecciones Macabras del Campo Chileno (2012), última placa de Dorso a la fecha y “Nasty Ritual” de Disco Blood (1998) nos acercan a un imprevisto final, en que Cuadra nos informa que por problemas de tiempo deben acortar su show, por lo que determinan que el público elija entre “Reytec”, clásico del progresivo Romance (1990) o “El Espanto Surge de la Tumba” del exitoso álbum del mismo nombre de 1993. Optan por el segundo, y como un furioso tornado en medio del teatro la fanaticada dorsálica se enfrasca en un increíble mosh que de alguna manera, hizo pasar a segundo plano todo problema técnico, que en parámetros generales, en cuanto a la calidad del sonido, fue la más débil de la noche.
Foto: Mauricio Villarroel (Rockerio.cl)
Casi tres horas de desenfreno metalero no daban tregua, y CRIMINAL nos tenía preparada una celebración de niveles extremos. A 20 años de debutar discográficamente con Victimized, Anton Reisenegger y compañía suben al escenario faltando veinte minutos para la medianoche. “Cancer” es el clásico encargado de abrir las puertas al infernal espectáculo que prosigue con “Akelarre”. En cada uno de los rincones del teatro se experimentaba el furor que provoca la agrupación metalera más internacional de nuestro país. Un sonido controlado en las perillas por José Corral, por momentos se sobresaturaba, aunque en líneas generales estuvo a la altura de cualquier banda de renombre internacional. “Victimized”, “Collide”, “Alma Muerta”, “21st Century Paranoia” ensordecían al colmado recinto antes de dar paso a la revisión completa de Victimized, el disco que marcó el reencuentro de Anton con su público y las generaciones venideras, luego de convertirse en un personaje respetado en la escena nacional, tras su paso por Pentagram y Fallout. Diez cortes que se han convertido en verdaderos clásicos del metal chileno, con dos miembros originales (Juan Fco. Cueto y José Joaquín Vallejo) invitados en “Psycopath” y la increíble “Stillborn”, CRIMINAL hizo valer sus pergaminos. Eso no fue todo y con una tripleta descomunal compuesta por “Slave Master”, “Rise and Fall” y la icónica “Hijos de la Miseria”, se despedían bajo una merecida ovación, en una velada que difícilmente se borre de nuestra memoria.
Fue una noche en que quedó demostrado que cuando existe la voluntad, el profesionalismo, la buena gestión, se pueden lograr grandes objetivos. Cuatro bandas chilenas brindaron un show con un alto estándar de calidad. Un trabajo excelente en la iluminación, sonido de primer nivel, una coordinada organización de los tiempos, y lo más importante, la respuesta del público, que llegó en masa y enriquecieron el espectáculo con un lleno total, rompiendo con los mitos de que el chileno no sigue a las bandas nacionales.
Puede ser el punto de partida para ir poco a poco elevando las exigencias, y tengamos más temprano que tarde, una escena mucho mas profesionalizada. Ahora el compromiso de llenar los teatros, mejorar el comportamiento y valorar lo nuestro, depende del público. Los recursos están, pero hay que ganárselos.
Por Freddy Veliz
