Por Freddy Véliz | Fotos: Cristian Carrasco
El mítico Bar de René está celebrando su 25/ 26 aniversario durante el mes de mayo, y lo hace con una abultada cartelera de bandas nacionales que se estarán presentando prácticamente la semana corrida (Martes a Sábado) durante todo el mes.
Estuvimos este viernes 6 con el regreso a las pistas, luego del receso pandémico, de la súper banda HIJOS DE ALGO, quienes el 2020 publicaron su segunda placa de estudio, titulada Chile Diablo, y que hace algunas semanas anunció la salida en buenos términos de su vocalista, el ex Machuca Feliciano Saldías.
El conjunto que además de Feliciano, estaba conformado por Daniel Robles (Silencio, La Danza de las Polillas) en bajo; Cler Canifrú (Hidalgo, Lilits) en guitarra y Mauricio “Negro” Hidalgo (Weichafe) en batería, se concentró estas últimas semanas en la búsqueda del nuevo cantante, lo que finalmente terminó concretándose con el fichaje del experimentado Pancho Rojas, ampliamente conocido por liderar bandas como Damajuana, Mandrácula y los legendarios La Banda del Capitán Corneta, y qué mejor presentación en sociedad, que tocando en el rockero bar ubicado en pleno barrio Italia.
El show comenzó con varios minutos de retraso, debido a que en el escenario contiguo se presentaba Angel Parra. Hijos de Algo comenzaron frente a un lleno total que los vitoreó apenas iniciaron con “Ansias de Poder” , público que tenía fijada la atención principalmente en Pancho Rojas, que a pesar de sus valiosos pergaminos, igualmente existe esa pizca de duda respecto a cual será el resultado, puesto que Feliciano, es dueño de una voz excepcional, y se había ganado la admiración de los seguidores.
Todas las dudas se disiparon esta noche, al constatar in situ, la presencia y carácter de Pancho. Su vozarrón se adapta muy bien a las canciones de la banda, tomando incluso un tinte de mayor peso, cruzando límites incluso hacia el metal. Por ahí cometió perdonables errores propios de un debut, como por ejemplo adelantar su entrada al estribillo en “Quiero Gritar”, descolocando un segundo a sus compañeros, pero rápidamente sortearon el impasse jugando a lo grande.
Un set que además incluyó canciones que el público conoce a la perfección como “Reacción”, “Avanzar”, “No Neno”, entre otras que se entremezclaron con canciones de sus bandas matter, generando un encuentro de momentos nostálgicos con Daniel interpretando a los recordados Silencio con el clásico “Sangre”, o Mauricio Hidalgo dándole fuerte a los tarros con un mini medley de Weichafe que incluyó “Las Cosas Simples” y “Pichanga”. Por su parte la soberbia Cler Canifrú nos entregó una punzante versión de su tema “Escorpiones”, con la banda alineada en perfecta sincronía, apoyando una sólida interpretación vocal de la diestra guitarrista.
Las expectativas de qué tema sería elegido entre los proyectos propios de Pancho Rojas, se acrecentaron cuando fue anunciada su incorporación a la banda, y adelantaban que se incluiría alguna versión de estos proyectos. Finalmente el tema escogido fue uno que tuvo gran rotación radial, nos referimos a “Verde Claro”, extraído del álbum homónimo de Mandrácula, provocando uno de los momentos altos de la noche con el público coreando al unísono esta canción que ya cumple 24 años, y ha envejecido como el mejor de los vinos.
Una presentación que dejó una satisfactoria impresión sobre el futuro que se viene para Hijos de Algo. Conjunto que desde su fundación nos expuso una imagen de unión en base a la amistad, y el hecho de optar por Pancho Rojas (un viejo conocido) para unirse a este honesto proyecto, demuestra que la idea de mantener esa característica que proyectan hacia sus seguidores sigue en pie, y se refleja perfecto sobre el escenario. El bagaje del también líder de los blueseros La Banda del Capitán Corneta, puede ser de gran aporte para los próximos trabajos del cuarteto, no es menor cuando se habla de uno de los más destacados vocalistas de la escena musical chilena. Lo del viernes fue una pequeña pero gran degustación. Obviamente hay detalles que ajustar, y eso dependerá de un trabajo de ensayos y roce en vivo, para que el engranaje quede perfectamente aceitado. La rueda comenzó a girar y estamos confiados de que la conducción está en las mejores manos.
