26 de abril 2018 | Club Blondie
Nota: Jorge Pérez Contreras | Fotos: Cristian Carrasco (Chargola)
Ayer terminó la espera para los seguidores del más crudo Death metal, IMMOLATION dio cátedra de sonidos blasfemos con su repertorio infestado de guturales, riffs ensordecedores y doble pedal devastador.
La agrupación comandada por Ross Dolan (Bajista y voz) trajo consigo un acumulo de temas nuevos de su último LP “Atonement” el cual se estrenó a mitad de febrero del año pasado.
Las puertas del mítico club BLONDIE se abrieron para el público pasadas las 19 horas. Pocas personas se encontraban en el recinto, más no fue impedimento para que la banda nacional BONEBREAKER iniciara su presentación como telonero. Cargados de energía, contagiaron a los espectadores que movían sus cabezas al compás de la caja. El sonido del grupo fue muy limpio y bien ejecutado en cada una de sus canciones, un Death metal bestial y potente sobre todo en el tema “MERCY”, que fue aplaudido por las personas que se encontraban en el lugar.
La segunda banda que se presentó fue TIMECODE, con un setlist variado e intenso que su vocalista interpretó de forma óptima y con un gran registro vocal. La agrupación tuvo matices de sonidos densos y ligeros que cautivaron al público presente, cuyo aumento de personas fue gradual al transcurrir los minutos. Sin embargo, los parlantes izquierdos que apuntaban a la pista central tuvieron pequeñas fallas que se corrigieron luego, éstas provocaron un detrimento tenue que no dejó percibir completamente la esencia Death.
Antes de comenzar el espectáculo principal, la banda TRIMEGISTO salió a escena y deleitó a los oyentes que se agolparon en las primeras filas. Con un repertorio sublime y cargado de atmosfera siniestra, TRIMEGISTO desbordó potencia, sobre todo en el tema “Shapes in the Void”, que avivó a los presentes, los cuales alzaron sus manos en señal de agradecimiento hacia la banda por la excelente calidad que entregaron.
Ya avanzada la noche y con pista central abarrotada de gente, IMMOLATION salió a la tarima solo para afinar detalles de sus instrumentos. Mientras Ross Dolan preparaba su micrófono, las personas cercanas a la barrera aprovechaban para sacar fotos y vitorear su nombre, suceso que Dolan aprobó de buena manera, saludando y dejándose fotografiar.
Pasadas las 21:30 horas, el cuarteto neoyorquino comenzó su show de la mano de canciones como “Father, you’re not a father”, “Swarm of terro”, “Majesty and decay”. Cada una de ellas vociferadas por los cientos de seguidores que coreaban al unísono e imitaban los acordes de la guitarra y golpes de la batería en sus “air guitars and drums”. Le siguieron “Once ordained”, “Thrown to the fire” y “Kingdom of conspiracy”, canciones las cuales no podían pasar inadvertidas y dejaron entrever que IMMOLATION, a pesar de tener más de 30 años de trayectoria, sigue estando vigente y pisando fuerte dentro del género Death metal. Otros temas como el clásico “Into everlasting fire” y su homónimo “Immolation” provocaron “Mosh pits” cerca del escenario y “Headbanging” en todos los rincones del recinto. Éstos fueron animados por el guitarrista Robert Vigna, cuya destreza con su instrumento acentuó la brutalidad con que la banda expuso todo su repertorio.
Siempre con un sonido demoledor, la agrupación entregó tema tras tema sin dejar respirar. Cada melodía quebró cráneos y rasgó tímpanos hasta el punto de dejar satisfechos al séquito sediento de Death metal. Dolan, en nombre de la banda, entregó sus más sinceros agradecimientos por el apoyo y el cariño de los fieles oyentes del género, demostrándolo cuando se acabó el show y la agrupación completa se acercó a las bardas para estrechar las manos con sus fans, autografiar poleras e inundar el ambiente de fotografías y recuerdos.
Finalmente me atrevo a decir que IMMOLATION fue, es y será una banda de culto entre todos los que escuchamos Death metal. Con sonidos despiadados, sanguinolentos, pútridos y sucios como los entrega esta banda, con letras anti-religiosas y sociales que dan espacio para disfrutar la música desde el inframundo que está aquí, en la Tierra.
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