PACO DE LUCÍA EN CHILE
23 DE NOVIEMBRE 2013 | CASINO MONTICELLO
Por Gonzalo Arancibia Guede
Foto: T4F
Queda claro porqué es considerado el Maestro de la guitarra flamenca. A pesar del atraso de la partida, Paco de Lucía salía a escena pasada las 21: 30 hrs. para cautivar al público que llegó hasta el Casino Monticello para conectarse con un sonido intacto que proviene de la guitarra criolla interpretada con una técnica que deja con la boca abierta a cualquiera.
Fue una noche plagada de pasión y sonido gitano. Pasajes de alto desarrollo musical fueron la tónica de un espectáculo que se desarrolló ante una generosa audiencia que a pesar del gélido frío se rindió ante la fuerza de Lucía y su septeto integrado por percusiones, bajo, guitarra y cuerpo coral.
En esa línea destacan los nombres de Antonio Sánches Palomo en segunda guitarra, Antonio Serrano (teclado y armónica), Alain Pérez a cargo del bajo, Israel Suárez en percusión, David Maldonado y Antonio Flores en canto y palmas, además de Antonio Fernández Montoya quien deslumbró con un intenso baile flamenco.
A ratos cuesta digerir la música del español, por tratarse de un sonido que demanda una atención total. Sin embargo, a todo momento su espectáculo cautiva gracias a la puesta en escena de un repertorio lleno de sonidos, donde las bulerías o las seguidillas propias del estilo conducen cada canción.
Es cierto que asistir a un show de Paco de Lucía es estar al frente de uno de los guitarristas más prolíficos de su era. No por era el músico tiene en la actualidad más de 200 obras musicales, 60 grabaciones pertenecientes al repertorio flamenco y distintas colaboraciones con figuras de alto currículo como Chic Corea, Bryan Adams y Santana.
El público se mantuvo muy conectado con el español, quien es escueto en su relación con el respetable. Es de los músicos que apuestan porque la canción haga su trabajo, renunciando a la clásica demagogia de los artistas internacionales. Él y su guitarra parecen mimetizarse a todo momento, dejando la música como pretexto central.
Se trata de una gira intensa, que presenta un escenario sobrio donde los músicos se sumergen en pasajes que llevan lo mejor de España. Cabe destacar que este show ya ha pasado por diveros lugares del orbe como el Teatro Bellas Artes y Auditorio Nacional de México ó el Municipal de Rio de Janeiro.
Había que estar ahí. Es poco probable que un show como el de Paco de Lucía y su septeto se vuelva a repetir. No al menos en este formato, que destaca por su desarrollo artístico y emocional. Es de las buenas cepas musicales que aun vive para entregar música hecha desde las entrañas de un músico que respira sangre flamenca.
Fotos: T4F
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