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Live Review | Queens of The Stone Age + Alain Johannes: Demonios de las notas graves

21 de febrero 2018 | Movistar Arena

Nota: Litta – Fotos: Cristian Carrasco

 

El sofocante calor y el ímpetu de los sonidos bajos fueron los actores principales en lo que significó el regreso de Queens Of The Stone Age en Chile, con la previa presentación de un sólido Alain Johannes quien junto a los hermanos Foncea entregó un espectáculo de alto nivel, y no es para menos si hablamos de un artista con su gran trayectoria y de composiciones que son verdaderas odas a la prolijidad, los sonidos que conectan con las profundidades de las sensaciones y lo más importante, que es uno más de las grandes figuras del mundo artístico nacional, que además de tener una conexión recíproca honesta y cercana con nuestro público, es hoy en día parte de los grandes productos de exportación que han solidificado la verdad de nuestra sociedad; Chile país de artistas, poetas y músicos.

Unos minutos de espera y a través de incandescentes luces apiladas en diversas partes del escenario, se dejaban entre ver las siluetas de los gigantes de California, entre los que destaca el rojo pasión de la camisa del transgresor y polémico vocalista, quien sorprendió con una actitud, que a pesar de su muestras reiteradas de cariño durante el show, dejó un mensaje bastante claro.

Josh Homme prospera por ser singular. Con una carrera que abarca décadas, el líder de Queens of the Stone Age se pavoneó en el Movistar Arena en la noche de este caluroso miércoles con un extravagante tipo de confianza. Fue la confianza de un hombre que inició una etapa de gira que ya se reveló como la primera de muchas, la confianza de haber entregado un álbum largamente esperado que resultó satisfactorio para las masas, la confianza de repletar uno de los lugares más icónicos del mundo en una ciudad que ha demostrado ser una meca para la música rock en Latinoamérica. Tal confianza debe esperarse cuando una estrella de rock se atreve a actuar por miles, pero Homme no está satisfecho con ser predecible. Él quiere alzarse sobre sus compañeros y toda su corporalidad lo exclama.

Si él quisiera hacer esto solo con su música, podría hacerlo. Ayer, sacó de todos los álbumes de Queens, incluso antes de su debut homónimo, “You Can’t Quit Me Baby”, canción que ya tiene más de 20 años. Ciertos álbumes recibieron un énfasis esperado, ya que Songs for the Deaf se estableció desde hace mucho tiempo en un amplio consenso como su obra maestra, mientras que … Like Clockwork y el reciente Villians reciben un impulso por ser las ideas más frescas. Las canciones generalmente mostraban una presentación fuerte aunque con una bruta y poca consideración con los bajos, los cuales fueron en varió ocasiones más que la misma banda, cosa que para el aire psicodélico que se esparció por la cúpula pareció no desentonar, con excepciones como la clásica “No One Knows” que se destacaba por la disposición de la banda a improvisar o “Make It Wit Chu” en la que Homme olvidó algunas palabras pero supo perfectamente como salir del paso. Actuando en un escenario vestido con poco más que unas luces de tubo verticales, Homme aprovechó su oficio de compositor y las fauces y ferocidad de su banda. Es una apuesta que gana regularmente, cabe destacar la potencia en el bajo y su colosal presencia, con la que Michael Shuman se posicionó finalmente a la par en el espectáculo de egos feroces que decoró finalmente la presentación.

Uno de los puntos altos también fue la interpretación del letal “Hangin’ Tree” junto a Alain, momento que se aprovechó para recordar aquella dorada época stoner de la cual muchos disfrutamos en su apogeo y que ayer, a pesar de no ser una de sus mejores presentaciones, nos entregó un recorrido mucho más oscuro y honesto, que las veces anteriores.

Sin lugar a dudas ayer fuimos testigos de dos solidificaciones de procesos y fórmulas que han sabido colisionar estilos colosales del rock, con infusiones de lo mejor de la trayectoria, que los convierte finalmente en el futuro de lo que alguna vez consideramos era clásica, pero que hoy más viva que nunca en la estridencia de Las Reinas de la Edad de Piedra.

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Noticia publicada por el área editorial.

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