Satan en Chile
22 de mayo 2015 | Club Rock & Guitarras
La noche del viernes 22 de mayo en el Club Rock & Guitarras, estuvo marcada por el regreso de una verdadera leyenda británica del Heavy Metal, SATAN, agrupación perteneciente a la corriente de la New Wave of British Heavy Metal (NWOBHM), que marcó la renovación del hard rock a comienzos de la década de los ochenta en Inglaterra, luego del boom del movimiento punk y la onda disco de los setenta. Para este reencuentro con el público chileno los nacionales INQUISICIÓN, una de las bandas más representativas del heavy metal en nuestro país, fueron los responsables de esta intensa noche de sonidos metálicos.
Minutos pasados las 20:00 hrs. INQUISICIÓN se toma el escenario del recinto ñuñoíno para continuar presentando parte de Codex Gigas, su última y elogiada placa. Un set similar a lo que habíamos presenciado en Movistar Arena hace algunas semanas cuando abrieron el show de Motörhead y Judas Priest. Es conocido por todos que las condiciones del local no son las mejores cuando de una buena acústica se trata, pero eso no fue impedimento para que los chilenos sonaran como cañón bien ajustado. La guitarra de Manolo Schäfler siempre al frente creando un muro de riffs potentes, es el complemento perfecto para que Paulo Domic (voz) marque presencia con esa solidez que dan los años en el ruedo. “Inclusus”, “Call of the Gypsy”, “The Codex”, “Save My Soul”, entre otros, fueron parte de una lista de temas ideal para crear el ambiente necesario para recibir a la longeva banda británica.
Mientras se iba llenando el recinto y aumentaba la temperatura en su interior, Brian Ross y compañía son recibidos por algo más de 200 personas, entre los vítores comienza la intro “Into the Fire”, la misma que es la puerta de entrada a Court in the Act (1983) un álbum esencial en el desarrollo de la NWOBHM, placa que además se adelantó en su tiempo impulsando en parte al thrash y el speed metal. Tal cual aparecen en esa icónica obra, continúan con “Trial by Fire” y “Blades of Steel” clásicos sustanciales de esta agrupación que injustamente la historia borró por demasiado tiempo del mapa. Un set equilibrado entre su álbum debut y Life Sentence, su último disco editado el 2013 por el sello independiente francés Listenable Records (Tyrant, Soilwork, Gojira, Textures, etc.).
La demoledora dupla de guitarras no paró de estimular intensos headbangings en la audiencia, que entre las palabras de agradecimientos de Ross continuaba recibiendo un arsenal de portentosos cortes como “Time to Die” coreado con los puños en alto, “Twenty Twenty Five” o el clásico “Break Free”.
La voz de Brian Ross al parecer no sufre el paso de los años, y se oye fenomenal, despliega sus brazos cual sacerdote frente a los feligreses, en una actitud fraternal y de entrega. El también frontman de Blitzkrieg, otra banda esencial dentro del género, demuestra el peso de su trayectoria sobre el escenario del rockero bar. Con tal currículum sobre sus hombros, se merece mayor atención de los que se dicen amantes del género, sin embargo, en su larga carrera nunca ha sobrepasado las fronteras del underground.
Una presentación redonda, sonando dentro de los límites de lo aceptable para lo que ofrece el local, pulcras guitarras y sin grandes altibajos técnicos. “Cenotaph” el tremendo instrumental “The Ritual”, “Incantations”, “Opression”, “Testimony”, “Alone in the Dock” nos dirigen hacia el término de este reencuentro.
Luego de retirarse del escenario la banda es vitoreada por el público que quería seguir azotando sus cabezas y regresan para proseguir con “Head Will Roll”, para luego incluir fuera de libreto “No Turning Back” con stage diving de por medio de un fanático que subió de improviso al reducido escenario, y terminar definitivamente con la clásica “Kiss of Death” con el respetable acompañando en un coro generalizado a Ross quien luego de finalizado el show no tuvo problemas en compartir y fotografiarse con el público en un acto de camaradería con los que llegaron a empaparse con sus clásicos. Clásicos que sonaron más vigentes que nunca en un viaje hacia las raíces más crudas del Heavy Metal.
Review: Freddy Veliz
Fotos: Pablo Fuente Selman
*Por motivos de fuerza mayor no se pudo fotografiar Inquisicion
