ANGELO PIERATTINI Y BANDA + SLASH EN CHILE
4 DE MARZO 2015 | TEATRO CAUPOLICÁN
El rock vuelve a ser el culpable de recargar baterías a mitad de semana. La vuelta del mítico guitarrista británico-estadounidense a nuestro país, fue la excusa perfecta para una nueva dosis de nostalgia ligada a la banda más peligrosa del mundo. ¿Es necesario nombrarla?
El recinto que el próximo año cumple ochenta años de espectáculos se encargó de entregarnos otra tarde-noche de un gran show musical.
Pero, los encargados de este poder sonoro no solo venían exclusivamente del emperador del norte, por el hecho, que Angelo Pierattini junto su banda compuesta por Marcelo Da Venezia (bajo), Felipe Silva (teclados) y Diego Ormazábal (batería), demostraron que en media hora los años de experiencia en el circuito independiente más el talento, crearon la atmósfera necesaria en la cual estos músicos deleitaron a los presentes que luego de un tibio recibimiento, el oficio supo cómo “ganarse a este público” bastante difícil. Algo que de todas formas entra en la humildad de estos artistas, ya que, debido a la gran cantidad de escenarios recorridos y cada cosecha realizada por, y para nuestra música, somos nosotros como espectadores quienes de una vez por todas inflemos el pecho por el grueso y la calidad de nuestros artistas.
Siguiendo con la presentación, la gira de “Baila Dios” (quinto material discográfico solista) fue el causante de un impecable sonido en este rock “gourmet” del cual Pierattini y compañía no dejó a nadie indiferente debido al poder de lo presentado seguido de bastantes arreglos más pesados que de costumbre. El aplauso los abraza para despedir a unos que ya se sienten tocando en la sala de ensayo dentro del coloso de San Diego.
Treinta minutos de espera y la ausencia de luz marcaba el plato de fondo. Una intro circense se suma a la
rápida entrada del señor de gorro, las seis cuerdas más famosas de nuestros tiempos toma posición en el proscenio seguido del bajista Todd Kerns, Brent Fitz en batería y el pobre Frank Sidoris en guitarra rítmica (más aburrido que ser segundo guitarrista de la banda de Slash), seguido del líder de Alterbridge, Myles Kennedy.
“You’re a Lie” del disco ApocalypticLove (2012) fue la primera zapateadura al tímpano. Con algunos
problemas en la microfonía de la batería solucionados en el segundo tema de los Guns, “Nightrain” nos llevó de inmediato a imaginar esos conciertos de estadio en los noventas. Fuera de lo ya mencionado, un sonido impecable sumado a un volumen ensordecedor como nos tiene acostumbrado Slash con la parafernalia de este rock con olor a calle.
La fórmula de esta guitarra de otro planeta, el siempre afinado Kennedy y lo correcto de los demás músicos que en dos horas nos trasladaron a lo mejor del catálogo en la carrera de Saul Hudson con sus tres discos solistas, “Sweet Child O’ Mine”, “Slither” (Velvet Revolver) o “Paradise City”, entre otros dejaron un gusto dulzor en las papilas de los presentes que repletaron el teatro.
Empáticos, sumados al éxtasis del público marcaron elementos trascendentales como una lluvia de clásicos para armar un show inolvidable o la algarabía del público crearon una función la cual no quedará como un concierto más en el colectivo inclusive de la agrupación.
“World On Fire” fue la placa del año recién pasado que los trajo nuevamente a nuestro país, donde este quinteto suena con más onda que el conglomerado actual de pistolas y rosas. El rock sigue con un patrón que da lecciones como tocar, siempre es bueno tener un Slash en tu banda.
Review: Diego Puebla
Fotos: Claudio Poblete
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