Snarky Puppy en Chile
16 de noviembre 2015 | Teatro Nescafé de las Artes
Review: Freddy Veliz | Fotos: Miguel Fuentes (Andes Prog)
Santiago Fusión continúa sorprendiendo con sus eventos, ayer por primera vez en Chile, tuvimos la oportunidad de presenciar al colectivo norteamericano SNARKY PUPPY, una agrupación con una década de existencia, que logra reunir a una cantidad de músicos que pueden ir rotando o sumándose en el tiempo, para establecer sus dotes instrumentales sobre los escenarios del mundo. Y lo que logran traspasar nueve músicos divididos en secciones de vientos, cuerdas y percusión quedó fielmente registrado ante nosotros anoche en Nescafé de las Artes.
Con el recinto totalmente lleno fueron recibidos los dirigidos por el bajista Michael League, principal artífice de esta intensa agrupación. Desde una simple introducción de guitarra, para “Flood”, mientras el segundero avanza, se van uniendo en fina concordancia cada uno de los instrumentos, para prontamente inundar el teatro de notas y variables sonidos llenos de colores aportados desde la tesitura de cada elemento que está sobre el escenario. Cada músico puede abordar su responsabilidad con maestría, sin caer en un estricto perfeccionismo, produciéndose varios acoples o errores técnicos que terminan siendo parte de la naturalidad en que fluye la música.
El público se comportó siempre a la altura y atento a lo que ocurría frente a sus ojos, haciéndose parte del ambiente que se fue creando en cada corte, donde el argentino Marcelo Woloski, que desde la percusión se cohesionaba con el baterista en duplas que dejaron sin respiro, y estimulaban a que la audiencia utilizara las palmas como un instrumento más que acompañaba en compases contagiantes y enérgicos.
Los terrenos por los que SNARKY PUPPY transita no son escabrosos, su fusión no va por lo densamente complejo (a simple vista), al contrario, el groove es un pilar fundamental en esta propuesta jazzera con matices de funk, muchos matices de funk para ser exactos. Lo que hace que cada complejidad o virtuosismo sea amigable para el oyente, que se deja llevar por esa energía que irradian con temas como “Ready Wenesday”, “Binky” o “What about Me?”, esta última con pasajes por momentos bien cercanos al rock.
Los nueve integrantes juegan un papel importante, sin embargo la notoriedad de Bill Lawrence y Shaun Martin en los teclados es tácita, en especial Shaun que interactúa con el público y pone la cuota de humor y la pericia en el talk box, sacando varios aplausos y sonrisas de parte de los asistentes, quienes se motivan a corear y ovacionar cada intervención en solitario o la colectividad de los jóvenes músicos en la exposición de un verdadero espectáculo instrumental.
“34 Klezma”, la rítmica “Tio Macaco” y la mid-tempo pero no menos contagiosa “Lingus” nos acercaron a un final en constante in crescendo, en medio de una gran ovación del público, que obligó a dos encore, con gran parte de los presentes abandonando sus butacas, para acercarse y corear hacia el final los cortes “Sleeper” y “Shofucan”, esta última siendo coreada por la fanaticada en pleno, quedando en el ambiente un aura de empatía manifestada por los rostros de los músicos, que antes nos sorprendieron anunciando un próximo show para Marzo del 2016 en La Cúpula del Parque O’Higgins. Mientras se abandonaba el teatro, la opinión general expresaba el sentimiento de haber vivido un gran concierto, que sin mayores promociones ni marketing logró agotar localidades, y dejar la vara alta como uno de los mejores del año a nivel musical.
Caminando de vuelta, y a varias cuadras del epicentro del show, fui encontrando personas que aun tarareaban el último coro, demostrando así que la música tiene un poder que cuando se hace con la pasión y el equilibrio necesario entre lo técnico y el Groove puede hacer que nuestros espíritus continúen regocijados por varias horas, y seguramente muchos tiempo más.
