JANE´S ADDICTION EN CHILE
15 DE OCTUBRE 2013 | TEATRO CAUPOLICÁN
Por Freddy Véliz
Una de las bandas íconos del renovado rock de comienzos de la década de los 90s regresaba a nuestro país a 25 años de debutar en estudio con Nothing Shoking. La agrupación liderada por el carismático Perry Farell se presentó anoche en un Teatro Caupolicán que no logró ser repletado, pero vivió una particular velada debido al ambiente que se vivía en el país por el definitorio encuentro futbolístico en que Chile se jugaba su clasificación para el mundial Brasil 2014 ante la selección Ecuatoriana. En una acertada decisión de la productora, el partido sería íntegramente transmitido por la pantalla gigante del recinto de San Diego. Rock y Fútbol, debemos reconocer, forman una alianza que funciona a la perfección cuando se mira desde el lado de la pasión que generan cada uno de ellos.
Una vez terminado el encuentro deportivo y con la alegría del triunfo, nos aprestamos a presenciar el esperado show de los norteamericanos, que suben al escenario minutos pasados las 23:00 horas, y “Underground”perteneciente a The Great Escape, su última placa de estudio editada el 2011 da la partida a una noche en que se apostó por los éxitos que hicieron de Jane’s Addicton una de las bandas más respetadas del circuito alternativo de Los Angeles, California.
Acompañados de dos GoGo Dancers que con una sensual performance desviaban la vista de la audiencia, que se dejaba llevar por la hipnótica propuesta de la banda que se mueve con facilidad entre estructuras melódicas y agresivos riffs de la mano de Dave Navarro, quién sacaba suspiros de varias féminas que llegaron al Teatro.
“Mountain Song” sacó la primera gran ovación de un público mas bien frío, que acusaban poco interés en el concierto y se dedicaban muchos a conversar, e incluso dando la espalda al escenario. No comprendo el hecho de ir a un concierto a hacer vida social más que emocionarse y disfrutar del espectáculo, lamentable por ellos. Sólo en las primeras filas y en las plateas se veía y se reflejaba un real disfrute de lo acontecido sobre el escenario, donde hits como “Just Because”, “Been Caught Stealing” o “Stop” fueron parte de los momentos altos de la noche, e incluso en “Up The Beach” unida “Three Days” logran uno de los mayores impactos sonoros y escénicos primero invitando a una fanática del público al escenario, quien luego de abrazar a Farell se lanza al público ganándose los aplausos, mientras las dos GoGo Dancer se paseaban por el escenario vestidas con eróticas prendas sadomasoquistas.
Perry Farell si bien mantiene su particular timbre de voz, captamos el desgaste de esta, que por momentos incluso se perdía bajo el manto de riffs de la guitarra de Navarro, lo que de todas formas, no opacó en nada el desempeño del inquieto frontman que con su delgada figura y ambiguos movimientos mantiene la expectación de los presentes, no se ahorró las felicitaciones por el triunfo obtenido por Chile y nos invitó para la próxima edición santiaguina de Lollapalooza , el famoso festival itinerante que él mismo creó a comienzos de los 90s.
Con el coreado “Stop!” se retiran para volver con las percusiones tribales de “Chip Away” durante la que una performance de suspensión corporal (colgarse con ganchos en la espalda) a cargo de dos chicas, dejaron atónitas las miradas, creando un ambiente de placentero desquicio y distorsión.
Luego de instalado un set acústico se comienzan a escuchar los primeros acordes de “Jane Says” uno de los más alabados éxitos de la banda californiana, con el que se cierra una noche en que las alegrías deportivas tuvieron su comunión con la música de una de las bandas más emblemáticas e influyentes de una década en que el rock, tuvo un impulso renovador, que inyectó vitalidad y expandió los horizontes sonoros hacia otras expresiones musicales, y en eso Farell y compañía tuvieron mucho que decir.
