Zappa Plays Zappa
17 de mayo 2015 | Teatro Nescafé de las Artes
Frank Vincent Zappa falleció en 1993 producto de un cáncer de próstata. Músico, compositor y productor, es considerado como uno de los máximos genios del siglo XX. Su extensa discografía habla por sí sola, rock, jazz, psicodelia, pop, música concreta, clásica, experimental, etc, fueron parte de lo que abarcó durante toda su carrera, sus ideas nunca cesaron, y se convirtió en una verdadera escuela para muchos músicos que antes de convertirse en estrellas, pasaron por su banda. Su legado es invaluable y trascendental para el desarrollo de la música hasta nuestros días, y su hijo Dweezil así también lo entiende, y bajo la autorización de su familia, decidió el año 2006 embarcarse en un proyecto tributo a su padre, y así llevar su obra a las nuevas generaciones, de eso se trata Zappa Plays Zappa.
A 9 años de ese desafío, el proyecto debutó en Chile, y lo hizo nada menos que celebrando los 40 años de la publicación de One Sizes Fits All, uno de los álbumes clásicos y de los más elogiados de su padre con la Mother of Invention. Fueron tales las expectativas, que al show agendado en el Teatro Nescafé de las Artes para este 17 de Mayo, por la alta demanda de entradas, se sumó una segunda presentación para el día lunes siguiente.
Lo ocurrido el Domingo, fue una experiencia musical de gran nivel interpretativo, Dweezil, logra reunir un grupo de músicos que reflejan un pleno conocimiento de la obra de Frank Zappa, que bien saben sus seguidores, es de una alta complejidad y exigencia. Cuando a las 21:05 horas se apagan las luces y el sexteto aparece en el escenario, y bajo un efusivo recibimiento se comienzan a escuchar las primeras notas de “Inca Roads”, era cosa de cerrar los ojos y soñar que teníamos a Frank frente a nosotros. Dweezil, logra rescatar el espíritu de su padre en cada interpretación, One Size Fits All es ejecutado completamente, tema a tema, pasando por esos tremendos clásicos como “Po-Jama People” y “San Ber’dino” que suenan como si el mismo Frank estuviese dirigiendo desde lo alto.
El guitarrista Ben Thomas, que además está a cargo de la voz principal y el trombón, posee un registro vocal de un increíble parecido al del fallecido guitarrista, voz que se va intercalando y/o complementando con las voces de la saxofonista y tecladista Sheila González, y el también tecladista Chris Norton, entregando una fabulosa gama de matices vocales, fieles al estilo del clásico Zappa.
El baterista Ryan Brown se luce con un extraordinaria performance, dejando a más de alguno ensimismado con su velocidad y precisión al ejecutar esos intrincados compases.
Pero la presentación no estuvo exclusivamente dedicada a interpretar el álbum One Size Fits All, sino que para la segunda parte, la banda nos tenía preparado un set que recorrió los momentos más significativos de la carrera de Frank Zappa, revisitando clásicos como “Torture Never Stop”, “Baby Snakes”, la frenética “I’m So Cute”, “Peaches and Regalia”, “The Grand Wazoo, la celebrada “Cosmik Debris”, “Montana” y “Sinister Footwear” para el encore.
Sheila González, quien se dirigió al público en un par de ocasiones con un perfecto español, junto al bajista Kurt Morgan durante gran parte del concierto se acercaban y bailaban recorriendo el sector que ocupaban en el escenario, Ben Thomas, bromeaba con el público, y Dweezil se mantuvo en su lugar siempre atento a su guitarra y a entregarnos magníficos solos, que daban cuenta del talento heredado. Si había que extrañar algo, fueron las marimbas, parte del sello en varias piezas de la obra Zappa. Aunque de igual forma fueron bien suplidas con los teclados y las aplicadas improvisaciones de la banda.
Ahí frente a nosotros revivía en la música, en su obra, el alma de Frank Zappa, un show que terminó en una fiesta con “Dancin’ Fool” y “Muffin Man”, con los asistentes de pie acercándose al escenario y bailando al son de estas obras eternas que crecen con el tiempo, y que mejor que sea en las manos de su más directo heredero, que prometió para su segundo show un set totalmente distinto, basado en revisar una mayor cantidad de clásicos en un velada largaduración. Si aun no tienes tu entrada, no dudes en asistir a esta segunda noche, es una experiencia que ningún amante de la música se debe perder, indudablemente es lo más cerca que podemos estar del genial Frank Zappa. Más allá de un simple tributo, una verdadera muestra de arte musical.