Ya estamos totalmente instalados en una nueva jornada del festival más grande efectuado en nuestro país, a la espera de las cientos de bandas que ejecutarán lo mejor de su repertorio, han ocurrido los primeros shows desde el mediodía de este caluroso sábado de marzo.
El Parque O’Higgins con más de 5.000 personas hasta las 14:00 horas, daba el puntapié inicial a 24 horas de música sumados ambos días, generando que el público llegue de manera masiva pasadas las 15:00 horas.
El inicio fue realizado por LÓPEZ, agrupación de dos ex Bunkers que demostraban su anterior conjunto pero con el lanzamiento oficial de “Me voy”, primer single de los nacionales que comienzan de la mano de bastante camino recorrido.
Lopéz – Foto: Lollapalloza
Momentos más tarde, corrimos como de costumbre para el espectáculo de Fernando Milagros. El cantautor deleitó a seguidores bastante jóvenes que observaban lo ocurrido en Vtr Stage con vítores generales. Desde “Carnaval” a “Reina Japonesa” fueron parte de tres cuartos de hora, en el que hizo un viaje por temas de manera íntima –solo un ukelele- pasando por guitarras acústicas y eléctricas en compañía de sus músicos.
13:30 en el reloj y Congreso entregó la dosis de rock progresivo latinoamericano para este año. Anteriormente lo hizo Quilapayún e Intillimani.
En el escenario Coca Cola y bajo un fuerte sol reinante, la emblemática banda chilena se presentó frente a una amplia convocatoria de público que los recibió entre aplausos, cuando comienzan con “Hijo del Diluvio” un clásico esencial de su catálogo.
La capacidad instrumental en pleno, característica primordial en la música de los porteños, que se lucen en cada ejecución, y logran llegar a un público diverso como el de Lollapalooza que disfrutan cada una de sus piezas, en especial sus éxitos más reconocidos, como “El Derecho de Vivir” o la imprescindible “En Todas las Esquinas”.
Pancho Sazo, quien demuestra su excelente forma vocal en cada una de sus interpretaciones, y en representación de la banda rinde homenaje al centenario de Nicanor Parra con dos canciones pertenecientes a Pichanga (1992), “Ya no Sueño” y “Tuve un sueño Mamá”.
Para el final nos regalan “El Fin del Show” nueva canción que tuvo una gran acogida por un contenido lírico que toca nuestras emociones, y con “Donde Estarás” se despiden de esta quinta edición de Lollapalooza, entre vítores y y arengas en apoyo a Valparaíso
Un orgullo tener en Chile a una agrupación del nivel de Congreso, músicos entregados y de una trayectoria impecable, aportando a los sonidos latinoamericanos.
En el escenario VTR comenzaría inmediatamente después, la presentación del californiano Donavon Frankenreiter, quién aportó una dosis de rock surf mientras avanzaba la tarde.
Seguido de esto el poder mexicano llegaba a las 15:30.
Concurrida y explosiva presentación de los mexicanos Molotov, que llegaron a Lollapalooza para entregar un
Molotov | Foto: Cristian Carrasco
arsenal de clásicos, que el público supo agradecer con constantes gritos y ovaciones, bajo un intenso calor, que se causaba estragos en las gargantas que a pesar de la deshidratación sacaban fuerzas para corear esos éxitos repletos de mordaces críticas sociales y al poder político imperante en México y el mundo.
Este año celebran 20 años de trayectoria, y así lo supuso el trac list presentado, que recorrió gran parte de esta carrera.
Cortes como “Amateur” particular versión de Rock Me Amadeus de Falco, incluida en Con todo Respeto, álbum de covers del 2004, “Lagunas Mentales”, “Perro Negro Granjero” o la exitosa “Frijolero” fueron parte de un show potente, que puso la cuota de esa perfecta combinación de Rock, Rap e Irreverencia que tantos créditos les han dado en estas dos décadas de trayectoria.
Mientras tanto en el escenario de Kidzapalooza, The Helmets. La banda norteamericana compuesta por pequeños de 10 y 11 años de edad, donde destaca Tye Trujillo en el bajo, hijo del ex bajista de Suicidal Tendencies y actual Metallica Robert Trujillo, realizó una aplaudida presentación, interpretando grandes clásicos del rock como Enter Sandman de Metallica, Smell Like Teen Spirit de Nirvana, Mountain Song de Jane’s Addition, entre otros, ganándose los aplausos de las familias que llegaron al sector, para contemplar el talento de estas futuras estrellas del rock.
A las 16:30, la cantautora nacional Camila Moreno, iniciaba su actuación en el Acer Stage, conmoviendo con su estilo que fusiona el lado más alternativo del rock y el pop con sonidos propios de nuestras raíces. Un recorrido por su discografía más la presentación de un tema nuevo, que será parte de su próximo disco, al que define como “el fin de la trilogía del despecho” en relación a la temática que aborda n muchas de sus letras. Un show con un público mayormente seguidor de su música, que acusó ser conocedor de sus canciones al seguir sus versos con bastante propiedad. Una cuidada puesta en escena, con Camila luciendo una corona de flores plateada y siempre en conexión con los presentes.
Hielo Negro | Foto: Cristian Carrasco
Misma hora y el término de Hielo Negro contaba una nueva historia de la agrupación en los encuentros musicales multitudinarios, luego de “Salamandra”, “Purgatorio Bar” o “El Hijo del Diablo” demostraron la calidad de show que manifiestan mes a mes en cada lugar que se presentan. Es lejos la presentación con mejor sonido en la cual hemos podido asistir.
Momentos más tarde “La Familia Chilenita del Funk” compuesta por Chancho en Piedra y Los Tetas, rememora la unión de hace 20 años atrás con este epíteto donde mezclan canciones como “Guachperry” o “Vida Funk” para tocar en conjunto, además de la puesta en escena particular. En una hora de intromisión lograron sacar bailes, canticos y saltos cuando la tarde empezaba a caer.
Uno de los platos fuertes de esta jornada de sábado, sin dudas era The Smashing Pumpkins, y así lo entendieron cientos de personas que desde temprano circulaban en los alrededores del VTR Stage, esperando a la banda del calvo Billy Corgan. Llegada la hora, 18:45 en punto, suben al escenario para despacharse un show que fue de menos a más donde no faltaron clásicos como “Tonight, Tonight”, “Ava Adore”,”1979”, o “Disarm” que los catapultó al éxito en 1993, que a pesar de la débil versión presentada, hizo corear y emocionarse a sus fanáticos.
Ya disminuido el calor que golpeó fuerte en las cabezas, los que estaban apostados frente al escenario, pudieron aprovechar la sombra de este, para poder embarcarse en un viaje a los noventa, en medio de las guitarras distorsionadas y ese deambular de Corgan entre sonidos que rozan, e incluso cruzan el límite hacia el metal. Por momentos el concierto iba tornándose plano, pero gratificantemente este a partir de la potente “United States”, los decibeles se elevan al máximo, y en nuestra opinión, el show logró salir de cierto letargo, con las guitarras irrumpiendo con fuerza y punzantes riff, aderezados por la enrabiada voz de Corgan, que logra cautivar a sus seguidores con su impronta.
Un show que de discreto fue convirtiéndose en uno de los potentes números del día, a pesar de acusar un sonido irregular, la voz por momentos estaba muy por sobre el nivel de los instrumentos, distorsionando en demasía la apreciación de esta.
Un show de algo más de una hora, que comprimió la carrera de una de las agrupaciones más destacadas de la fructífera década de los noventa, y que a la par del movimiento grunge, y quizás, en un comienzo ensombrecidos por otras nacientes estrellas (Nirvana) de Sub-Pop, supo hacerse un lugar y estar encumbrados en la actualidad entre los grandes de esa época, lo que se vio reflejado en este regreso a nuestro país, ante el transversal público de Lollapalooza.
En el ACE Stage, en tanto, se presentaba la enigmática y talentosa cantautora norteamericana St. Vincent, de las nuevas musas de las corrientes alternativas. Y en el escenario Lotus, ubicado en La Cúpula, preparaba su actuación Javiera Parra y Los Imposibles, para deleitar a sus seguidores con su catálogo pop rock. Cerca de ahí en Kidzapalooza, chicos y grandes cumplían el sueño de sentirse unos rockstar, subiéndose a tocar en Rock Camp, presentados por Hernán Rojas de Radio Futuro, una instancia realmente enriquecedora y que busca estimular el querer hacer música sin miedo a subirse a un escenario, una mini escuela del rock en medio del Parque.
La noche ya se venía encima y Jack White, el plato de fondo, hacía estallar VTR Stage, luego de la electrónica experiencia de Skrillex en el Coca Cola.
Mientras miles de personas, eran testigos de la fuerza y poder escénico de White, otros decidieron caminar hacia el escenario Acer Windows 8 para empaparse del talento innegable de Ana Tijoux, quien tuvo la misión de reemplazar la baja de Jorge González, superando cualquier expectativa.
Con 12 músicos sobre el escenario, que incluyeron parte de la Conchalí Big Band, Anita ofreció un show a la altura de sus pergaminos, que la tienen encumbrada como la artista más importante en nuestro país actualmente, y lo demostró con creces. Una artista que ha evolucionado bastante, desligándose de una etiqueta exclusiva dentro del hip hop, para nutrirse de sonidos más amplios, encontrando una exquisita gama musical que le brinda un eclecticismo musical de mucha originalidad. Valioso también fue ver la buena convocatoria que tuvo, a pesar de que coincidió con el principal acto del día.
La producción estimó la visita de 60 mil asistentes en este primer día, público mayoritariamente juvenil, con un promedio de edad de entre los 20 y 25 años, que se deleitó (soportando incluso altas temperaturas) con parte de lo más granado de la escena nacional e internacional. El Domingo vamos por más…
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