Una de las bajas de último momento en esta edición de Lollapalooza Chile 2023, fue la esperada banda estadounidense Willow, quienes cancelaron su gira sudamericana, por lo que la producción rápidamente optó por cubrir el espacio con los chilenos Pettinellis. Los comandados por Álvaro Henríquez saben de escenarios grandes, y fueron muy bien recibidos por el público, que bajo el intenso sol disfrutó de un set cargado de grandes éxitos, como “Hospital”, la tremenda versión de “Arrriba Quemando el Sol”, “Un Hombre Muerto en el Ring” o la ya clásica “Ch bah Puta la güea”.
Henríquez se dió el gusto de invitar a su sobrino, el guitarrista Nicanor Henríquez, para acompañar algunas de sus canciones, dejando en claro que el talento musical lo llevan en la sangre. Petinellis, quienes luego de un receso han vuelto a las pistas, se consolidan como una de las bandas más importantes del país, con un show impecable y aplaudido.
La cantante noruega, Aurora, aunque tenía a sus fans esperándola con ansias, conquistó al público con su ternura y simpatía, incluso a quienes tenían la suerte de conocerla recién en este festival. Su pop fue algo refrescante para la calurosa tarde de esta segunda jornada. Temas como “Cure for me” y “Giving in to the Love” cerraron su presentación.
Benjamín Walker se presentó ante una gran y fiel fanaticada en el Aldea verde stage, y se dio el gusto de invitar a Nicole a cantar junto a él en “Quería Olvidarte”, ofreciendo una postal memorable.
Así, llegamos al cierre del Aldea verde, con la presentación de Ases Falsos. ¡Que show! y es que ante un escenario repleto a tope, se demuestra la valía de una de las bandas más importantes de la música chilena en la actualidad. “Mi Ejército” ofrece uno de los puntos altos, con una interpretación soberbia y un Cristóbal Briceño excelso y entregado a un público que corea y no da más de emoción. “Mala Fama” es aplaudida y cantada por todos, mientras que el homenaje a KC and The Sunshine Band, “Sigo Dando Amor” (su adaptación de “Keep It Comin’ Love”) lleva un final poderoso con base de heavy metal y el baile efusivo de todos los presentes.
“Chakras” cambia el ambiente con su clave punk-pop, junto a Cristóbal tocando y cantando arrodillado, mientras que en “Gehena” la parte central audiencia salta, grita, tira agua y ondea poleras en el aire viviendo un éxtasis total. El cierre llega con “Misterios del Perú” y la sensación de haber vivido un show de altísima categoría, y que sólo sabe de crecimiento.
Sólo nos quedaba esperar a los cabezas de cartel de este caluroso sábado, quienes llegarían pronto y sin dejar nada de lado, para deleite de todos.