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The Winery Dogs: Uno para Todos, y Todos para Uno

Un concierto que dejó un sabor algo agridulce por los problemas de acústica, pero ante tales estrellas, no quedó más que rendirnos y emocionarnos con una propuesta que rescata de forma genial el rock más crudo y duro.

Por Freddy Veliz – Fotos: @crisrock_photography

The Winery Dogs, el power trio conformado por monstruos musicales como Billy Sheehan, Mike Portnoy y Richie Kotzen, regresaron a Chile por tercera vez para mostrarnos su nuevo trabajo discográfico titulado justamente III, un disco que ha tenido muy buena recepción por parte de sus seguidores, y que grafica que el proyecto de súper banda se ha propuesto ir más allá de una reunión esporádica. 

Esta vez el recinto escogido para su presentación fue el Teatro Coliseo, ubicado en un punto neurálgico de nuestra capital, donde llegaron miles de fanáticos que coparon el recinto casi en su total capacidad. Como banda invitada para abrir la jornada, estuvieron los chileno-estadounidenses Velvet Chains, conjunto fundado en Las Vegas el 2018, y que ha tenido una carrera en escalada en la ciudad del pecado. Con un álbum a su haber, la banda ha sufrido algunos cambios de integrantes desde su fundación, actualmente está compuesta por los chilenos Nils Goldschmidt en bajo y Ro Viper en voz, junto a los hermanos Larry y Laurent Cassiano en guitarras y Jason Hope en batería. Una sólida presentación donde despliegan todo el poder de los riffs muy apegados al rock alternativo de los noventa, con gran influencia en Alice in Chains y sus contemporáneos. El conjunto no está inventando nada nuevo, pero logran sacar aplausos de un público que poco conocía de su existencia.

Con varios minutos de retraso, al fin tuvimos de regreso a The Winery Dogs en un escenario nacional. Con la apertura envasada de ‘We’re an american Band’ de Grand Funk Railroad los gritos expectantes inundaron el recinto antes de que el virtuoso trío apareciera entre las sombras, para despacharse una monumental interpretación de “Gaslight”, extraído de su más reciente álbum. Lamentablemente la acústica del recinto no fue la mejor amiga de la noche, y por momentos impidió poder apreciar con la nitidez esperable este explosivo comienzo con una pieza que me recuerda bastante “Addicted to that Rush” de Mr Big, en su estructura de velocidad fulminante.

Esperaba que el fantasma de la mala acústica del lugar solo apareciera en un comienzo y fuese mejorando con el pasar de los minutos, y si bien hubo momentos en que tendió a mejorar un poco, nunca logró un nivel al menos aceptable. Sólo quedó resignarse a que Teatro Coliseo tristemente no cuenta con una apropiada readecuación para este tipo de espectáculos, y debemos retraernos y disfrutar de la mejor manera posible de un concierto extraordinario que nos ofrecieron estos verdaderos próceres del rock mundial.

Impecables ejecuciones en cada una de las piezas que fluyeron a una velocidad perfecta para no perder la atención. “Xanadu”, “Captain Love”, “Hot Streak” y la coreada “Desire” nos dejaban sin aliento. Cuando estos tres se juntan son como mosqueteros infalibles, que lanzan sus armas sin perder protagonismo entre sí, la unión hace la fuerza y The Winery Dogs son un ejemplo de efectividad rockera implacable. Billy Sheehan es un motor que ruge fuerte, quizás fue el que mejor se escuchó entre esa masa inaudible por momentos, dejó boquiabierto al aforo completo con su Yamaha en un solo soberbio, donde explaya toda su creatividad y expertise en las cuerdas graves, por su lado Richie Kotzen nos maravilla con una gran interpretación vocal, y su magnífica técnica en la guitarra, un músico integral que además es un aporte sustancial a nivel de composición y emocionó también sentado al teclado para una bella versión de “Regrets”, donde se acusó el problema del recinto con la estridencia, porque con esta pieza salida del álbum debut homónimo, el sonido mejoró visiblemente. Tras la batería Mike Portnoy casi no necesita presentación, y lo que más aplaudo de su performance, es que en The Winery Dogs se guarda su hábito de figura, y logra golpear sus tambores sin tantos aspavientos, con precisión y el carisma que lo caracteriza, hacia la parte final lució una camiseta de la selección chilena de fútbol, regalada por un fan antes del concierto. 

Un concierto que dejó un sabor algo agridulce por los problemas de acústica, pero ante tales estrellas, no quedó más que rendirnos y emocionarnos con una propuesta que rescata de forma genial el rock más crudo y duro, dándole una vuelta con un sello propio y que los posiciona como uno de los mejores power tríos que giran en la actualidad, dueños de un aura que vislumbra una fuerte relación de amistad, y que disfrutan tocando juntos sobre los escenarios del mundo, admirados en cada una de sus bandas pasadas y presentes, en The Winery Dogs dejan sus egos de lado con un objetivo claro, hacer la música que aman y entregarnos grandes momentos como los de anoche. Uno para todos, y todos para uno es un lema que encaja perfecto en estos perros que ladran con furia.

Set List

-Gaslight

-Xanadu

-Captain Love

-Hot Streak

-Desire

-Breakthrough

-Time Machine

-Stars

-Damaged

-Mad World

-The Other Side

-Bass Solo

-The Red Wine

-I’m No Angel

-Oblivion

-Encore:

-Regret

-Elevate

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Esta noticia fue publicada por el área editorial de iRock.CL

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