Nota: Marcela Cubillos – Fotos: @kenaluppi
Este recién pasado 19 de enero, recibimos la visita del grupo de metal sinfónico comandado por Christofer Johnsson, Therion, quienes en su de su gira “Leviathan Latin American Tour” nos presentan sus placas más reciente “Leviathan I”, lanzado en 2021, “Leviathan II” que fue estrenado el pasado 28 de octubre 2022, a través de Nuclear Blast Records, discos que serán una trilogía.
Damos inicio a la jornada en Blondie Club, con la banda chilena, de tremenda trayectoria, Polimetro, con Ricardo Susarte como su frontman y que en el año 2000 y junto al sello Musicland se editó el disco “Metropolis”, que se convirtió en un gran éxito de ventas con temas como “Episodios”, “Fábulas”, “Luz y Sombras” y “Laberintos”, con los que tuvo presentaciones con grandes bandas del metal progresivo mundial como “Symphony X, Angra, Stratovarius, entre otros. Y claramente, anoche pudimos apreciar que continúan teniendo el talento y la fuerza, sumada ahora, a la experiencia, entregando un show de primera. Polímetro, que fue una de las pioneras en el género, claramente, cuenta con un público fiel que aprecia su trayectoria. El último trabajo de la banda, corresponde a “Retrospectiva” de 2018, que vale la pena escuchar.
A las 21:00 en punto, se encienden los fuegos de las pantallas para dar paso al ingreso al escenario de lo que todos estábamos esperando, aparecen las figuras de la banda y los asistentes encienden la noche saludando a quienes brindarán el plato fuerte de la jornada, que va con todo comenzando el setlist con “O Fortuna y The Blood of Kingu”. Therion, con el mismo estilo propio e inconfundible que los ha mantenido vigentes por más de 30 años (con idas y venidas, pero, ¿qué trabajo creativo no pasa por momentos menos inspirados?) Sin duda, ha sabido reformularse en sus propuestas de la mano de su frontman Christofer Johnsson. Y este 2023, ya habiendo lanzado la primera y segunda parte de su trilogía de Leviathan, la banda de origen sueco regresó a Chile para mostrar sus trabajos más recientes y, por supuesto, repasar los clásicos de su catálogo.
Luego de las dos primeras canciones, continuaron con “Birth of Venus Illegitima”, “Litany of the Fallen”, “Tuonela”, “Ginnungagap”, “Lemuria”, “Abraxas”, “An Arrow From the Sun”, “Wine of Aluqah”, “Cults of the Shadow”, “Leviathan”, “Asgård”, “Pazuzu”; y para este punto ya se coreaba el clásico “Olé, olé, olé, Therion, Therion”, los distintos integrantes se dirigieron en varias oportunidades y en extendido al público, generando mucho feedback y una sensación de familiaridad muy grata, hablaban también en español, lo que nos encanta, ya que la banda es muy cosmopolita también.
El set continuó con “Codex Gigas” y “Son of the Staves of Time”. Para el encore o “bis”, volvieron con todo con “The Rise of Sodom and Gomorrah”, que seguro cada asistente esperaba escuchar, corear y “headbangear”; seguimos con “To Mega Therion” y si no lo hubiésemos sabido, ese habría sido el fin, pero luego de despedirse, volver y hablar con los asistentes, se instó a “darlo todo” en la última canción que fue “Quetzalcoatl” con lo que entregaron un broche de oro magnífico.
Sin duda una noche excepcional, un encuentro con la trayectoria, el misticismo y la confinidad, ahora quedamos atentos a “Leviathan III”.
