Por Freddy Véliz
Annie Clarke, a quien se le conoce mundialmente con el seudónimo de St. Vincent, con 42 años y casi veinte de una trayectoria ascendente, es una artista que se aleja de los convencionalismos de la actualidad. Su propuesta es imposible encapsularla en una sola etiqueta. Cantante, compositora y excepcional guitarrista, su música es inextricable, seduce y ondea entre estilos disimiles, puede colgarse la guitarra y lanzar notas estridentes, que juguetean con el hard rock, el punk o la música garage más oxidada que puedas imaginar, para sin previo aviso, sondear melodías introspectivas, jugar con el pop desde una dualidad intrigante, oscura y sensual, o involucrarse en pasajes de elegancia jazzera. Experimenta con un magnetismo provocativo los sonidos y compases que involucran lo industrial de Nine Inch Nails, la electrónica de Depeche Mode, la versatilidad de David Bowie o la fuerza interpretativa de PJ Harvey.
La transversalidad del arte de St. Vincent, la ha llevado a colaborar con artistas que van desde Dua Lipa, David Byrne, Olivia Rodrigo o los sobrevivientes de Nirvana. Su versión de “Sad But True” de Metallica, fue una de las más alabadas de ese extraño experimento de los pioneros del Thrash Metal titulado The Blacklist Album. St Vincent ha sido nominada a una veintena de premios, y ganadora de otra veintena de reconocimientos. En los más recientes premios Grammy, se llevó los galardones por Mejor Canción Rock con “Broken Man”, Mejor Performance de Música Alternativa y Mejor Álbum Alternativo. Sin duda una artista posicionada entre las más creativas e intensas de la actualidad.
En Chile hemos tenido la posibilidad de verla en dos oportunidades como parte de Lollapalooza, con sendas presentaciones, donde el desenfreno y potencia de su propuesta fue recibida con fervor por sus fanáticos, y parte del público que no la conocía se llevó una grata sorpresa. St Vincent es una artista única, una estrella que deambula en la industria desde rincones alternativos, se codea con lo más granado del mainstream, pero su arte no está dirigido directamente a las masas, aunque las cautiva por ese elaborado cruce de estilos que la identifica.
Este 27 de Mayo, la tendremos de vuelta en Chile, esta vez con un show propio en el histórico Teatro Caupolicán. Su última producción discográfica, titulada ‘All Born Screaming’, es una obra candente, rockera y que la ha tenido activa girando y presentándose en diversos programas musicales donde despliega performances que no dejan a nadie indiferente, el álbum también tiene una versión completamente en español, que da indicios de su objetivo para conquistar audiencias hispano hablantes. Estamos frente a una figura primordial de la música actual, y su próximo concierto en nuestro país es un panorama imperdible, que además cuenta con la invitación especial de la bajista y cantante Kim Gordon, figura legendaria del rock alternativo junto a Sonic Youth, y que por primera vez se presenta en solitario por este lado de Los Andes.
Kim Althea Gordon es una de las máximas referentes femeninas de la escena neoyorkina de la segunda mitad de los ochentas, junto a Sonic Youth portaron el estandarte de la experimentación noise, siendo una de las agrupaciones mas importantes e influyentes del rock alternativo que reinó en los 90s. También integró bandas como Free Kitten o Body/Head. Como solista viene presentando su última producción de estudio, titulada ‘The Collective’ , obra elogiada por la crítica y las audiencias, un torbellino oscuro, psicodélico y que incursiona en el trap y lo industrial de forma brillante. Con 72 años a cuestas, Kim Gordon solo demuestra que su talento es desbordante, y no hay edad que obstaculice seguir experimentando y creando obras magníficas, que provocan y se desenvuelven en catársis sónicas que impactan y cautivan. Nunca pasará inadvertida, y tendremos el privilegio de tenerla en Chile para deleitarnos con su mordaz e inquietante propuesta.
Una jornada que no puedes dejar pasar. Las entradas las puedes adquirir por sistema Punto Ticket.
