Crédito fotográfico: Diego Pino.
Después de 8 años, la banda escocesa, Travis, volvió a Chile para brindar un concierto inolvidable en el Movistar Arena de Santiago, como parte de su gira. A través de 22 canciones, demostrando por qué es una de las más queridas dentro del ámbito del rock alternativo.
Iniciando la noche, pasadas las veintiún horas, empezó a sonar ‘Theme from Cheers (Where Everybody Knows Your Name)’, una melodía que entregó ese suspenso, hasta que los cuatro músicos aparecieron en la escena para ser aplaudidos. Desde el inicio, Travis dejó claro que no venían a hacer solo un concierto, sino a vivir una experiencia única junto a su público. Con el carismático Fran Healy al frente, el grupo comenzó con ‘Bus’, que empezó a cautivar al público. Con toda la energía, esos toques japonés y el sonido folk. Entregaban esa calidez y cercanía hacia el público chileno. Fran Healy, su vocalista, corrió de un lado a otro, saludando, entregando energía y sonrisas por doquier.
Healy dijo que era un gusto volver, además que Chile es un país muy lindo y que tiene gente muy bonita. Dijo que tocaría canciones nuevas, antiguas y otras. Ahí anunció ‘Alive’, una melodía que entró con fuerza y de lleno.
Entre medio, Healy conversaba con el público, entregando datos, historias y recuerdos. Entre ellos, decía que ellos hace tiempo están juntos, es por eso que presentó tres canciones de su primer álbum, la primera fue ‘I Love You Anyways’, pieza de amor intensa, hasta su conclusión con esa ternura.
Siempre es bueno escuchar una historia chistosa, algo así le sucedió a Francis con Chris de Coldplay, sobre la canción los sentimientos, ya que él le comentó que quería escribir una canción sobre esa temática. Así nació ‘Good Feeling’, tema que fue acompañado por luces psicodélicas a la par de la música, parecía una obra de teatro.
La parte de los clásicos con ‘Side’, ‘Closer’ y ‘Sing’, temas inflatables y que están en la retina de muchos. Para ‘Closer’, Healy preguntó si el público tenía los celulares para hacer algo lindo, prender las linternas en memoria de una persona que ames, ya sea que esté presente o en el más allá. De allí se prendió todo el Movistar a base de linternas para recordar a ese ser querido. Fue un momento de emoción.
‘Sing’ sorprendió por su clásico comienzo, además de que fue coreada por todos. ‘Re-Offender’, se unió a esta euforia.
Al medio del show, presentaron anécdotas acerca de los bares, a la banda le gusta ir a esos lugares, especialmente, porque hay sitios especiales, como en New York City. Así dio pie a “Raze the bar”, un nuevo lugar que Travis nos invitó a visitar.
Francis estaba con una camisa de fuerza, como la de los psiquiátricos, al momento de cantar ‘Gaslight’, haciendo referencia a veces que el amor nos vuelve locos.
Con vistas de New York de fondo, Travis nos llevó en un vuelo directo hacia la gran manzana, haciendo un recorrido por esta ciudad en ‘Naked in New York City’.
La simpatía de Francis mientras contaba una historia, se reía, ya que a una persona se le reventó un globo. De ahí anunció que harían un cover de Britney Spears, hace años lo tocaban. De manera acústica acompañado por el bajista, Douglas, así inició “Baby one more time”.
Andie y Neil, fueron llamados para volver al escenario para cantar a capela y en conjunto, ‘Flowers in the windows’, mientras el público lanzaba globos naranjas. Fue un momento clásico, ya que, lo llevan realizando en sus conciertos.
El final del concierto fue apoteósico, con ‘Why dos it always rain on me’, como broche de oro. A pesar de llevar más de dos décadas en la escena musical, Travis no solo sigue siendo una banda vigente, sino que sigue entregando conciertos llenos de energía, pasión y emoción, algo que muchos esperaban de su regreso a Chile.
En resumen, el concierto de Travis fue una experiencia que reafirmó el lugar especial que la banda tiene en el corazón de los fans chilenos. El grupo logró mantener su autenticidad y, al mismo tiempo, sorprender con la frescura de su música. Con 22 canciones los escoceses recorrieron parte de su historia y más, en un concierto íntimo, cálido y muy cercano.