El disco que consta de dos actos será lanzado el 2 de noviembre a través de [PIAS] Recordings.
Desde su creación en 1981, el dúo australiano Dead Can Dance se ha sentido intrigado por las tradiciones populares europeas, no solo en términos musicales, sino también por prácticas seculares, religiosas y espirituales. Tomando su inspiración como telón de fondo, Dionysus se formó cuando Brendan Perry exploró los largos y establecidos festivales de primavera, con origen en las prácticas religiosas, un viaje que pone en relieve los ritos y rituales que aún hoy se practican.
Tras dos años en la produccion, Perry acumuló una variedad de instrumentos de música folk y, como se escucha en álbumes anteriores, donde las pistas evolucionan menos como canciones y más como fragmentos cohesivos, Dionysus sigue un camino familiar, registrando grabaciones de campo que incluyen cantos, colmenas de Nueva Zelanda, cantos de aves de América Latina y una cabra Suiza. El objetivo en la mente de Perry es no solo invocar la atmósfera y los puntos de referencia simbólicos, sino destacar que la música se puede encontrar en todas partes de una forma u otra.
El álbum consta de dos actos (ACT I : Sea Borne – Liberator of Minds – Dance of the Bacchantes y ACT II : The Mountain – The Invocation – The Forest – Psychopomp) en siete movimientos que representan las diferentes facetas del mito de Dionisio y su culto, tomando la forma musical de un oratorio de principios del siglo XVI, manteniendo un control predominante del paganismo contemporáneo en Europa. Las voces utilizadas en estos movimientos se imaginan como comunidades que celebran, en comunión a veces, con canto de llamada y respuesta, las diversas voces están presentes para transmitir emoción más allá de los límites del lenguaje en sí.
Aunque inspirándose principalmente en la historia de Dionisio, la obra del álbum resuena con enlaces a rituales que representan una máscara hecha por la comunidad de los Huicholes de las montañas de la Sierra Madre en México, famosa por sus abalorios y pinturas de hilo, mientras que también participa en la tradición del peyote como un rito sagrado y el ritual con el propósito de sanar y expandir la mente; esto es el corazón de Dionisio, una celebración no solo de la humanidad, sino de la humanidad que trabaja mano a mano con la naturaleza con respeto y aprecio.
Dead Can Dance se embarcará en una extensa gira europea durante mayo y junio de 2019, celebrando su vida y obra desde 1980 hasta la actualidad.
