Por Jessabel Loyola / Fotos: @crisrock_photography
La noche del 11 de noviembre, las puertas del Teatro Coliseo se abrieron para dar paso a un viaje musical inolvidable con la banda española Saurom. Eran cerca de las 20:00 horas cuando el ambiente comienza a acalorarse, los fantasiosos y épicos acordes comenzaron a sonar y los primeros en entrar al escenario fueron los guerreros del Batallón de Mordor, representados por el coro chileno “De Acero y Viento”. Luego, los miembros de la banda se posicionaron, y Narci Lara saludó al público con una reverencia y un beso, marcando el inicio de un concierto que cautivaría a todos los presentes. Los últimos en ingresar fueron Miguel Franco junto a la chilena Javiera La Hidalga, talentosa cantante que los acompañó en la apertura con “El Pájaro Fantasma”.
Saurom rindió honor a sus clásicos infaltables, como “Amanecer”, “La Hija de las Estrellas” y “El Queso Rodante”, “La Musa y el Espíritu”, y también a sus composiciones más recientes, como “No seré yo” y “Mejor sin ti”.
La noche alcanzó nuevas alturas con la aparición de invitados especiales que enriquecieron la experiencia de los asistentes. Javiera La Hidalga, Caterina Nix, Emilio Véliz, Pato Ortiz, Valeria Guantiante y el coro “De Acero y Viento” fueron los talentos chilenos que acompañaron a la banda española durante el show.
Lo que hizo que la experiencia fuera aún más impactante, fue la presencia única de los españoles en el escenario. Un momento excepcional surgió cuando el vocalista Miguel Franco se introdujo al público en el “Círculo Juglar”. La conexión entre Saurom y sus fans fue palpable. Desde el primer acorde hasta el último rugido de la multitud, la banda estableció un vínculo estrecho con sus seguidores.
La interacción entre los músicos fascinó a la audiencia, demostraron un profundo respeto y admiración mutua, creando un ambiente en el cual potenciaban entre ellos la magia de sus canciones. Desde la energía apasionada de la guitarra de Raúl Rueda hasta la maestría multi instrumentista de Narci Lara, cada miembro destacó con una presencia magnética. La voz poderosa de Miguel Franco resonó con fuerza, mientras que la base rítmica a cargo de José Gallardo y Antonio Ruiz, junto a las teclas de Santi Carrasco, pero por sobre todo el carisma y la dinámica de los seis músicos sobre el escenario mantuvieron a la audiencia animada y enérgica, cantando y disfrutando cada momento del espectáculo.
Los bailarines, con sensacionales atuendos, junto al juego de luces y efectos visuales complementaron perfectamente la intensidad de la música y potenciaron el ambiente mágico del Teatro Coliseo. Cada movimiento se sincronizó con la música, añadiendo elementos visuales que transportaron al público a un mundo de fantasía y diversión.
El concierto se extendió por más de dos horas, con un repertorio de 24 canciones que incluyó sorpresas como lo fue la primera vez en Chile de “Nostradamus”, un momento destacado, aún más por la participación del Batallón de Mordor.
A las 22:20 horas, el show llegó a su fin con “La Taberna”. El público estaba totalmente emocionado, saltando, danzando y experimentando una mezcla de nostalgia y felicidad.
Al concluir el concierto, la banda expresó su total agradecimiento tanto a su leal público como a los invitados chilenos que compartieron su escenario y a la productora El Juglar Prod. Saurom demostró no solo su virtuosismo musical, sino también su profundo aprecio por aquellos que hicieron posible este viaje musical único en el Teatro Coliseo.
El concierto de Saurom junto a sus invitados especiales fue más que una simple actuación musical; fue un recorrido a través del tiempo y la emoción. La fusión de sonidos ancestrales con la fuerza del metal, creó una experiencia inolvidable. La conexión única entre la banda y sus fans, la dinámica respetuosa entre los músicos en el escenario y la energía contagiosa, demostraron que la música puede trascender fronteras y fusionar lo antiguo con lo moderno de una manera verdaderamente asombrosa.
