Por Litta
El pasado jueves, el Teatro Caupolicán se convirtió en un hervidero de energía y pasión con la presentación de tres bandas que demostraron su dominio en distintos subgéneros del metal. Jinjer, Heaven Shall Burn y la banda nacional Decessus se unieron para ofrecer una jornada llena de poder y destreza musical, colmada de riffs poderosos, voces guturales y melodías cautivadoras.
La velada comenzó con la banda chilena Decessus, que ha causado gran impacto en la escena metalera nacional en los últimos tiempos. Su sonido, una sólida fusión de death metal y elementos progresivos, logró encender a un público inicialmente escéptico. Sin embargo, a medida que avanzaba la presentación, la audiencia cada vez más receptiva, ovacionó la actuación. Liderada por Ignacia Fernández, Decessus ha generado cierta polémica por su rápido ascenso en la escena, pero este jueves demostró con creces su talento y virtuosismo, dejando atrás cualquier duda sobre su joven trayectoria. La banda presentó un setlist que incluyó temas de su último EP y adelantos de su próximo álbum, reafirmando su posición como una de las bandas más prometedoras del metal chileno.
A continuación, fue el esperado turno de los alemanes Heaven Shall Burn. Con una puesta en escena impecable, una energía desbordante y un perfecto dominio de su público, los próceres del metalcore demostraron una vez más la especial conexión que tienen con la audiencia chilena. Marcus Bischoff y compañía dejaron en claro por qué son considerados uno de los referentes del género, tanto a nivel internacional como en la escena nacional. El show comenzó sin rodeos, con la potencia del legendario disco “Iconoclast”. “Awoken” fue la canción elegida para dar el vamos, seguida de “Endzeit”, ambos temas clásicos que transportaron al público a la época dorada del metalcore del 2008. Luego, “Bring the War Home” y “Übermacht” sirvieron como un preámbulo perfecto para uno de los momentos más destacados de la noche.
Ya transcurrida la mitad de la presentación, el guitarrista, Maik Weichert, hizo una pausa para expresar su agradecimiento a Chile y recordar la importancia que el país ha tenido para la banda. Una especial referencia a diversos personajes insignes de nuestra historia, junto a un discurso que planteó un firme rechazo a la violencia en todas sus formas y relató la existencia de un arma más poderosa nacida desde el poder de las masas, así de esa enigmática forma, fue presentando la colosal, “The Weapon They Fear”, un himno dedicado especialmente a Chile y al gran Victor Jara. La respuesta del público fue inmediata y entusiasta, coreando la canción a todo pulmón junto a una arrolladora ovación. Posteriormente, otro momento destacado fue la interpretación de “Voice of the Voiceless”, en donde Marcus orquestó desde las alturas un mosh épico con wall of death incluido. Este clásico, junto a los temas de su último álbum, demostraron por qué Heaven Shall Burn sigue siendo una de las bandas más influyentes del metal y dejó al público sedientos de más, por lo que esperamos en el futuro tenerlos de regreso como headliners.
Finalmente la noche culminó con la esperadísima presentación de Jinjer, quienes fueron los resposnsables de este gran encuentro, pues dentro de sus gira hicieron el llamado de los alemanes como invitados. La banda ucraniana, liderada por la carismática Tatiana Shmaylyuk, demostró con creces por qué es una de las bandas más populares del metal moderno e hicieron posible este gran momento, ya que el show en nuestro país se posicionó como el concierto más grande registrado para la banda en lo que va de su gira 2024. Su propuesta musical, que fusiona elementos del metal extremo con influencias del R&B, el soul y el hip-hop, junto a la atrapante danza que su vocalista gesta a medida que muestra su poder vocal, resultando en un show explosivo y lleno de matices. El setlist, una mezcla perfecta de clásicos y temas de su último álbum, mantuvo al público en constante movimiento. Desde el inicio con “Just Another”, la energía se desbordó y no decayó en ningún momento. Temas como “Ape” y “Fast Draw” sacudieron al público con su brutalidad, mientras que “Green Serpent” y “Retrospection” mostraron la faceta más melódica y emotiva de la banda.
Tatiana Shmayluk fue la absoluta protagonista, demostrando una voz increíblemente versátil, pasando de guturales desgarradores a limpios sorprendentemente melódicos junto a sus característicos bailes. Es maravilloso ver en acción a esta vocalista, quien posee una presencia escénica magnética, que logra cautivar por completo al público con cada movimiento y cada gesto.
“Teacher, Teacher!” y “On the Top” fueron recibidas con euforia, convirtiéndose en verdaderos himnos de la noche. “I Speak Astronomy” y “Someone’s Daughter” demostraron la capacidad de la banda para crear atmósferas oscuras y llenas de tensión, mientras que “Kafka” y “Copycat” mantuvieron el nivel de intensidad supeando las expectativas incluso de la agrupación, quienes en más de una ocasión miraban con mucha gratitud a su fanaticada. “Perennial” y “Rogue”, dos de los temas más recientes, mostraron la evolución de Jinjer y su capacidad para seguir sorprendiendo a sus seguidores. Y para cerrar con broche de oro, “Pisces” dejó al público extasiado con su mezcla de potencia y belleza, aunque con gusto a poco pues fue una presentación modesta que a pesar de no superar la hora y media, regalaron un trascendental momento para esta finalización de año y todos los presentes en el legendario Teatro Caupolicán.
Lamentablemente iRock no contó con acreditación gráfica, por lo que en esta ocasión no contamos con galería fotográfica.