PAUL DI ANNO
Invitado: IRON SPELL (Chile)
14 DE AGOSTO 2015 | CLUB ROCK & GUITARRAS
Review: Freddy Veliz | Fotos: Claudio Poblete
Este año Iron Maiden celebra 35 años de su homónimo debut discográfico, álbum que junto a Killers de 1981 comprenden las obras en que participó en la voz Paul Di’Anno, quién no pudo mantenerse en la banda a futuro, debido a su vida llena de excesos, que iban en contra de lo que Steve Harris tenía planeado para la agrupación. El expulsado vocalista luego de lanzar una discreta carrera solista para luego formar bandas como Killers y Battlezone durante el resto de las décadas del 80 y 90, sin lograr consolidarlas del todo, ha mantenido su nombre atado a su nostálgico paso por la Doncella de Hierro a punta de rememorar el catálogo de sus dos primeras obras. A Chile ha llegado en varias ocasiones, cada vez con resultados que dejan entreabierta una acalorada discusión, de si es necesario que siga exprimiendo hasta el cansancio esa rutina, cuando está bastante alejado de mantenerse en forma para desarrollar una carrera profesional al nivel que los fanáticos de la banda más importante de la historia del Heavy Metal desearían.
En su última presentación el 2012 en La Cúpula, demostró un estado paupérrimo, que dejó a muchos con una profunda decepción, a pesar que en sus anteriores shows ya venía manifestando una acelerada decadencia, muchos insisten en que la que viene es la vencida, otros simplemente dan un paso al lado y prefieren quedarse con el recuerdo de sus años dorados, en que fue parte esencial de dos magníficas placas de la historia del metal.
Pasaron tres años, y ahora con el pretexto de un nuevo aniversario del debut discográfico de Iron Maiden, regresó en medio de las obvias críticas por parte de la fanaticada más exigente, que ya no quieren seguir con sus lastimeros comentarios al respecto. El lugar elegido esta vez fue el club Rock y Guitarras, un espacio mucho más reducido que el de sus anteriores visitas, y que congregó a una buena cantidad de público.
Para la partida los nacionales IRON SPELL demostraron el buen nivel que han logrado en dos años de carrera, promoviendo el sonido clásico de la New Wave of British Heavy Metal, o como ellos se autodenominan New Wave of Chilean Heavy Metal. Un número más que apropiado para esperar al señor Di’Anno. La agrupación chilena en un tiempo de 35 minutos presentó parte de su demo 2014 titulado Heavy Metal Witchcraft, centrándose en mayor medida en la promoción de lo que será su futuro álbum debut. Personalmente no había tenido la oportunidad de escucharlos, y sinceramente me dejaron una impresión más que satisfactoria. Los santiaguinos, se esmeran en darle una buena dinámica a su show, a eso sumémosle una cuidada preocupación por la estética en el escenario, usando vestimentas donde el rojo y el negro priman en cada uno de los músicos, dando uniformidad estética a la presentación, un detalle del que pocos se preocupan en nuestro país a la hora de armar un show.
Temas como “Torches in the Woods”, “Mothman” o “Black Candle Light” entre otros del ep que están prontos a publicar y que llevará por título Electric Conjuring, más cortes como “Evil Gypsy”, “Midnight Fire” y “Heavy Metal Witchcraft” de su demo, nos remitieron al sonido clásico de bandas como Judas Priest, Saxon o Diamond Head. Un vocalista con presencia y buen registro, dos guitarras que nos arman un poderoso muro de riffs que invitan a mover nuestras cabezas, y una sólida base rítmica hacen del trabajo de IRON SPELL una buena instancia para seguir creyendo en la larga vida del heavy metal de raíz clásica en nuestro país.
El esperado intermedio terminó cuando las luces del recinto bajan y bajo una oscura intro, aparece el mítico vocalista ayudado por un asistente y dos muletas, caminando a duras penas para sentarse en una silla dispuesta frente al micrófono. Por un momento pensé que no alcanzaría llegar a su objetivo. Un cuadro muy parecido a lo que se vivió en su última actuación, claro que esta vez fue directo a tomar asiento. Junto a él una mesa con una buena cantidad de botellas de agua, entre las que sobresalía una de Jack Daniels, que fue bjando su contenido a medida transcurría el concierto. Deplorable estado físico para una persona de 57 años.
Acompañado esta vez por el line-up del tributo chileno Genghis Khan, la partida es con “The Ides of March” seguida por “Sanctuary”. Paul realmente ya no canta, su voz no resiste análisis técnico y gran parte de su interpretación se reduce al grito, finalmente su show se sostiene gracias a lo incombustible de los clásicos de la Doncella, que todos corean y celebran. A pesar de eso, la presentación fluye en medio de vítores, y la comunicación constante de Di’Anno con los presentes, el tipo gana por su cercanía y esa actitud de querer dar un paso al lado y negarse a que lo vean como un rockstar, Paul Andrews es un claro ejemplo del antihéroe, que en contra de cualquier crítica (muy merecidas en realidad), sigue intentando sacar provecho de esa importante etapa de su carrera.
Entre brindis de Jack Daniels, y el reproche hacia un asistente que le lanzó un escupitajo, pidiendo que lo saquen del recinto, fueron pasando los grandes clásicos que todos quieren escuchar de la voz del cantante original, aunque su timbre esté bastante alejado de lo que fue en algún momento, pareciera que el fanático recalcitrante le perdona todo y vitorean su nombre, le facilitan un encendedor para que encienda su cigarro, le celebran sus bromas y terminan siendo protagonistas para hacer de esta noche algo memorable, a pesar de las falencias. En el set incluye temas de su paso por Killers y Battlezone, los que no entusiasman al público que claramente viene por los himnos de Maiden, así “Wratchild”, “Murders in the Rue Morgue”, los instrumentales “Genghis Kahn” y “Transylvania”, “Remember Tomorrow” una de las más logradas en mi opinión por Di’Anno, que se lleva una de las mayores ovaciones cuando remata con “Phantom of the Opera” uno de esos clásicos más queridos por la fanaticada, que sigue cabeceando con la homónima “Iron Maiden”
Como bien sabemos el británico desde sus años con Iron Maiden ha sido un confeso seguidor del Punk Rock por sobre el Heavy Metal, algo que repite constantemente en sus shows, y que en esta ocasión lo hizo para justificar el final con dos clásicos de dicho movimiento, me refiero a la emblemática “Blitzkrieg Bop” de Ramones y el himno por antonomasia del punk “Anarchy in the UK” de Sex Pistols, dos temas que paradójicamente fueron quizás los que mejor interpretó el obstinado cantante. La veta punk le asienta mejor, su camino probablemente debió haber ido por ese lado, y no haberse dedicado a estirar un elástico que en lugar de favorecerlo, terminará por destruir la imagen (si es que ya no está destruida) del ícono de uno de los grandes momentos de la historia del metal.
La banda liderada por Steve Harris, se ha ido construyendo y creciendo en base a la prolijidad, al profesionalismo, en mantener el heavy metal en un sitial importante dentro del mundo de la música. Una evolución de más de 35 años si contamos los inicios donde el bajista fue moviendo piezas para lograr cumplir el sueño de la banda propia.
Iron Maiden está ad portas de lanzar su decimosexto álbum de estudio, ha corrido mucha agua bajo el puente durante estos años, actualmente son respetados y considerados entre las bandas más importantes de la historia del rock, entonces ver a un tipo, que usufructúa de su paso (no negamos que fue importante) por la agrupación, convocando a shows de un nivel por debajo de lo que se exige a un artista que declama cierto nivel de importancia (he visto a bandas tributo esmerarse por entregar un acto más profesional que el que vimos anoche), no deja de ser decepcionante. Di’Anno ni siquiera tiene una banda propia para hacerse acompañar, debe recurrir siempre a un line up distinto en cada lugar donde se presenta. El de anoche tampoco fue lo mejor, a pesar del esfuerzo y la actitud de los chilenos por hacer que el show funcionara de la mejor manera posible. El público creó el ambiente propicio para que esta nueva presentación de Paul Di’Anno en Chile, que en actitud no decae, se sostuviera en un ambiente que se mantuvo prendido desde los primeros y difíciles pasos del británico en el escenario del local de Av. Macul.