Foto: Jorge Cadenas
ATOMIC AGGRESSOR
LANZAMIENTO SIGHT OF SUFFERING
25 DE ABRIL 2015 | CLUB KMASÚ PREMIERE
Casi tres décadas tuvieron que pasar para que Atomic Aggressor, una de las leyendas vivientes del metal chileno, publicara su álbum debut, muy similar a lo que ocurrió con Pentagram hace poco tiempo atrás. Comprensible al retroceder en el tiempo y recordar lo difícil que era en la época lograr una hazaña de esa magnitud para una banda del underground nacional. Pocos fueron los que lo lograron por esos años, Massacre con su álbum homónimo de 1989 y Necrosis con The Search (1988) son los casos más recordados, verdaderos hitos del género.
Sights Of Suffering es el título de una placa que se ha llenado de elogios, siendo rápidamente considerada entre lo mejor del año recién pasado en materia de metal. Había una deuda, y esa era realizar un lanzamiento a la altura del acontecimiento, y este se logró llevar a cabo este sábado 25 de abril en Club Kmasu, recinto que se ha convertido en el templo indiscutido de la escena metalera en el último tiempo.
Un encuentro que debía celebrarse en grande, y así lo quiso la agrupación emblema del death metal en nuestro país, convocando a otras bandas a unirse a esta cuasi maratón de sonidos extremos.
Praise the Flame, fueron los encargados de abrir las puertas de este infernal encuentro, y lo hicieron con un nivel que pocas veces podemos apreciar en un número de apertura, sonando fuerte, claro y creando un ambiente de claustrofobia sonora, oscura e hipnótica .Una banda que personalmente no había visto en vivo, y que debo confesar, me impresionaron de entrada con su puesta en escena y sonido, formados el 2012 fueron los más nóveles de la intensa velada que continuó con los porteños Miserycore, quienes desataron uno de los más excitantes e intensos mosh pit de la jornada, una actuación potente desde el principio, a pesar de que el sonido no fue su mejor aliado, sobrellevaron un show a punta de cortes que muchos de los presentes demostraron conocer levantando puños y coreando en medio de la revuelta al centro de la pista, algo muy parecido ocurriría con los valdivianos Attacker Bloody Axe, que no pudieron contra las dificultades acústicas del recinto, pero sí tuvieron un gran recibimiento por parte del público que vibró con su violenta propuesta.
Los últimos con la misión de encender los motores fueron los respetados y experimentados Death Yell, quienes ponen toda su trayectoria sobre el escenario de Kmasu. Una banda cuya propuesta atrae por una dosis transversal de metal,donde funden de gran forma la vieja escuela del thrash con la furia extrema del death, en una puesta en escena intensa, liderada por el carisma de Sergio “Galleta” Arenas fue sin dudas una potente dosis de energía para seguir con el plato de fondo.
Cuando el reloj marcó las 23:00 hrs, comenzó la atronadora presentación de los anfitriones, una revisión casi completa de Sights of Suffering entremezclada con sus clásicos obligados de ese primer demo de 1989, titulado Blood Ceremonial para el deleite de sus más longevos seguidores.
De “Faceless Torment” y “Spawn of Doom” de su última placa, cual flashback nos volaron los sentidos con “Bleed in the Altar” de su primigenio registro, que a estas alturas está convertido en toda una joya del death metal chileno. Título que además sirvió para bautizar la cerveza que se puso a la venta exclusivamente en esta verdadera fiesta del metal extremo hecho en Chile.
Foto: Jorge Cadenas
La agrupación nacional demostró el nivel al que pueden llegar las bandas en nuestro país, una total entrega, con una calidad de sonido de primer nivel, sin exagerar, no había nada que envidiar a bandas del primer mundo que se han presentado en el mismo recinto.
Como una aplanadora pasaron temas como “Sights of Suffering” que da título al disco motivo de este lanzamiento, “ Greed Supremacy”, “Blind Servants”, “Ancient Burial”, el clásico “Blood Ceremonial” entre otros, nos llevaron por un viaje hacia los límites más recónditos del infierno.
Las incendiarias guitarras de Enríque Zúñiga y Julio Bórquez seguramente aún resuenan en los oídos de los asistentes junto a la profunda y demoniaca interpretación vocal del también bajista Alejandro Díaz cuya impronta en el frente es significativa en el resultado final de lo que representa a la banda, cuya madurez se ha ido manifestando con una propuesta consecuente con el estilo que profesan desde sus orígenes.
Un show que contó con una buena asistencia de público, que incluso con la venta de alcohol en el mismo recinto, tuvo un comportamiento ejemplar, una muestra de que podemos disfrutar de un buen espectáculo sin caer en actos que puedan amenazar la integridad de las personas ni del concierto en sí. Luego de los hechos ocurridos en los últimos días en dos eventos relacionados con el punk, es hora de que realcemos los grandes momentos que la música nos puede entregar, responsabilidad que recae desde el profesionalismo y seriedad de una productora hasta el buen criterio del que llega como un simple espectador.
La noche del 25 de abril, sin dudas quedará sellada para siempre en la historia de una banda que se ha ganado la admiración de distintas generaciones de metaleros en nuestro país y el extranjero, a punta de honestidad y una capacidad incólume para seguir en el ruedo por mucho tiempo más.
Review: Freddy Veliz
Fotos: Jorge Cadenas
