Por Diego Puebla
Con alrededor de seis bandas en su historia (Tornado, Lucas Yaksic, EM3,14, Criogenia, Cangrejo) varios discos grabados y llevando la batuta como el encargado de la rapidez de las seis cuerdas en la reconocida banda de Death Metal criolla, Torturer. Francisco Garcés nos comenta como fue su ingreso a una banda histórica para nuestro metal nacional, el nuevo disco homónimo, entre otras cosas.
Francisco, muchas gracias por tu tiempo y disposición. Para comenzar ¿De qué manera llegaste a este instrumento tan importante para la música?
Comencé con la guitarra como a los 13 años, con una acústica tres cuartos que le regalaron a mi hermana para sus clases de música en el colegio. En esa época sonaba mucho Van Halen, Maiden, Accept, Ozzy, etc., y había una especie de boom del Heavy como corriente musical que de alguna manera hizo que quisiera tratar de sacar algunos riffs. A los 16 pude comprar mi primera guitarra eléctrica marca Flyer, que era como un remo con cuerdas, ¡pero para mí era lo máximo!
Con esta guitarra ya absolutamente motivado, armé mi primera banda llamada Tumor. Con un par de compañeros del colegio ya metidos de lleno en el metal más extremo empezamos tocando covers de Napalm Death, nuestra máxima influencia en ese tiempo (risas) ¡Qué buena época fue esa!
Luego a los 19 años tuve la suerte de viajar a USA donde conseguí una guitarra de mejor calidad y de ahí no paré más.
¿Cómo llegaste y cómo ha sido tocar con Torturer durante todos estos años?
Fue a principios del ‘97 cuando un amigo me llama por teléfono diciéndome que conoce a un baterista que toca en una banda thrash metal y que buscaban guitarrista, a pito de nada porque yo no andaba buscando tocar ni armar nada. Ese batero de contacto era Martín Valenzuela, excelente músico y amigo que nos acompañó en Torturer por más de 15 años. Lo llamé y luego de una pequeña entrevista telefónica me dice que la banda a la que yo “postulaba” era Torturer. En ese momento se me arrugó todo porque yo conocía a la banda, los había visto en vivo, tenía algunas grabaciones y ya eran una banda con “nombre” que le imprime mucha técnica y velocidad a sus temas, lo que significaba un buen desafío. Luego me contacté con Pancho Cautín, bajista y vocalista de la banda, para agendar una pequeña reunión, conocernos y ver qué pasaba.
Finalmente nos juntamos en mi casa con unas cervezas, escuchando música, cuando de repente Cautín me dice “Ya poh toca algo… ¿a ver?” (Risas). Así es que enchufé la guitarra y me puse a improvisar algunas cosas y hacer unos trucos de guitarra que parece que lo convencieron.
Agendamos un ensayo para el fin de semana siguiente y aquí estamos.
En relación a cómo ha sido tocar en Torturer, uf, creo que todo. He podido conocer mi país de Arica a Punta Arenas, gente, bandas, y una especie de realización personal también re-importante como guitarrista, además de abrir puertas para participar en otros proyectos musicales, poder ver la evolución de la banda en muchos sentidos y a darme cuenta que, viajar a tocar al sur y que te esperen con un cordero al palo y un buen tinto, ¡no tiene precio!
¿Cuál ha sido el escenario más grande donde han tocado y el mejor logro de la banda a tu parecer?
Creo que el más masivo fue el PUC Metal Fest en el 2003. Esto se hizo en el Campus San Joaquín con varias bandas y estaba repleto de gente. Hemos tenido la suerte de tocar y abrir grandes conciertos como Kreator en el Estadio Víctor Jara, Sadus en la mítica y desaparecida Laberinto, Voivod en el Caupolicán. Estuvimos también en el pasado “The Metal Fest 2013” en el Movistar Arena, y hace poco con Cannibal Corpse y Dorso en el Caupolicán. Todas esas experiencias, además de los discos y registros que entregamos, son logros para nosotros como banda y nos enorgullecen.
¿Cómo sientes el disco nuevo (Homónimo) y qué diferencias nos puedes contar que tiene con los anteriores?
Este último disco se viene gestando desde el año 2006, es un disco doble ya que hemos acumulado mucho material, y no quisimos descartar ningún tema. Yo lo definiría como un disco maduro, aunque suene cliché, porque en todo este tiempo logramos darle a cada tema lo que necesitaba en composición y arreglos, ni más ni menos. Es un disco muy completo, en el que encuentras un poco de esencia de vieja escuela, rapidez y “chacalidad” en el primer disco, y en el segundo, temas un poco más experimentales, bases con teclados y pasajes más “pegados”.
Creo que los discos representan una fotografía en el tiempo de los momentos de una banda, y para el caso de esta última producción fueron prácticamente 6 años de vivencias entre pérdidas de seres queridos y anécdotas de vida que se van plasmando en las composiciones. Para nosotros es super importante poder inmortalizar de alguna manera lo que hacemos, y qué mejor que hacerlo a través de un disco. Estamos muy contentos con esta producción que estuvo a manos de Pablo Gudiño y Gerardo Pinto en el sonido, y Fran Muñoz en el arte.
Si me preguntas sobre diferencias con los discos anteriores, me atrevo a decir que en producción supera con creces a cualquier disco de la banda, aunque cada disco tiene su gracia, su momento y su historia.
¿Tus Influencias?
Them (King Diamond), Bonded by Blood (Exodus), Beneath the Remains (Sepultura), Twisted into Form (Forbidden), Human (Death), Testimony of the Ancients (Pestilence) y Altars of Madness (Morbid Angel) son mis discos favoritos. De ahí creo que viene todo…
Para los guitarristas, ¿tus equipos serían?
Estoy usando un Cabezal Randall RM100 + Caja Marshall 1960B, y un Multiefecto G-Major T.C. Electronics controlado vía Midi con un ADA MPC. Guitarra Ibanez.
¿Algún Endorsement (auspicio)?
¡Los Endorsement en este país valen callampa!
¿Qué proyectos se vienen en lo que queda del 2013?
Para este año sacaremos un DVD que fue grabado en Diciembre del 2012, donde tocamos el disco “Oppressed by the Force” entero, a varias cámaras y con una edición más sonido increíble a manos del talentosísimo Leo Castillo. También hay ideas para nuevos temas y finalmente hemos podido terminar nuestro Home Studio en la sala de ensayo, que sin dudas, nos ayudará a avanzar más rápido y obviamente poder grabar y realizar nuestras producciones futuras en casa.
Algo que tenemos pendiente hace mucho tiempo, y no sé si se concrete muy a corto plazo pero están las ganas y los contactos, es una pequeña gira por Europa.
El último concierto masivo fue teloneando a Cannibal Corpse con muy buena crítica por lo demás… ¿Cómo fue eso para la banda? Qué nos puedes contar del sonido nuevo que tienen.
Siempre es agradable cuando se dan las condiciones óptimas en cuanto a backline, iluminación, sonido, monitoreo, etc… Todos factores que ayudan a que una banda suene y se vea como tiene que ser, para que la gente pueda ver un buen show. Creo que las críticas en general fueron buenas porque, además de que estuvimos muy sólidos en cuanto al fiato y ejecución, pudimos contar con los elementos ya mencionados que suman para que un concierto salga redondo. El sonido estuvo a cargo de Claudio Torres.
El nuevo sonido que mencionas se debe a un cambio de integrantes que tuvo la banda, y que ha sido una inyección de energía y talento por parte de Rodrigo Zúñiga en batería y Pablo Navarrete en guitarra, reemplazando a Martín Valenzuela y Sebastián Morales, excelentes músicos que dejaron la vara alta y nos han acompañado desde el ’97.
Como opinión, ¿de qué forma sientes el trato al músico nacional y por sobre todo dentro del marco del Metal?
Creo que se cometen muchos abusos sobre todo con bandas que están comenzando, el hecho de que a veces hasta hay que pagar para poder tocar con bandas más grandes es una aberración, y es algo que me irrita, por ende, hagámoslo más fácil y justo para todos.
¿Hay muchos problemas de organización?
En general no, pero hay que tener mucho cuidado con los productores chanta y sin vergüenza que en este medio abundan.
¿Chile es para vivir del Metal?
No en mi caso, afortunadamente todos en la banda tenemos otras actividades que nos permiten solventar nuestros gastos y dedicarnos a la música un poco por amor al arte, obviamente cobrando lo que nos corresponde, porque de alguna manera hay trabajo, talento, y esfuerzo por hacer bien las cosas y entregar finalmente un producto de calidad.
¿Qué aspiraciones sigue teniendo Torturer, que anhelos tienen luego de tantos años de trayectoria y de reconocimiento en el medio nacional?
¡Seguir tocando, grabando y demostrando que este país tiene una tremenda escena metalera!
¿Cómo evalúas la escena metalera chilena? ¿Qué falta?
Tremenda. En Chile hay muchas y muy buenas bandas sobre todo en regiones. Lo importante es contar con lugares para que todos puedan mostrar lo que hacen. Quizás hace falta más productores serios que se atrevan a organizar conciertos de verdad y de calidad tanto en regiones como en la capital, y que el mismo profesionalismo que muestran las bandas se contagie hacia los organizadores. Pienso que la llegada del The Metal Fest es un gran avance en ese sentido, y aunque el valor de las entradas a veces parece ser un poco exagerado, finalmente es un festival que nos permite disfrutar en general de buena música tanto nacional como extranjera. La única crítica que podría hacer referente al The Metal Fest, es que las bandas nacionales debieran compartir el mismo escenario que las extranjeras y no perjudicar lo nacional.
Para cerrar y agradecerte las palabras junto con tu buena onda. Nos podrías dar algunas palabras para los lectores de iRock y los fans de Torturer.
Sí, gracias Diego por la entrevista y poder compartir algo de mi historia en la banda. ¡Un gran saludo a los lectores de iRock y a los fans de Torturer!
