Nota: Diego Puebla Fotos: AndieBorie
9 de noviembre 2018, Teatro La Cúpula
Totalmente vendido hace semanas lucía el Teatro La Cúpula en las plataformas de venta de tickets, la icónica banda de post-hardcore y columna vertebral de los proyectos posteriores de los músicos Bixler-Zavala y Rodríguez-López llegaba finalmente a Sudamérica con aterrizaje obligado en Chile.
Los fanáticos del conjunto que entregó los cimientos para esta mezcla del hardcore punk, más la fusión del rock progresivo clásico que decantan en esta única creación musical que cumplía una deuda pospuesta por la irregular permanencia en la escena, tragedias, drogas, muertes y separaciones son los antecedentes negros de ellos. Finalmente, el quinteto pudo debutar en Chile en un recinto repleto como hace tiempo no se veía.
Con público de edades dispares, en su mayoría sobre 35 años eran los que gozaron desde 1993 de la creación de At The Drive-In. Desde El Paso, Texas y con cuatro discos en sus espaldas desde su debut “AcrobaticTenement” ignorado en la noche de viernes del 09 de noviembre, pasando por In/Casino/Out de 1998 y “Lopsided” con la elaborada “Napoleón Solo” sirvieron de representación para el total de quince canciones donde la elogiada “Relationship of Command” se impuso con siete cortes y el resto son parte de la placa que los trajo en su promoción a nuestro país. El regreso discográfico tras 17 años de silencio en composición, “In°tera°li°a”, entrega obras más directas en su sonido sin tantos factores progresivos al igual que su presentación en vivo.
Desde el inicio con “Arcarsenal” la banda solo se dedicó a tocar y Cedric en la voz, a demostrar su habilidad vocal con la técnica del screaming, esbozando líricas totalmente veloces y entregar particularidades en su forma de sentir la música. Bailando y deslizando sus pies, golpeando el atril de micrófono, jugando con él, girar en círculos en el suelo e incluso lanzándose al público, marca a un impredecible de aquellos.
Junto a él, su inseparable amigo Omar en guitarra siempre atonal de sonidos modernos y expresivos –situación que difiere de su postura corporal-ejecuta voces además de Keeley Davis en el frente de ataque, sumados a los metrónomos humanos como son el bloque rítmico de Paul Hinojos en bajo y Tony Hajjar en batería.
Hora y veinte minutos fue suficiente para ponerse al día con el público chileno. “Te amo” fue una de las pocas palabras fuera del acto musical que dijo el melenudo vocalista, para culminar con “OneArmedScissor”. Intensos, indeterminados e incalculables fue su impresionante y catárquicoespectáculo, una muestra en la incertidumbre que genera la banda más con la creatividad de artistas poco tradicionales de la talla de Omar Rodríguez-López y CedricBixler-Zavala. Al igual que proyectos de la talla de Mars Volta, Antemasque, Zavala o De Facto solo su necesidad de creación dirá cuanto es lo que pueda durar la nueva reunión de At The Drive-In después de su vuelta en 2016. Solo queda elogiar momentos sonoros como el recién pasado, de una agrupación que cuenta con ejecutantes rupturistas y originales dentro del rock contemporáneo mundial. A disfrutar mientras se pueda…
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