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Live Review | Killing Joke: Histórica presentación puso fin a cuatro décadas de espera

Nota: Freddy Veliz – Fotos: Andie Borie

27 de septiembre 2018, Club Blondie. Santiago

Cuatro décadas de una banda fundamental en el desarrollo de la música en los ochenta y hasta nuestros días. Killing Joke, desde lo más subterráneo de la escena punk británica, fue construyendo un imperio influyente, desde una perspectiva bajo perfil, se convirtió en una banda de culto para el movimiento post punk, que ampliaba los horizontes musicales de una década donde la new wave fue la reina indiscutida. La banda liderada por Jaz Coleman, nunca llegó a considerarse parte del mainstream donde coquetearon otros contemporáneos como The Cure o Siouxsie and the Banshees, pero su obra es tan influyente para cuatro generaciones de distintos ámbitos musicales, que obliga a detenernos a pensar, en que hubiese sido de Metallica, Nirvana, The Mission Uk o Nine Inch Nails (solo por nombrar algunos), si Killing Joke no hubiera existido. La capacidad para ir mutando su sonido entre el new wave, el punk, la electrónica, lo gótico, el metal, lo industrial, etc., es una razón suficiente para ir entendiendo la importancia del influyente conjunto, y cuestionarnos también el por qué nunca han llegado a ser masivos, considerando que (citando a la revista Rolling Stones), “Es la banda favorita de tú banda favorita”, una frase que resume cabalmente el significado de su historia.

Pasaron cuatro décadas desde su formación, para que el conjunto pisara por primera vez suelo chileno, y los más conocedores y apasionados amantes del género manifestaron la alegría de poder contar con su visita, un tour que justamente celebra esos cuarenta años de intensa trayectoria. Club Blondie, acogió este debut, un lugar simbólico para la escena alternativa de Santiago, totalmente idóneo para recibir repleto a Coleman y compañía.

Los nacionales Imaginary Noise, fueron los responsables de iniciar la ceremonia, con un breve show que repasó parte de su obra enmarcada dentro del post punk, con claras influencias en los británicos Depeche Mode o Peter Murphy. Un acto discreto, con una nula interacción de la banda con el público, que se limitó a recibirlos con el merecido respeto, aprobando su propuesta, pero siempre expectantes de lo que se venía con el plato de fondo.

Puntualmente a las 22:00 horas, tal como se había prometido, la oscura introducción envasada de “Masked Ball”, extraída desde el soundtrack del film Eyes Wide Shut de Stanley Kubrick, nos encaminó hacia una noche sin lugar a dudas antológica. Bajo una gran ovación aparecen en escena el guitarrista Geordie Walker, el bajista Martin “Youth” Glover, el baterista Paul Ferguson, el cantante Jaz Coleman y Roi Robertson como invitado en los teclados, para rememorarnos su lado más new wave con el clásico “Love Like Blood” del álbum ‘Night Time’ (1985). Un estado de gracia invadió el ambiente de Blondie, tantos años de espera y por fin estábamos frente a esta banda primordial, que rápidamente nos envuelve en una versión hipnótica y potente de “European Super State” del disco Absolut Dissent editado el 2010. La electrónica y el beat contagiante nos atrapa en un trance del que no podremos escapar durante las casi dos horas que duró el concierto.

Un sonido al borde de la perfección, que grafica además el estilo híbrido de Killing Joke, y que se mantiene vigente, con obras que podrían fácilmente haber sido compuestas hoy. Suenan frescos y con una oscuridad que nos hace penetrar en un túnel de emociones, potenciadas por el discurso político de Coleman, quien no tiembla en gritar un “fuckin’ Pinochet” y hablarnos de la libertad antes de guiarnos por los pulsos punketas de “Autonomous Zone”, que provoca los primeros mosh pits de este encuentro de características históricas.

Un completo repaso por sus etapas más importantes, cortes clásicos como “Eighties” (Corte que alguna vez a Nirvana le valieron acusaciones de plagio , por los guiños en “Come as you Are”), la esperada y oscura “Requiem” o la colosal “Labyrinth” del gran Pandemonium (1994) fueron electrizando cada momento con sonidos industriales, en medio de una postal enmarcada con puños en alto y piernas que emergen entre las cabezas apostadas cerca del escenario. La banda no se permite dejar espacios que nos desconcentren de lo que pasa sobre las tablas, forman un muro sonoro que nos envuelve sin escapatoria. Las atmósferas que nacen desde los sintetizadores confabulados por un torrente de riffs a cargo de Walker, y los compases machacantes de Ferguson solo potencian en vivo, un repertorio de lujo, para un debut tan esperado.

Jaz Coleman, es un tipo dueño de un carisma propio de los grandes, un frontman cuyo aspecto nos recuerda lo enigmático de Alice Cooper, pero salido de una fosa menos caricaturesca, su rostro expresivo, iluminado entre las penumbras evoca misterio, su mirada filosa del mundo en que vivimos, su crítica al nuevo orden, con juicios directos a líderes mundiales como Trump, son constantemente reforzadas en su discurso, y por supuesto en la música, una propuesta que por momentos nos parecen futuristas. Coleman además es dueño de una voz extraordinaria, oscura, agresiva y de una inquietante sutileza a la vez.

“Asteroid” y “The Wait” (clásico con el que Metallica les dio uno de los empujones como banda de culto), fueron parte de los momentos álgidos de una jornada impecable, que para el final nos dejaría encumbrados en una catarsis por el asombro de lo vivido.

Desde “S.O.36” hasta la increíble interpretación de “Pandemonium”, pasando por “The Death and Resurrection Show”  y “Wardance” transforman el encore en un final épico, ante los rostros incrédulos de los presentes, que se toman la cabeza o sonríen, con la certeza de haber sido testigos de un show fenomenal de esta banda pilar de todo un movimiento, y que si bien no goza de la popularidad de otras incluso con menor importancia, tienen un séquito fiel, que esperó décadas por este momento, y que se hizo presente en las profundidades del icónico club santiaguino, para estampar en sus memorias una experiencia que difícilmente quede en el olvido.

 

Set List:

1. Love Like Blood
2. European Super State
3. Autonomous Zone
4. Eighties
5. New Cold War
6. Requiem
7. Follow the Leaders
8. Bloodsport
9. Butcher
10. Loose Cannon
11. Labyrinth
12. Corporate Elect
13. Asteroid
14. The Wait
15. Pssyche

Encore
16. S.O.36
17. The Death and Resurrection Show
18. Wardance
19 Pandemonium

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Esta noticia fue publicada por el área editorial de iRock.CL

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