Por Naira Chandía
No dejaron pasar muchos años para volver a pisar suelo chileno y saldar la deuda que tenían con nosotros, que no pudimos estar presentes en la celebración de sus veinte años como banda. Los italianos Lacuna coil se presentaron en Blondie, en medio de toda la revuelta social que hay Chile, para presentarnos su nuevo disco Black Anima, que da nombre al tour.
El ambiente se sintió tenso, siempre existe la duda de que ocurrirá con la gente en medio de las presentaciones debido al estallido social actual que nos fecunda, pero el público supo manifestarse, demostrar que seguimos en pie y recibir con el jolgorio necesario a estos grandes del metal.
El evento dio inicio con BlackFlow tocando su EP “Confusión & Time”, mientras comenzaba a llegar poco a poco la gente, veteranos del goth y del metal reuniéndose para rememorar cánticos que podrían haber sido himnos, hace años atrás.
A las 19.44 Los estadounidenses Uncured fueron los encargados de energizar al público que ya parecía ansioso por avalanzarse y repletar Blondie. Con un carisma digno de bandas con años de trayectoria, fluidez y un contacto con la gente que sorprendió de principio a fin, los músicos destruyeron los cráneos de todos los presentes.
“Desecration”, “Myopic” y “Sacrifice” fueron algunos de los temas que nos mostraron en su debut aquí en Chile, en donde dejaron clara su calidad musical. Zak Cox y Rex Cox interactuaban con el público con soltura, violencia y virtuosismo, entre riffs duros y solos de guitarra tan limpios que dejaban boquiabiertos a los presentes, que hasta guardaban total silencio para oír ese juego de voces melódicas y guturales que sumergieron el recinto en un viaje inesperado de emociones y locura.
El broche de oro fue el cover que realizaron al clásico “Roots Bloody Roots” de Sepultura, en donde hicieron corear a un público extasiado y desenfrenado, que probablemente ahora se vuelva fiel seguidor de esta gran banda que esperamos vuelva a pisar Chile y nos de más que sólo 45 minutos de su particular sonido Death con guitarras progresivas
21.00 horas en punto, Lacuna Coil encendía una pantalla gigante con el logo de su nuevo disco “Black Anima” en un rojo sangre potente que contrastaría el negro y blanco de maquillaje y trajes de los músicos que entraban al escenario, en esta primera parte de su show, con la alegría de quién viene a visitar a un viejo y buen amigo.
Cristina Scabbia sonreía y nos preguntaba si estábamos listos para una maldita fiesta, en un grito que inyectó de energía cada rincón del lugar mientras el histrionico Andrea Ferro nos preparaba para lo que se avecinaba, un setlist basado en “Delirium” y ” Black Anima”, últimos discos de la agrupación.
“Layers of time”, “Downfall”, “Reckless”, y “Save me” fueron de los temas más destacados en la velada, remarcando en este último un pequeño discurso de Scabbia dedicandonos ese tema para recordarnos que siempre que estemos en peligro o estemos mal, debemos pedir ayuda, situación que podemos unir a que, posterior a ” My Demons”, Cristina mencionara que está consciente de lo difícil que ha sido para el país y nuestra actual situación, por lo que ellos valoraban estar ahí, con mayor razón, luchando con nosotros.
Como era evidente, nos dieron su particular versión de “Enjoy de Silence”, clásico de Depeche Mode, despertando el vitoreo de los asistentes ya que, es tan particular, que parece un tema más de la banda.
Después de haber tocado once temas, con esas voces viscerales y sonido estruendoso, Lacuna Coil salió sin mucho aviso del escenario, dejando a algunos susurrando y preguntando si el show ya había terminado, entre nerviosismo y perplejidad, tiempo que los asistentes aprovecharon para gritar a viva voz ” El que no salta es paco” y “Piñera Culiao”, para matar el silencio, la tensión y demostrar que sea com osea, estamos conscientes y dejamos en claro nuestra postura. Lo cierto era que Lacuna Coil volvía por más, tras cinco minutos y como era de esperarse, su puesta en escena del inicio conectaba con la división de escenarios, algo querían demostrarnos. Ahora una gran pantalla en blanco y negro con el símbolo de Lacuna coil y luces azules, nos entregaban en sonidos delicados, la introducción de lo que sería la segunda parte del show y en contraste, a una Cristina Scabbia vestida totalmente de un rojo que la hacía destacar como un océano de sangre y fuego a punto de estallar sobre nosotros.
Nos invitaron a celebrar con ellos las dos décadas de la banda, con Andrea compartiendo con el público de forma animosa y cálida, casi jugueteando, ofreciéndonos disfrutar de las antiguas canciones, como fans “vieja escuela”. “A current obsession”, “Tight Rope” y “Soul in to Hades” nos hacían sentir la gloria máxima de estar presenciando un show de tal embergadura, con una banda que definió su trayectoria desde siempre, con el amor incondicional y respeto hacia su público. Scabbia Y Andrea se lucían en todo momento, sus registros vocales se unían para parecer una perfecta armonía dolorosa y cálida, con el Talante y la fuerza de Cristina sosteniendo en sus manos cada partícula de aire que recorría en los trazos que marcaba al caminar y saltar.
En medio de “1.19” Cristina decidió ayudar a una de las asistentes que se desmayó, demostrando que es más que la cantante de una gran banda, sino que una humana preocupada por su entorno.
Estaban a punto de devolvernos al presente en este viaje cronológico por los rieles de su trayectoria, cuando el público comenzó a corear ” Senzafine”, no demasiado tiempo, ya que la banda, sonriente, pareció feliz con la idea de romper sus esquemas, salirse totalmente del plan y el setlist previsto, para dejar contentos a todos los que ahí estábamos, y a ellos mismos que saltaban como niños en jardín mientras nos deleitaban con su obra.
El show dio término con “Nothing Stand in Our Way” en donde nos invitaron a no rendirnos, permanecer unidos y que nada se interpusiera en nuestro camino. Sin duda un evento de proporciones magistrales en donde nos mostraron con toda su humildad, cariño y demostración honesta de lealtad, como podemos lograr luchar en estos tiempos y como debemos tratarnos los unos a los otros. Definitivamente quedará en nuestros recuerdos, ya que al salir, nos pudimos encontrar a Uncored compartiendo con su nueva gente, en una explosión de emociones a intervalos.
