Teatro Nescafé de las Artes – 11 de Octubre 2017
Por Freddy Veliz | Fotos: álvaro Manríquez
El 4 de Octubre recién pasado, Chile y latinoamérica celebraron los 100 años del natalicio de Violeta Parra, la folclorista, recopiladora, compositora, poeta y artista visual más importante de nuestra tierra. Y a lo largo del país hubo varios homenajes celebrando este primer centenario de su nacimiento, unos más mediáticos que otros, muchos quisieron ser parte de estos festejos.
La cantautora porteña Pascuala Ilabaca no podía quedar fuera, si la entendemos como una de las artistas chilenas más arraigadas a la herencia musical de la Viola chilensis en los últimos años, y este miércoles 11 de octubre ofreció un concierto en el Teatro Nescafé de las Artes celebrando este cumpleaños número 100 de una de sus musas inspiradoras. Y ahí estuvimos para presenciar un espectáculo de variadas emociones y luminosa musicalidad.
Un colmado recinto esperaba a Pascuala Ilabaca quien había prometido importantes invitados en este nuevo encuentro con el público santiaguino, y cuando el reloj marcaba algunos minutos pasadas las 20:30 horas, la voz en off nos invita a apagar celulares mientras las luces se apagan, y bajo un halo luminoso aparece la cantautora chilena portando un kultrún y acompañada del guitarrista Cristian Retamal con el cuatro, inician la jornada con la profunda “Una Copla Me han Cantado” cuya obra original pertenece al álbum “Últimas Composiciones”, el clímax va desarrollándose de forma ascendente, mientras en el costado derecho Margarita, va traduciendo en lenguaje de señas para sordos, destacable labor de inclusión en la propuesta de la cantautora y multi instrumentista , que recita desde su propia autoría:
“De tu nido salen cien pájaros, hoy día vuelan por ti, canta la golondrina y llora la loica. Tres vueltas se haga el cóndor sobre nuestras cabezas llegamos todos a tu nido, como a la cama de una madre te hemos ido buscando, pluma a pluma como a las pistas de un tesoro
te hemos ido buscando, pluma a pluma,pájaro sabio, graznido loco,Ayúdanos Violetita
para llegar hasta el fondo tu canción nos cuenta el origen en un territorio sordo, hoy día todos vinimos porque somos tu bandada, baile, fiesta, canto y duelo, por ti sean Violeta Parra”
Rezan emotivos esos versos que anteceden a “Pupila de Águila” con parte de la banda Fauna en el escenario, que luego reciben al músico Nano Stern para acompañar con el violín la potente versión de “Arriba Quemando el Sol”. Una puesta en escena donde simbólicas figuras de pájaros cuelgan de lianas dispuestas como fondo escenográfico, y bajo una pulcra iluminación, crean una atmósfera que nos va envolviendo en el espíritu Violeta Parrista, con mucho respeto, admiración y pasión por la gran creadora chilena, esa es una de las grandes virtudes de Pascuala Ilabaca, fuera del oportunismo de otros artistas, medios o políticos que parecieran buscar aprobación mediática, más que una verdadera conexión con la obra de Violeta. Pascuala hace una década grabó su primer disco, justamente dedicado 100% a homenajear a la ilustre hija de la provincia de Ñuble, inspiración que está presente en toda la carrera de la oriunda de Valparaíso, en medio de una amplia variedad sonora que va desde la música latinoamericana a los sonidos de la India.
Se siguen sumando invitados y la destacada cantautora Magdalena Matthey tiene la responsabilidad de acompañar en formato trío con Pascuala y Retamal en guitarra, para la emotiva “Versos Por La Niña Muerta”, canción que Violeta compuso en honor a su pequeña hija Rosita Clara, fallecida en Chile al momento en que viajaba por Europa, hecho por el que muchos han cuestionado su calidad humana, y que Violeta en sus versos intenta redimir.
Lo vanguardista de Violeta Parra queda representado ampliamente cuando Pascuala nos adelanta un tema perteneciente a Pascuala Canta a Violeta, que no tocan demasiado en vivo, el baterista Jaime Frez toma posición sentado en el piso junto a la tabla hindú, Pascuala se ubica al otro costado de rodillas desde donde ejecuta el trompe, y Juan Nuñez va repasando los complejos acordes que componen Anticueca #3, una obra instrumental de base experimental que Violeta Parra incluyó en su disco “Composiciones para Guitarra” de la que escuchamos una soberbia interpretación. A continuación sube al escenario Bhavani Kali, bailarina de danza de la India, y en una bella performance nos lleva a lo profundo de la cultura hindú representando la universalidad a la que puede llegar la música de Violeta Parra, los arreglos instrumentales y vocales que Pascuala logra en su versión de “Jardines Humanos” se entremezclan con la mística de la India, obteniendo quizás una de las versiones más bellas y personales de Ilabaca.
Ya con toda la banda Fauna de vuelta, el compás 5/8 que transforma en cueca coja “Parabienes Al Revés” invita al público a seguir con palmas esta libre y muy bien lograda versión que es sucedida por una impecable y fantástica interpretación de esa obra culminante llamada “El Gavilán”, encendida y con pasajes potentes y rockeros marcaron uno de los puntos más altos de una jornada de intensos momentos, Pascuala se contornea y mueve sus brazos como ave rasante en una danza en vuelo. Nano Stern regresa y esta vez aprovecha de saludar al público, además agradece el hecho de ser invitado a un show que se mantiene al margen de las celebraciones oficiales, donde deben presentarse frente a las autoridades de rigor, las mismas que atentan contra la reivindicación de los pueblos originarios, con tal discurso nos introduce en “El Nguillatun” y luego a dúo con Pascuala entregan una emotiva interpretación de “Teneme En Tu Corazón”, finalizando así una primera parte dedicada a tributar a Violeta.
Como destacamos anteriormente, Violeta Parra es parte esencial en la inspiración musical de Pascuala Ilabaca, y la cantautora que domina un amplio espectro de músicas que rescatan nuestras raíces folclóricas, nutridas de influencias que vienen de distintas partes del mundo, sea latinoamericano o de rincones tan lejanos como la India, país donde Pascuala ha vivido y se ha empapado de su cultura y música, nos presenta una segunda parte dedicada exclusivamente a creaciones propias, comenzando con “Violeta y Frida”, un homenaje a estas dos mujeres ligadas a la cultura latinoamericana y que sufrieron los devenires de su género, cuyo valor artístico no fue plenamente reconocido en vida. Así Pascuala nos convoca a un recorrido por sonidos latinos y étnicos, la cueca, la cumbia, el rock, la música de carnaval, la gitana, india, etc., “Canción Quechua”, “Busco Paraíso” que da título a su disco de estudio editado el 2012, “Rezos de Montegrande”, “Ay Mamita Mamita”, “Diablo Rojo Diablo Verde” y “Caminito Viejo” llenan de color y ritmo el recinto de Providencia. Pascuala ataviada de un cintillo de flores rojas, baila y domina el escenario, presenta a los músicos y agradece la presencia de Eden Carrasco (Akineton Retard) en el saxo reemplazando en parte de la gira a Miguel Razzouk.
La música de esta destacada cantautora nacional es luminosa, positiva y enérgica, como multi instrumentista destaca el acordeón como su sello más vistoso, además de poseer una voz de variadas tesituras que se vuelcan en arrolladoras y apasionadas melodías. La experiencia que han adquirido como banda presentándose por diferentes escenarios del mundo se refleja en un show que no acusa fallas evidentes, el sonido, las luces, la ejecución instrumental, la entrega, son de gran nivel y eso los asistentes lo reconocen, y una vez el conjunto se despide, desde las butacas las palmas y los pedidos de otra canción se hacen escuchar para que regresen y finalicen este nuevo paso por Santiago con “Te Traigo Flores”, nuevo single lanzado a mediados de este año y que sirve para poner la guinda de una torta sabrosa. Un show redondo, con un desarrollo pensado para ir cautivando al público hasta verse envuelto en una experiencia de colores, bailes, cantos y poesía en honor a la más grande creadora y recopiladora de nuestro país y latinoamérica. Violeta Parra es un nombre del que algunos abusan por lograr notoriedad o por colgarse de su obra, en Pascuala Ilabaca, se vislumbra la naturalidad con que emerge dentro de su propuesta, ella toma las creaciones de Violeta y las reinterpreta desde su propia identidad y perspectiva, uniéndola a los sonidos del mundo, lugar al que pertenece la imponente obra de la Viola Chilensis, que estoy seguro se sentiría orgullosa de que estas nuevas generaciones se hayan enamorado de su legado y continúen ensalzándolo y manteniéndolo vivo como parte de nuestra cultura y el rescate de nuestras raíces por el que siempre luchó. Pascuala cantó a Violeta, y lo celebramos con honesta devoción.
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