Por Dianne Salinas / Fotos: Cristian Carrasco
El pasado 2019, Samael se encontraba de gira por el aniversario número 25 de su disco emblemático “Ceremony of the Opposites”, contemplaba a Chile dentro de su lista, pero al final este concierto fue uno de los tantos suspendidos ante el estallido social del país.
Samael ansiaba visitarnos, y nosotros necesitábamos verlos, así que la nueva fecha por fin llegó, y anoche, siendo domingo primero de marzo pudimos contemplar un concierto magnifico que a muchos nos hizo volar la cabeza.
Desde las 6 de la tarde nos encontrábamos en el Club Blondie, que en cada concierto de metal nos recibe cálidamente, en su amplio subterráneo. Y siendo esta la hora de apertura de puertas, los alrededores ya estaban siendo congregados por los fanáticos que se encontraban deseosos de que comenzara el show, y esperarlo compartiendo unas cervezas frías no fue mala idea.
Eran las 19 horas en donde puntualmente comenzó la banda telonera, y en esta oportunidad fueron los nacionales Mourning Sun quienes estaban encargados de la apertura.
Con un acompañamiento audiovisual que mostró distintos parajes, acordes a la armonía que nos entregaban en cada tonada, y con un setlist que incluyó temas de sus discos “Último Exhalario” y “Latitud 56’S”, Ana Carolina y los demás integrantes de la banda nos regalaron un bello momento lleno de arte y sonidos de nuestro territorio Austral. Nos deleitaron con la hermosa y delicada voz de su vocalista, y aunque su presentación duro poco más de media hora, la agrupación nacional mostró de qué está hecha, y además, pudieron terminar dejando un mensaje frente a la situación actual del país. Poco a poco se fue llenando más el recinto y Mourning Sun se despidió feliz de un público que valoró cada momento entregado.
Luego, llegó la instancia que anhelábamos tanto, el Club Blondie ya estaba repleto, fueron alrededor de 900 almas oscuras que se reunieron para disfrutar de este evento tan esperado por muchos.
Los suizos se instalaron en el escenario para dar comienzo al espectáculo que Vorph, Drop, Zorrac, y Xy, nos tenían preparados.
Poco a poco las luces se apagaron y comenzó a sonar de inmediato el disco de aniversario; “Ceremony of The Opposites”, la introducción de “Black Trip” enciende de manera automática al público que con gritos hacen a modo de coro.
Cabe recordar que este disco marcó una evolución en su estilo, ya que es aquí en donde Samael se transforma en un cuarteto y el sonido experimental e industrial muestra sus primeros indicios, que aun así logran que el black metal siga sonando oscuro y acojonante, junto a la voz de Vorph que entrega brutalidad y que hace tan distintiva a esta banda de culto.
Dentro del público, son muchas generaciones que los siguen, y corte tras corte, el simbólico disco demostró ser de gran peso para todos. Había mucha exaltación cuando “Celebration of the Fourth”, y “Till We Meet Again” continuaron la lista, no hubo interrupción alguna ante la seguidilla de guitarras, bajos y teclados, la voz de Vorph inundaba cada rincón de Blondie, escuchándose perfectamente.
La batería se encontraba programada, ya que Xy, encargado de sintetizadores y teclados, también tenía los bombos y platillos de su lado, a los que a ratos le pegaba para profundizar los sonidos, pero esto obviamente no nos disgustaba, más bien lo disfrutamos, es parte de la magia que entrega Samael, esa magia oscura que los distingue.
El juego de luces y efectos de humo utilizados trabajaron muy bien con cada tema que fue sonando, los colores rojos, muy de “Ceremony of the Opposites” rigen en el escenario y cultivan oscuridad, entre medio Vorp nos avisa que “esta noche nos ha traído el infierno”.
Los próximos cortes del disco fueron “Mask of the Red Death” que con un bajo marcado indicaban que continuaba la fiesta, “Baphomet’s Throne” y “Flagellation” le siguieron. Para terminar el álbum suena unos de mis favoritos del disco “Crown”, y finalmente, quien da el nombre: “Ceremony of Opposites”.
Al terminar la presentación y la celebración del aniversario, siguieron más sorpresas, luego de 45 minutos de ardua entrega en el escenario, regresaron rápidamente a instalarse para continuar entregando temas de sus discos “Hegemony”, “Eternal” y “Passage” en donde varios cortes como “Rain”, “Reign of Light” y “Black Supremacy” sonaron a modo cañon.
Luego de un segundo encore en que no podían dejar el escenario, volvieron para cerrar con “Year Zero” y “My Saviour”, fue alrededor de una hora y media de oscuridad, sonidos mesclados con sintetizadores y cuerdas implacables. Los suizos finalmente se despidieron, regalando baquetas, setlist, y uñetas al público, además de llevarse una selfie con la gente que los vitoreó y acompañó de principio a fin en un espectáculo que fue tremendo, cautivador y que solo Samael nos pudo entregar. La audiencia saltó, canto, grito e hizo headbanging con cada tema que nos dejó con el cerebro machacado y al mismo tiempo extasiado.
El sonido fue muy preciso, los pocos acoples que existieron durante el concierto pasaron desapercibidos porque fueron solucionados rápida y oportunamente. A manera personal, puedo decir que todo salió casi perfecto, las luces rojas y azules, los sonidos y voces estuvieron en línea dejándonos satisfechos de por fin ver a los suizos en nuestro país y también saldar su deuda entregando un debut histórico. Además la elección de la banda telonera fue especialmente acertada para este show.
