Nota: Nelson Silva – Fotos: Andie Borie
En octubre del año pasado se suponía los americanos debían presentarse en nuestro país en una suerte de festival sin nombre junto a los legendarios Bad Religion, la fanaticada punk del país quedo en ascuas luego de la cancelación a razón del estallido social acontecido en el mismo mes, de hecho la cartelera de conciertos de ese último trimestre del año sufrió la misma suerte y muchos eventos se tuvieron que reagendar.
Durante el verano es especulo que durante el mes de marzo se reactivaría el movimiento social y quizá por eso el concierto re agendado para el 14 de marzo podría tener como contexto en su desarrollo un cierto dramatismo, sin embargo como decía un connotado narrador de historias, nada hacia presagiar que una pandemia pondría en peligro la realización del show de los americanos en Chile. Mientras en Europa el virus esta en pleno desarrollo acá en Sudamérica recién han comenzado las medidas que buscan prevenir un mayor contagio y para eso el gobierno de turno decreto que desde el lunes 16 se suspenderían todos los eventos en los que se juntaran más de 500 personas, días antes días después, al menos Santiago se sigue desarrollando como una metrópolis y en rigor ni eso detuvo a The Offspring a mostrar su enérgico punk rock a la americana, ese que ganó en ventas y sobresalió en rankings durante los años 90’. Sus compatriotas Pennywise decidieron no viajar respecto a la medidas que tomo el gobierno americano, así que sin una porción estelar del plato de fondo se realizo el concierto del festival sin nombre.
La cita la abrieron los estelares BBS Paranoicos, jugando de local los chilenos mostraron un setlist que abarcó parte de su nutrida discografía en que los himnos se sucedían unos tras otros en clave karaoke. Oso, Omar y Pedro agradecían la presencia de quienes llegaron temprano a dar apoyo a la banda local, y más de una ovación se llevaron por las poleras que vestían, ya que no era cualquiera polera, de frente tenia el #APRUEBO en señal del próximo plebiscito que se realizara en nuestro país en el mes de abril con razón de un cambio en nuestra obsoleta constitución. ‘Ausencia’, ‘Mentira’, ‘Calla y espera’, ‘El Regreso’, ‘Ruidos’ y el final con ‘No lo veo como tú’ sellaron un show digno de apertura; enérgico y con contenido ¿festival de punk, no?
Tras el show de los chilenos, llegaba el turno de Eterna Inocencia, los argentinos hicieron gala de la reputación que les precede llenaron el vacío que dejaron los legendarios Pennywise, a punta de punk rock dinámico y de solida ejecución. En el show de los trasandinos no faltaron las consignas políticas que a esa altura de la noche no hacían mas que alentar a los presentes a esperar con más ganas el show de los postergados Offspring, fue común escuchar a través del show los cánticos en contra del Piñera y la policía nacional.
Según la hora señalada en el timeline de la producción aparecieron en escena los iconos del punk americano de los años 90’, revival de una época en que la música se compartía en casetes, Vhs, Tv cable y el poder de la radio. ‘Americana’ y la inmortal ‘All i want’ desataron locura e histeria en el recinto de Beauchef, efecto que ni la peor de las pandemias logra. Noodles, su iconico guitarrista, disfrutaba de buena forma y se notaba el buen humor y camaradería con sus compañeros de labores. Dexter Holland que, a pesar de verse un poco más como ese doctor de biología molecular, rockea y de qué forma. Uno de los momentos especiales de la noche se dieron con los cover que la banda interpreta; Blitzkrieg Pop de Ramones y Whole lotta rosie de AC/DC suben la energía del show a niveles insospechados de onda y rock and roll, un acierto de los americanos, singular previa declaración de Noodles para el tema de los australianos ‘queremos tocar algo que tenga tres acordes, no me interesan cosas como Iron Maiden’.
‘Gone away’ ese himno parido en el gran ‘Ixnay on the Hombre’ (1997) apaciguo los ánimos con una interesante interpretación de Holland y un piano (fue inevitable recordar a Axel Roses) dándole un toque aún más melancólico. Luego de ese gran momento volvía la fiesta punk rock de los del norte. ‘Why don’t you get a job’ y ‘ Pretty fly (for a white guy)’ subieron los ánimos y el modo karaoke se activó, nuevamente. ‘The Kids aren’t alright’ del EP ‘A Piece of americana’ nos lleva de viaje a 1999-2000 y la sub 35 brota de alegría e infecta de sonrisas al publico nacional. Solidarios con sus compatriotas, Offspring tributa a sus amigos Pennywise con su versión para Bro Hymn, coreada a todo pulmón. El final no podía llegar sino con la gran ‘Sef Esteem’ cierre categórico para una noche en la que ninguna pandemia logro revertir lo que logra la mejor de las medicinas para el alma.
