Nota: Freddy Véliz Fotos: Cristian Carrasco
Vuur + Delain + Caterina Nix 19 de mayo 2019, Teatro Cariola Santiago – Chile
Teatro Cariola, nuevamente recibió en su escenario a la holandesa Anneke Van Giersbergen (el 2016 se presentó con The Gentle Storm), esta vez junto a Vuur, con quienes el 2018 ofreció un concierto algunas cuadras más al sur por calle San Diego en el histórico Teatro Caupolicán. Anneke vuelve a sus raíces más metaleras y progresivas, y apelando a la fidelidad que ha construido con sus fans chilenos, asume el riesgo de volver en un corto lapso de tiempo, sin siquiera tener novedad discográfica bajo el brazo. Y volver a Chile junto a sus compatriotas de Delain, de una menor popularidad que Epica, con quienes nos visitaran el año pasado, el atrevimiento fue el doble, y eso se vio reflejado en una discreta convocatoria. Recordemos además que Delain estuvo en Chile a fines del 2018, entonces la estrategia fue bastante arriesgada.
Para abrir la jornada, el nombre escogido fue el de la chilena Caterina Nix, quien es una de las exponentes más importantes del género ligado al metal sinfónico en nuestro país. Dueña de un gran desplante vocal y escénico, con piezas como “I’m Your Cancer”, “Like Never Before” o “Path of the Brave” es muy bien recibida por el público que a esa hora ocupaba la mitad de la pista central del teatro. Se pudo observar a varios conocedores del trabajo de la chilena, quienes coreaban en conjunto un repertorio que Caterina (Cati Torrealba) no había presentado en vivo por lo menos hace un año en nuestro país, debido a sus constantes visitas a Europa, donde ha compartido escenario con la elite del movimiento. “Furyborn” es el primer single de un trabajo próximo a salir, y la vocalista lo estrenó en esta importante instancia para ella. También hacia el final de su presentación, invitó al escenario a Karin, voz de los también chilenos, Slaverty. “Wish I Had an Angel” y “Falling Again” fueron los cortes donde Cati se acompañó del talento lírico de Karin, conformando un portentoso dúo vocal. Una sólida presentación para calentar los motores hacia lo que se venía en esta velada dominical.
Luego de un intermedio y puntualmente según lo anunciado, Delain vuelve a aparecer sobre un escenario chileno. Los neerlandeses, liderados por la figura de Charlotte Wessels frente al micrófono, demuestran en un compacto show, el porqué han ido ascendiendo como un referente del metal sinfónico actual en los países bajos. La rubia cantante marca presencia, vestida completamente de rojo, inmediatamente centra nuestra atención a través de su indudable calidad vocal. Sin embargo siento que la base más destacada de Delain está en el gran trabajo instrumental, alejados de la exposición exagerada de virtuosismo que caracteriza generalmente a las agrupaciones del género, estos se enfocan en entregar estructuras construidas en base a riffs de gran peso y compases que invitan a cabecear y dejarse envolver por cortes como “Go Away”, “The Glory and the Scum”, “Hands of Golds” o la poderosa jam ofrecida por el guitarrista Timo Somers y el baterista Joey de Boer, donde se manifiesta la tremenda entrega de la banda sobre el escenario del Cariola.
La banda en febrero lanzó su segundo Ep, titulado ‘Hunters Moon’, trabajo del que extraen el corte del mismo nombre, muy bien recibido por la fanaticada que ovacionó a los holandeses constantemente, derivando en que los europeos se vieran muy agradecidos, reflejando en sus rostros la satisfacción de contar con una gran recepción por este lado del mundo. Se despiden con “The Gathering”, corte obligado de su álbum debut ‘Lucidity’ (2006). Un conjunto que mantiene viva la esencia de un género iniciado en los noventas, y que aun goza de un público cautivo, a pesar que veces se vislumbre un agotamiento de ideas en lo global, Delain por lo menos suenan frescos y su entrega es indudablemente honesta.
Terminado el descanso intermedio, el público guarda posiciones para recibir a Vuur, y la ovación no se deja esperar cuando Anneke, sube al escenario luego de que los músicos ya nos introducían en “Time –Rotterdam”. Es sabida la lealtad de los fans chilenos hacia la ex The Gathering, su indiscutible calidad vocal y empatía, que la encumbra fácilmente al lugar más alto del cetro entre sus contemporáneas, se manifiesta en sus constantes visitas a Chile, con fanáticos que le siguen los pasos en cada proyecto donde se embarca.
Vuur nos ofrece un show de muy pocas sorpresas, la banda tiene a su haber solo un disco de estudio, y una corta vida además, lo que obliga a recurrir a covers en vivo, de las bandas donde Anneke ha tenido una importante participación. Así rápidamente dan en el gusto a los más antiguos conocedores de la carrera de la holandesa, y con “On most Surfaces” de The Gathering, comienzan los primeros saltos y cánticos de los presentes que agradecen esta inclusión, a pesar de que también fue parte del repertorio ofrecido en su anterior pasada.
Anneke siempre sonriente y cercana, cada vez que tiene la oportunidad, recoge su celular desde el suelo, y graba al público en los momentos más encendidos, a pesar de que este fue bastante frío en gran parte de la jornada. Cortes como “My Champion – Berlin”, “The Storm” de su lado más folk con The Gentle Storm, y el single “Days Go By – London” nos llevaban a un deja vu hacia marzo del año pasado, casi calcado set, que se rompe con “The Martyr and de Saint –Beirut”, un acierto que se agradece.
“Reunite- Paris” fue otro de los cortes del único álbum de Vuur editado a la fecha, que se sumaron en esta pasada, repitiéndose el plato “Fallout” de Devin Townsend Project ¿Por qué la holandesa no arriesga algo más y nos sorprende con al menos cambiar los covers? No tengo la respuesta, pero creo que siendo dueña de una nutrida carrera, podría asumir el riesgo de sorprendernos con algo más, siento que le resta mucho a su show. Sin embargo, los fanáticos al parecer le perdonan todo, cayendo rendidos ante su presencia y simpatía. Bromea hacia el final del show, cuando en el encore con “Sail Away – Santiago”, y advierte al público que no llegarán a ver el último capítulo de Game of Thrones si quieren que sigan las canciones, todos ríen antes de despertar con “Strange Machines” y crear quizá la postal más encendida de la noche, un caballito de batalla que siempre funciona, y es un clásico obligado del que Anneke al parecer tiene un gran aprecio.
Una jornada ajustada a las expectativas, con bandas que cumplen su rol con eficacia, sin mayores objetivos que seguir cautivando sin importar las veces que sean necesarias.
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