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Chile

Lucybell + Pettinellis: gigantes del ayer y hoy

Una noche para la historia y la memoria colectiva, con dos gigantes del rock nacional.

Por Litta | Fotos: Nelson Galaz

Ya es un hecho que el cierre del 2023 fue un año que culminó con broche de oro en materia de música, sobre todo en lo que a lo nacional respecta, los diversos estilos que componen al universo de la música chilena definitivamente presagiaron un gran año para este 2024 y lo estamos comenzando ya a experimentar en esta primera etapa llamada enero. Lo vivido este jueves en Teatro Coliseo brinda aún más una sensación de unidad y reivindicación para toda una generación, que hace un buen tiempo ha estado retomando el timón de los escenarios de nuestro país con entusiasmo, de a poco el rock de los 90s y principio del 2000 ha vuelto y para quedarse, así lo demostraron con gran solemnidad y brío estas dos grandes agrupaciones emblemáticas del rock chileno; Petttinellis y Lucybell, quienes brindaron dos shows de gran calidad musical y demostraron que para darlo todo en el escenario no hay limitantes, ni el calor pudo con sus enérgicas presentaciones.

Los encargados de dar inicio a esta singular tertulia fueron los clásicos de los Pettinellis, liderados por el emblemático Álvaro Henríquez, quienes brindaron un show con preciso setlist cargado de nostalgia y sazón a la chilena, A Go-Go, No hables tanto y Niña (No se va a saber), fueron las elegidas para prender la noche, las que fueron luego acompañadas de, El desquite, la ópera prima de Hospital, con la que el público  se soltó por completo y cantó a todo pulmón de principio a fin, como si se tratase de una catarsis al unísono, pues no eran solo cantos sino más bien gritos de pasión que conjugaban una atmosfera al puro estilo “quita pena”. Como de costumbre, los covers a  grandes de la vieja ola no se quedaron fuera y Mujer enamorada del maestro José Alfredo Fuentes y Un compromiso, de la incomparable Cecilia, retumbaron hasta los corazones de todos los asistentes, para luego Loco y la nueva creación de estos titanes del rock chileno, Caballo sin dueño, caldeaban aún más el ambiente para luego disparar una de las obras magnánimas de nuestra identidad nacional, Arauco tiene una pena, de nuestra única y gran Violeta Parra.

Se comenzaba a notar el gusto a final en esta primera etapa de gran rock nacional y Un hombre muerto en el ring, nos embestía con gran entusiasmo no solo desde los músicos, sino también una ovación intransigente con las altas temperaturas, que al cierre pediría más a través del estribillo al unísono coreado en los gritos del público con un clarito “Ch bah puta la güeá”, exigiendo el regreso de Los Pettinellis, quienes al subir nuevamente nos deleitaron con Yendo de la cama al living, cover perteneciente al capo Charly García y por supuesto la inigualable Ch bah puta la güeá. A pesar de haber contado con Sexo con amor y Arriba quemando el sol, en el setlist de papel, estas dos no fueron tocadas, cosa que de alguna forma provocó una interrogante en el publico asistente, muchos concluyendo que quizás el sofocante calor hizo que esta presentación no fuera tan larga.

Llegaba el turno de lo más esperado de la noche, casi puntuales Cote Foncea, Eduardo Caces y Claudio Valenzuela, asumían sus posiciones mientras una fanaticada ferviente los recibía, la atmosfera se condensó aún más y el espesor se sintió desde el primer disparo musical, Huracán, era la elegida para abrir esta segunda etapa de gran despliegue musical, en seguida con un sonido magistral la belleza de Caballos de histeria, se disponía a sonar en gloria y majestad mientras era decorada con grandes graficas desde el fondo del escenario, un verdadero espectáculo de caballos de fuego que sirvieron como introducción a un viaje sin paradas hacia el recóndito mundo de Lucybell, Ángeles siameses, la emblemática y estridente, Luces no bélicas, Cometas y la romántica oscuridad de, Tu sangre, nos advertían junto a las muestras de cariño y confianza de los músicos, que esta sería una gran velada.

Voy por ti, Carnaval, Milagro y Mataz, junto a una exquisita performance de baile, virtuosismo y cariñosas demostraciones entregadas por el frontman y su compañero de las percusiones, con un simbiótico fraseo nos deleitaban con locura/perfección musical y vocal. A este perfecto momento le seguirían, Esperanza, Sólo crees por primera vez, Ten paz, Sálvame la vida, Fé, y A perderse, la que nos brindaban una catedra de 3 décadas de trayectoria, que se demostraban en la soltura y gran fiato entre los integrantes y el publico presente, una verdadera oda a la música y el peculiar estilo con el que siempre nos han deleitado este trío de colosos. La sensualidad, sencillez y simpatía con la que Claudio parece dominar todo mientras el estoico, enfático y brillante Eduardo acapara la atención, junto a un rimbombante, carismático y cariñoso Cote, que nos saluda desde sus dominios en el fondo, nos daban una conjugación característica que los posiciona radiantes tanto dentro como fuera de nuestro territorio, demostrado con creces en esta presentación y abriendo entonces así, un año que al parecer promete grandes despliegues en lo musical.

Culminaba la primera parte de este tremendo concierto, pero la sed de más haría rápidamente que la banda retomara un encore, era así como entonces comenzaba a sonar el sexy himno del 1995, Cuando respiro en tu boca, desatando por completo tanto las alturas como la planicie del gran teatro, una locura que no se disipó hasta que el magnifico cierre a cargo de la preciosa lirica de Mil caminos, se abría paso entre los cientos de oídos, nutriendo una conexión trascendental que llegó a un punto sin retorno, sellando así con la inesperada interpretación de la metafórica, Sembrando en el mar, canción que a pesar de no estar contemplada en el setlist oficial de la banda fue tocada a modo de regalo para esta agradecida y apasionada fanaticada, que no determinó limites en demostrar todo el amor por las melodías de cada una de las interpretaciones de los magistrales Lucybell, quienes culminaron esta presentación sacándose fotos y “tirando” regalos al público, además de promocionar su próxima fecha en Club Chocolate, el 14 de Febrero. Por lo que si quedaste con gusto a poco como casi la mayoría, tenemos una segunda oportunidad.

Written By

Notera y creadora de contenido en iRock. Leal servidora del Rock, el Metal y los sonidos mundanos. Conductora en "La Previa" y Co-conductora en "Rock X-Files". | Mail: litta@irock.cl

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