Pancho Padilla, un artista inquieto, que crea y da vida a distintas obras en distintos proyectos. Vocalista de Drakos y Johnny Olas. Por otro lado, Palma, es su proyecto más personal, donde ha editado material desde hace algún tiempo, y con el cual corona este año gracias al lanzamiento de “Peñalolén”, su más reciente sencillo, también abrió los shows de El Cuarteto de Nos en agosto pasado.
Nos sentamos a conversar sobre distintos temas con este músico y productor, quien tiene bastante que contarnos.
– ¿Qué sentimientos envuelven a la canción “Peñalolén”?
– Naturalmente tiendo a pensar que el sentimiento de nostalgia es el que envuelve a la canción, pero también algo relacionado a la formación, a cómo las personas construyen su forma de ser, su espíritu, sus intereses, y que todo eso es empujado por el lugar de donde tú vienes, En mi caso es Peñalolén, o Santiago o Chile. El tiempo de pandemia y encierro ha servido para hacer harta reflexión sobre nosotros mismos, y ahí viene el decir “yo soy quien soy por todas las cosas que han ocurrido en mi vida” y en gran parte esas cosas ocurrieron en Peñalolén, una comuna hermosa, y donde ocurren tus primeras historias, amigos, historias familiares, quiebres, música también. En esa época, al formar Drakos, encontrábamos a los músicos por foros, y encontramos a un saxofonista buscando banda que vivía a cinco cuadras mío de pura casualidad. Está lindo rendirle homenaje a esos lugares que forjan la historia de uno.
– ¿Por qué Tippa Lee, artista jamaiquino? ¿Por qué seleccionaste esta canción?
– A Tippa Lee le venía haciendo seguimiento como desde el 2017, creo. Estaba en Los Ángeles y fui al Dub-Club, donde tocan bandas de reggae jamaicanas nuevas, antiguas, todos pasan por ahí. Hay mucha cultura migrante y se genera un ambiente muy rico. Veo que Tippa Lee era uno de los cantantes que estaba en todas las fechas, ponía música, ponía pistas y cantaba encima y tenía un timbre bacán. Lo empecé a investigar y vi que tenía una carrera muy interesante. En medio, lanzó una colaboración con Tim Amstrong de Rancid y escuché su timbre con una colaboración más actual y me gustó harto. Le escribí por facebook con la idea de colaborar y me dijo que ya. Nació Peñalolén, me gustó cómo quedó y le escribí planteándole la idea del barrio, porque él no conoce Peñalolén, pero él también creció en un barrio, sea cual sea, y le gustó ese concepto. Mandó sus pistas y quedó muy loco esto de que repitiera Peñalolén con ese timbre agringado, quedó muy bien, y repite varias veces “Friends and family” y aportó algo muy bacán a la canción También me gustó que iba a ser un aporte netamente musical, no de un cantante ultra famoso y con muchos seguidores, lo que no está mal tampoco, pero en este caso era porque creía que su voz podría quedar bien y funcionó. Y nos mandó un mp3 desde su casa, no era un wav, no era el mejor archivo pero nos dijo “ésto funciona bien” y efectivamente funcionó.
– ¿Cómo estuvo la experiencia de tocar con el Cuarteto de Nos y qué sacas en limpio de ese show?
– Fue hermoso, las dos noches fueron impresionantes. Técnicamente estaba todo dado, pero hubo más razones. Una es que el público del Cuarteto es muy diverso. En términos etáreos va desde lo 14 o 15 hasta los 50. La banda me decía que en la pandemia su música chorreó de alguna forma hacia tik-tok y llegó a una audiencia más juvenil. Y ese sentir latinoamericano en común, aunque nuestra música sea más reggae que la del Cuarteto, que es una música bien difícil de definir, funciona muy bien. Al principio tenía miedo, pero la segunda noche dije “vamos con todo” y la gente participó mucho, fueron muy respetuosos y después mandaban mensajes con mucho cariño en redes sociales. Creo que el público ha cambiado con las bandas que abren los shows internacionales. Además, las canciones que nacieron en pandemia, al llevarlos a la realidad, funcionaron, lo cual también era uno de los grandes miedos.
– ¿Qué te parece la actuación de bandas chilenas como teloneros de shows internacionales?
– La ley de telonero existe, aunque no se si haya fiscalización, pero yo lo veo cada día más. Creo que en general hay más apertura al hecho de que toque un artista local, por ejemplo Ases Falsos abriéndole a Miranda, aunque no sea una mezcla de lo más habitual, funciona, porque mucha gente va a ver un espectáculo de música y no a un artista en específico. Si hay productoras a las que se le complica el asunto, todo bien, pero mientras una mayoría esté abriéndose a esta posibilidad, me parece bacán, y hay que aprovecharlo. Siempre he pensado que el teloneo no te cambia la vida, pero si se da, hay que hacer el mejor show posible. Al final le agrega valor a ese ticket que la gente compra.
– ¿Es Palma tu proyecto más personal? ¿Incluso autobiográfico, quizás?
– Yo creo que sí, porque reúne canciones que hice cuando el proyecto empezó y otras de antes, y al hacer las canciones yo, hablan de historias mías o inventadas pero que cruzan en algún momento con alguna experiencia y eso hace que se te peguen más. Drakos y Johnny Olas eran proyectos 100% colectivos, donde las letras pasaban por ese filtro de que a todos les guste y les identifique. En este caso no es tan así. Sin embargo, tocando con Cuarteto, me di cuenta de que Palma soy yo, pero que el sonido es la expresión colectiva, necesitan a la banda para poder sonar como deben. Es una mixtura, pero respondiendo a tu pregunta, sí, es un proyecto bien autobiográfico, donde pasaron 15 años de escribir música con otra gente para atreverme a mostrar música que tenía escondida en un cajón.
– ¿Algunas tenían mucho tiempo escondidas?
– “Camino”, en particular, la empecé a escribir el 2014 o 2015. Es lo más antiguo. Hay otras que tienen como cinco años y también de repente hay melodías que vuelven y te persiguen hasta que se plasman en una canción. En mis bandas, mi mano se notaba por la cantidad de acordes, melodías, y la expresión de todo eso sería ahora Palma.
– Hace poco hubo problemas en el recital de Daddy Yankee y ha ocurrido con recitales de distintos estilos, con gente intentando entrar a la fuerza. ¿Qué opinión te merece eso?
– Mira, yo divido mi tiempo entre hacer música y también hacer producción de eventos o trabajando con bandas. Y me ha pasado, me han reventado puertas y hecho avalanchas. Me causa tristeza, y lo primero que lamento es el rol del guardia, es el primero que está ahí, es alguien a quien llevan a trabajar y terminan esguinzados, en la clínica y habían salido simplemente a trabajar. Y no entiendo esta cultura, las avalanchas ponen en riesgo la integridad de las personas, incluso de personas que no querían participar de la avalancha. ¿Qué pasa si estai haciendo la fila y te empujan para entrar? ¿Y si pones resistencia? Hace unos años murieron unos chicos en el concierto de Doom en el centro. Me sigue pareciendo una práctica peligrosa y muy egoísta. También, estás haciendo un recital para 60.000 personas y no puedes pensar que no es una posibilidad de que ocurra. Hay antecedentes también. Creo que hay una responsabilidad compartida, para este tipo de casos hay que prepararse, no es algo espontáneo y no hay que desentenderse. La industria ha crecido y tiene que ponerse a tono.
– ¿Qué se viene para Palma?
– Justo vengo de una conversa con Cristian, quien fue el director del video de “Desalmado Y Enredo”, porque quiero hacer un clip de una canción que es una especie de multicolaboración. Hay muchas personas, gringos, mexicanos, chilenos, argentinos. Es un cover de una banda argentina, está bien power. Espero lanzarlo en diciembre con video y todo. Está apuntando a música tipo Bomba Estéreo, suena a algo así. Me gusta que Palma apunte al reggae, pero en donde también puedo hacer una balada o una cumbia, sigue siendo parte del proyecto. Espero que este lanzamiento sea antes de fin de año y estoy viendo donde puedo tocar para la misma fecha.
