Nota: Marcela Cubillos - Fotos: Andie Borie
El anuncio sobre una reunión de Pantera sin duda captó la atención de los fanáticos, pero lo que nadie esperaba es que Latinoamérica fuese el lugar escogido para los primeros destinos que darán el puntapié inicial al retorno de la banda y qué mejor que con un concierto soñado que si bien, era más que interesante ver a Pantera, fue un verdadero lujo tener a Sepultura como la banda encargada de abrir la jornada en el Movistar Arena, que si bien el concierto inicialmente estaba programado para el 13 de diciembre, en el Teatro Caupolicán, fue necesario un cambio de recinto y fecha, ante la gran respuesta de los fans que agotaron los tickets.
Cerca de las 20:30 se encendían los motores y apagaban las luces para recibir el brutal inicio de Sepultura con la increíble batería de Eloy Casagrande, y todo el gran poder de Derrick Green, Andreas Kisser, Paulo Xisto Pinto Jr. Canciones clásicas además de lo de su más reciente disco “Quadra”. Un set con “Isolation”, “Territory”,”Means to an End”,
“Kairos”, “Propaganda”, “Last Time”, “Cut-Throat”, “Dead Embryonic Cells”, Agony of Defeat”, “Refuse/Resist”, en un tremendo espectáculo de principio a fin, cuando quedaban lo último en el set list, Phil Anselmo fue invitado para “Arise”, viviendo una mística absoluta y con toda la complicidad de Kisser con el público, antes de la despedida en una versión corta de “Ratamahatta” y cerrar con “Roots Bloody Roots”. Sin duda Sepultura sigue manteniendo el podio como la agrupación sudamericana más conocida y potente a nivel mundial.
Luego de un breve intermedio, le damos la bienvenida al averno musical en su máxima expresión, entre llamas y los mejores acordes que nos llevaron directamente a las llamas del infierno.
Philip Anselmo, Derek Engemman (reemplazando a Rex Brown), Charlie Benante (Antrhax) y uno de nuestros héroes de la guitarra, Zakk Wylde, dieron inicio con “A New Level” para pasar por “Mouth for War”, “Strength Beyond Strength”, “Becoming” (con remate de Throes of Rejection), “I’m Broken” (con remate de By Demons Be Driven), “Use My Third Arm” y “5 Minutes Alone”. Entre todo este disfrute musical y mosh liberadores, también se vivieron muchos momentos emotivos ya que como sabemos, este es un tour que busca homenajear su legado y la memoria de Dimebag Darrell y Vinnie Paul por lo que se emitieron piezas audiovisuales de la banda a lo largo de los años que generaron un clima de nostalgia e intimidad entre Pantera y sus fanáticos.
Retornó la locura con “This Love”, “Yesterday Don’t Mean Shit”, “Fucking Hostile”, “Cemetery Gates (en forma de tributo a Dimebag y Vinnie)”, “Planet Caravan” (cover de Black Sabbath). Con cada asistente totalmente entregado, se venía el apoteósico final con “Walk”, “Domination / Hollow” y “Cowboys From Hell” para terminar con el “drop mic” más merecido de la historia de estos conciertos.
Una noche absolutamente brutal, nostálgica y quizás de los mejores shows que se hayan visto desde el inicio de la pandemia de Covid-19. Con un sonido increíble, una puesta en escena asombrosa entre luces y fuego, los músicos dándolo todo y el público totalmente compenetrado. ¿Es Pantera o no es Pantera? Es probable que para todos quiénes vivieron esta noche, esa pregunta haya dejado de ser relevante, sin duda fue mucho mejor entregarse por completo a esta magnífica experiencia en dónde todos pudimos ser un cowboy from hell.
