Por Freddy Véliz.
Y llegamos al tercer y último día de la primera edición en Chile del Festival barcelonés Primavera Sound. Tres días de encuentro con música de variados estilos y proveniente de distintos puntos del orbe.
El cierre del magno evento estuvo marcado por el regreso a Chile de la islandesa Björk y el espectáculo ofrecido por el rapero estadounidense Travis Scott.
El día se inició con la presentación de la banda chilena de electro pop MKRNI, y el productor uruguayo de música electrónica Santiago Uribe. La jornada contrastó con la del día sábado por las condiciones climáticas en que se desarrolló. Un domingo de cielos despejados y un sol que por momentos golpeó fuerte en los asistentes, quienes recorrieron y se repartieron entre los cinco escenarios disponibles para elegir el artista de preferencia.
En el extremo poniente del parque se ubicaba el escenario Primavera, en donde se dio lugar a la actuación de los chilenos Familea Miranda, conjunto liderado por el experimentado Pablo Rozas “Katafú” (Caos – Anarkía – Supersordo), ofreciendo una potente muestra de rock duro, con tintes post punk y experimentación. La banda nacional asentada en Barcelona azotó el escenario con cortes como “Paraguay” o “Brut Nature”, marcando un esperado regreso por los escenarios chilenos.
La cantautora norteamericana pop con tintes de R&B y psicodelia Raveena, congregó una buena asistencia en el escenario Punto Ticket, antes de que el cantante José Gonzalez, de nacionalidad sueca, hijo de Argentinos, diera una muestra de su propuesta folk en el escenario contrario.
La tarde del domingo se estimó una asistencia de 30.000 personas, que se embetunó de los sonidos diversos que nos ofrece el Festival, como los de la legendaria agrupación chilena Inti Illimani, quienes expusieron parte de su historia musical basada en la cultura latinoamericana, con clásicos como “La Calle de la Desilusión”, “Samba lando” o el homenaje a Victor Jara con la emocionante “El Aparecido”, incluyendo también discursos e imágenes referentes al estallido social. Ocasión también para apreciar nuevas propuestas como la interesante agrupación chilena Niños del Cerro, que tuvimos la oportunidad de ver en Movistar Arena como parte de Road to Primavera junto a Cat Power, Jack White y Pixies.
Los españoles representantes del indie español Los Planetas, se presentaron en el escenario Primavera, frente a un buen puñado de asistentes que se acercaron para disfrutar de sus canciones de atmósferas guitarreras con rasgos neo psicodélicos del conjunto que cumplirá una trayectoria de treinta años en el ruedo, una historia nada menor, que los tiene metidos entre una de las agrupaciones más destacadas del género en el país de la península ibérica.
A las 19:05 exactas, uno de los actos mas esperados se presentaba en el escenario Punto Ticket: El regreso de la islandesa Björk a nuestro país, después de una década de su paso por Lollapalooza. La inclasificable artista nórdica, llegó con su gira Orkestral, en la que se acompaña por orquestas sinfónicas locales de cada país donde se va presentando. En Chile los afortunados fueron la Fundación de Orquestas Juveniles e infantiles (FOJI), quienes días antes recibieron las partituras que serían interpretadas con sorprendente calidad. Björk, ataviada con un traje turquesa de inflados hombros, con una máscara que cubría sus pómulos, la transforman en una figura de fantasía. Adopta un personaje sobre el escenario, que aporta teatralidad, y concentra la atención en su reconocido registro vocal. Las miradas se concentran en su figura, y canciones emblemáticas de su repertorio como ”Come To Me”, ”Hunter”, “Isobel” o “Hyperballad” se viven con intensidad, terminando cada una con una ferviente ovación de la fanaticada que vivió poco más de una hora de emociones, frente a esta artista dueña de un magnetismo y mística especial, que alabó nuestras montañas, se disculpó por no hablar español, daba la espalda al público para acompañar con su mirada y movimiento de brazos a los jóvenes músicos de la orquesta, que en sus rostros reflejaban la felicidad de estar sobre el escenario, colaborando con una artista de la altura de Björk. Un concierto compacto que finalizó con una frenética versión techno orquestal, que la experimental artista nos regaló para despedirse y dejar rápidamente el escenario, dándole espacio a la orquesta para dirigirnos a un colofón de un momento mágico.
El sol ya se escondía y el turno de la cantante de origen japonés Mitski, se posaba sobre el escenario contiguo. Una fiel y enfervorizada fanaticada no dejó de corear cada una de sus canciones. El éxito de la cantante se palpa desde el primer minuto, con una audiencia masiva, que incluso expuso lágrimas en algunas de sus fans, que no evitaron la emoción de estar frente a su artista predilecta. Con un set que incluyó canciones como “Working Fort he Knife”, “I Don’t Smoke”, “First Love/Late Spring” o “Washing Machine Heart”, la artista entregó un concierto donde desplegó sus particulares movimientos coreográficos que complementan su innegable calidad vocal.
El festival fue bajando el telón con las presentaciones del alemán Señor Coconut y su banda que hizo bailar a los asistentes con una propuesta donde lo latino se entremezcla con el jazz y la electrónica. Momento que vivió la sorpresa de tener a Jorge Gonzales entre la audiencia, a quien el alemán dedicó unas palabras desde el escenario. Charlie XCX, los chilenos Follakzoïd, la cantante estadounidense Caroline Polachek y el rapero Travis Scott , que trajo la parafernalia láser y el baile como fiesta para cerrar la cortina de esta primera edición de Primavera Sound en Chile.
Como conclusión, y sin caer en comparaciones con otros festivales que se han asentado en nuestro país, Primavera Sound, logró sacar adelante un espectáculo bien organizado, donde se destaca el buen sonido con el que se apreciaron cada uno de los artistas presentes, la puntualidad y la facilidad para el ingreso y salida del recinto se agradece. Buena coordinación con el transporte público, donde el metro extendió su horario específicamente para el Festival, además de disponer de recorridos de buses en las afueras para facilitar el regreso del público a sus hogares. Hubo complejidades, en especial el sábado por la lluvia que obligó a suspender los actos del escenario electrónico, pero nada que impidiera seguir disfrutando de un evento sin mayores incidentes. La organización dio cuenta de que las posibilidades de mantener el megaevento en el tiempo son reales, y lo más probable es que el próximo año tengamos una segunda versión.
